Seis estudiantes y un profesor de la Universidad de los Andes ganaron el segundo puesto del campeonato de robótica de Bangkok. Su propuesta integra la robótica a la vida cotidiana.
Imagínese que llega a una biblioteca. Sabe qué libro necesita y quién es su autor, pero no tiene la menor idea de en qué parte del edificio lo puede encontrar. Tampoco sabe cómo buscarlo. Entonces, se acerca a un asistente de la biblioteca. Le explica su situación y este, después de unos segundos, lo guía hasta el estante donde se encuentra el libro. Es una situación común y corriente. Sin embargo, hay un detalle: el asistente que lo guió por el laberinto de estantes no es un ser humano, es un robot.
Esa, dice Juan José García Cárdenas, profesor instructor del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Electrónica, es la meta a mediano plazo con Nova, un robot que aplica la inteligencia artificial y el machine learning a la ejecución de tareas domésticas y sociales.
Aunque de momento esa no es una realidad, los avances siguen. Tanto, que seis de los 13 estudiantes integrantes del Centro de Investigación y Formación en Inteligencia Artificial (SinfonIA), acompañados por Juan José, se quedaron con el segundo lugar del RoboCup@Home, el Mundial de Robótica, celebrado entre el 11 y el 18 de julio en Bangkok, Tailandia.
La participación en RoboCup@Home
Durante una semana, la robot Nova tuvo que realizar distintas tareas para probar su utilidad. Entre estas, explica Juan José, estaba por ejemplo ser recepcionista de un evento, recibiendo a personas e introduciéndolas a quienes ya estén en el mismo. También, desempeñarse como mesera en un restaurante, reconociendo cuando la llaman o qué elementos debe llevar a cada mesa. Aunque ocurrió en un ambiente controlado, el objetivo es que las labores sean cada vez más generales, mostrando el aprendizaje de la robot.
Pero incluso cuando aún no se ha llegado a esta meta, la presencia de este equipo en el Mundial de Robótica resalta: fueron los únicos participantes no solo de Colombia, sino de toda América Latina. Un hecho que se manifiesta en el interés de que los estudios que realiza SinfonIA sean el germen inicial para que el país se convierta en una potencia mundial en asuntos de robótica.
“Nosotros tenemos la visión de que, en un futuro, de 5 a 10 años, Colombia pueda llegar a ser una potencia en términos de desarrollo de inteligencia artificial y robótica. Queremos ser los pioneros, porque hacia allá se está moviendo el mundo. Más allá de la academia, somos un grupo sin ánimo de lucro que busca incentivar este conocimiento”, asegura Juan José.
La participación en RoboCup@Home también, explica el docente, es para que, en el mediano plazo, Nova salga del laboratorio y esté al servicio de la comunidad universitaria. Un objetivo hacia el que también se han dirigido con el uso de la robot como asistente de laboratorio.
Una 'Robotina' colombiana
El trabajo con Nova empezó hace tres años en una alianza entre Bancolombia, la Universidad de Los Andes y la Universidad Santo Tomás para incentivar la investigación en inteligencia artificial y de machine learning, que es la capacidad que puede tener un sistema para identificar patrones y tomar decisiones sin intervención humana.
El ejemplo para entender lo que buscan con Nova pertenece a la ciencia ficción de los años sesenta: Robotina, la empleada doméstica robótica de Los Supersónicos. Entre risas, Juan José aclara que “es algo muy similar, aunque no tan allá, no tan de ciencia ficción como la muestra la serie animada, pero sí es un poco así”. Sobre todo, en lo que se refiere a que la idea principal es que no se requiera de nadie que controle al robot para que este realice las tareas que se le encomienden.
Cuando la iniciativa comenzó, “surgió para incentivar la robótica social y la inteligencia artificial en Colombia. No se hablaba de este tipo de robots en el país, pero desde entonces buscamos que sirva a la comunidad en distintos escenarios”. Tras la pandemia por covid-19, continúa el profesor, el proyecto quedó como responsabilidad de la Universidad de Los Andes.
“Si bien hace tres años no se hablaba mucho del tema, ya hay empresas que, en Colombia, contratan a desarrolladores, ingenieros y científicos de datos. Hacia allá se mueve la tecnología, y por eso esperamos que se creen nuevas posibilidades, no solo en términos académicos, sino también a nivel laboral”.
Mientras aumenta la preponderancia de la tecnología en distintos entornos, concluye Juan José, “por ahora sirve como una herramienta de generación de conocimiento y aprendizaje. Pero la idea es ampliar todas las aplicaciones que tiene”.