Don Quijote en Cuentería: un romance por la narración

Esta es la aventura de Fredy Ayala, "estudiante del doctorado de narración oral de la Universidad de Feas Artes Imaginarias de Usme", y su encuentro con el Quijote de la Mancha y Sancho Panza en la "clase de entrenamiento para cuenteros".

Fredy Ayala es cuentero desde hace más de 25 años. | Foto: Boom Comedy Live

En agosto de 2024, un cuentero bogotano emprendió la aventura de narrar los 126 capítulos de la obra de Miguel de Cervantes. Cada semana presenta fragmentos de Don Quijote en Cuentería, una adaptación contextualizada y reinterpretada desde la visión de su lector, autor y narrador, Fredy Ayala.

La escena se da, principalmente, los viernes a las 6 pm en El Vagón, un espacio íntimo frente a la Universidad Grancolombia. No obstante, el narrador y doctor en Filosofía Acústica, con más de 25 años de trayectoria artística, también la ha llevado a otros espacios como los teatros Amero en Tunja, Viva Palabra en Medellín, Ditirambo en Bogotá y el Felisberto en Buenos Aires, Argentina.

Este proyecto nace de la necesidad de crear un espacio permanente de narración donde Ayala pudiera trabajar su práctica artística y, al mismo tiempo, generar una microcomunidad en torno a la cuentería. «La cuentería, a diferencia del teatro, requiere que su práctica o su entrenamiento sea con el mismo público», señala el narrador.

Desde esa búsqueda surge el universo paraficcional en el que desarrolla su «doctorado en narración oral», una ficción deliberada que genera tensión entre realidad y fantasía, y que le permite explorar la ironía, la parodia y la sátira como recursos narrativos.

La paradoja de Don Quijote

Su obra como narrador oral lo ha llevado a participar en distintos festivales en Francia, Emiratos Árabes, Cuba, México, España, entre otros países. | Foto: Carlos Moreno

En un inicio, Ayala concebía Don Quijote en Cuentería como un proyecto íntimo. Sin embargo, poco a poco artistas visuales, plásticos y narradores se sumaron a la iniciativa, hasta conformar un colectivo que enriquece cada presentación.

Respecto a las pinturas que acompañan la obra, Ayala comenta que «funcionan como escenografía, pero también como una exposición autónoma que habla del universo de Don Quijote».

Gracias a estos aportes, el autor define Don Quijote en Cuentería como una paradoja, ya que «básicamente es la expresión oral de un libro que constantemente evoca la oralidad; en todo momento hay un pastor que cuenta historias, un sacerdote que cuenta historias. A Don Quijote le encanta escuchar historias».

En la misma línea, Andrea Lizarazo, narradora emergente, destaca que «se siente que está diseñado para generar redes de contactos, escuchar nuevas voces, descubrir diferentes formas de contar y, al mismo tiempo, propiciar un crecimiento personal y artístico».

La cruzada 'cuenteril': microcomunidades

A la fecha, el colectivo de narradores está conformado por Carlos Sierra, Wilmar Martínez, Marjorie Sánchez, Daniel Benavides, Johanna Olaya, Jhony Pinzón, Jose Buitrago, Carlos Ayala, Nicolás Ortiz, Lizeth Mayorquin y Mauricio Linares. | Foto: Jhony Pinzón

Tal como dice la cuentera, el proyecto ha desembocado en microcomunidades gremiales que buscan reunirse en un mismo espacio. No obstante, este tipo de iniciativas dependen en gran parte del voluntariado, ya que las presentaciones son de entrada libre y los asistentes pueden realizar aportes voluntarios, lo cual hace que la mayoría de las veces no resulte rentable.

Ayala enfatiza: «Tú no puedes decir ‘voy a esperar a ganarme una convocatoria’. No. Tienes que sacar plata de tu bolsillo e invertir en comprar una obra de arte, un micrófono, un parlante».

Por ello, el propósito de la iniciativa no es económico, sino formativo y comunitario: construir una red de espectadores que valoren la experiencia narrativa y se conviertan en consumidores permanentes de historias orales. Como parte de su propuesta, todos los capítulos están disponibles en su canal de YouTube.

Infierno de vehículos y transeúntes en autopistas de información

"Para mí es importante en Don Quijote, contarlo desde el humor, porque es un libro muy humorístico": Fredy Ayala | Foto: Gyani Pinzón

Ayala concibe la narración como una forma de contarnos a nosotros mismos y de comprender la experiencia humana más allá del storytelling comercial. En sus palabras: «Cuando cuento un cuento, ¿qué te estoy dando? Según Walter Benjamin, te estoy dando una experiencia de vida».

El hábito quijotesco de escuchar al otro es, para él, una lección vigente. «Hoy, si alguien te dice ‘ven, te cuento una historia’, probablemente no te detienes, porque tienes afán y debes ir a trabajar», reflexiona. Desde esta preocupación, el colectivo se pregunta constantemente cómo acercar más público a la cuentería.

En un mundo acelerado y saturado de información, el narrador reconoce lo difícil que es para las personas dedicar tiempo a ver a un cuentero cada semana. Entre el trabajo, la familia y las prisas cotidianas, Ayala busca establecer paralelos entre su realidad y la novela del Quijote, invitando a las audiencias a detenerse y escuchar.

Como le ha enseñado el propio caballero andante: «el tiempo no importa, sea el tiempo de la historia o el tiempo de la narración». Con su puesta en escena, Ayala aspira a ofrecer una pausa en medio de la vertiginosa normalidad de la vida contemporánea.

Al finalizar los 126 capítulos, el colectivo planea cerrar con una gran presentación en un teatro para más de 800 personas con «un capítulo final que resuma los momentos más increíbles, más cómicos y, por supuesto, los más reflexivos e imaginativos, que nos permita llegar a un final contundente». A la fecha de publicación de esta historia, el grupo ya había alcanzado el capítulo 60. 

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