En San Vicente del Caguán opera una empresa de excombatientes que le apuesta a la paz y a la transformación del territorio a través del turismo de aventura y naturaleza.
Dos años después de la firma de los Acuerdos de La Habana entre el Gobierno colombiano y la guerrilla de las Farc, surgió en la vereda de Miravalle, municipio de San Vicente del Caguán, en el Caquetá, la empresa turística Caguán Expeditions, el primer proyecto productivo creado y liderado por excombatientes.
En los poco más de tres años que llevan desde su fundación han recibido a casi 1500 turistas, a quienes han guiado en caminatas a través de senderos ecológicos y por el casco urbano de San Vicente, y en paseos en balsa por el río Pato, en un territorio que a finales del siglo XX fue una zona de absoluto dominio de las Farc.
La empresa, que está conformada por 21 personas, once excombatientes y diez locales del municipio, presta servicios turísticos de tres clases: aventura, naturaleza y memoria histórica. Ofrecen paquetes de viaje desde uno y hasta cinco días, y tienen un tour especial llamado ‘Caguán Profunda’, en el que realizan actividades en cada una de sus líneas de trabajo.
“Mostramos la naturaleza a través del avistamiento de flora y fauna, cascadas, senderos, y los proyectos agrícolas de las comunidades. Además, hacemos recorridos de memoria por el pueblo y por el Espacio de Reincorporación, aquí en la vereda, y tenemos rafting en dos locaciones del río Pato, desde nivel uno hasta nivel cinco”, cuenta Carlos García, gerente de Caguán Expeditions.
Cambiar fusiles por remos
Caguán Expeditions surgió con la idea de acabar con el estigma y la directa asociación que hay entre San Vicente del Caguán, y Caquetá en general, con la confrontación armada y la violencia.
En ese sentido, el rafting, y en específico el club deportivo Remando por la Paz, ha sido su iniciativa más exitosa.
Comenzaron con capacitaciones de empresas turísticas de municipios vecinos y del Sena. Además, y gracias al apoyo de la segunda misión de verificación de las Naciones Unidas, en agosto de 2018 llegó al territorio Rafael Gallo, un veterano del rafting, presidente de Ríos Tropicales, una de las empresas de turismo de aventura más importante de Costa Rica y presidente honorario de la Federación Internacional de Rafting (IRF).
Inicialmente, él les propuso llevar a los miembros de Caguán Expeditions a Costa Rica por seis meses y devolverlos hechos expertos en el deporte, pero no fue posible hacerlo por las condiciones con las que la Justicia Especial para la Paz (JEP) autorizó el viaje.
Rafael, entonces, decidió llevar a dos de los mejores instructores que tenía la IRF a Miravalle y en un mes y medio capacitaron a quince personas, entre excombatientes y locales, en técnica, rescate, guía, manejo de grupos y demás habilidades para el rafting.
En noviembre de ese mismo año, nueve de los quince estudiantes recibieron su certificación y conformaron lo que en ese momento fue el equipo de Remando por la Paz. Luego Rafael los invitó a participar en el Mundial de Rafting, que se llevó a cabo en mayo del 2019 en Tully, Australia.
Allí, Remando por la Paz, conformada por cinco excombatientes y cuatro locales de la región del Pato, fue la delegación que representó a Colombia en el certamen y que ocupó el puesto número trece de cuarenta países participantes.
El rafting por la transformación del territorio
Con su participación en el Mundial, cuenta Hermides Linares, excombatiente y presidente del club, han surgido nuevos compromisos, pues se dieron cuenta de que el rafting podía ser una herramienta para beneficiar a la comunidad de la vereda, del municipio y del departamento.
Así, por un lado, decidieron que Remando por la Paz no sería únicamente un equipo, sino que debía servir de plataforma para conformar un club deportivo. Eso con la idea enganchar a los jóvenes caqueteños y ofrecerles nuevas alternativas de esparcimiento y deporte.
Hoy el club tiene tres equipos, conformados por cinco personas cada uno, en tres categorías distintas. Con eso, y en conjunto con los otros dos clubes de rafting que hay en el departamento, esperan crear la Liga de rafting de Caquetá y competir por cupos en la Selección Colombia de Rafting.
Por otra parte, en noviembre de 2020 realizaron la primera versión del Festival de Rafting, cuyo propósito es resaltar las transformaciones que ha generado el deporte en la región, así como rendir homenaje al trabajo de líderes y organizaciones de víctimas, mujeres, ambientalistas y artesanos.
“Es un mecanismo de reconciliación y de homenaje a las personas y sectores fundamentales para el departamento y el país” comenta Linares.
En su segunda edición, que realizaron entre el 5 y el 7 de noviembre de 2021, conmemoraron, junto a su familia, la memoria de Rafael Gallo, quien falleció algunos meses atrás.
Reconocer el pasado para pensar el futuro
Además del rafting, Caguán Expeditions ofrece recorridos de memoria histórica.
Uno de ellos, el que recorre el casco urbano de San Vicente, está dirigido por la Red de Comadres y Compadres por la Paz, un colectivo de jóvenes que realizan activismo cultural y artístico, y que narran lo que sucedió durante los años del conflicto armado, con una perspectiva que parte del reconocimiento del pasado, pero que, a través de la enunciación de lo que ellos esperan que pase, se centra en las posibilidades de renovación del futuro.
Algo similar sucede con el recorrido que tienen en el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación, a través del Museo Manuel Marulanda Vélez. Allí hay una línea de tiempo que explica la historia de la región, sus procesos de colonización, los conflictos por la tierra y la aparición de las Farc, entre otros, y con ello buscan hacer entender qué ocurrió y, a partir de allí, promover la reconciliación y la construcción de un nuevo municipio.