Lleva 16 años como entrenador nacional, 14 veces dirigiendo y ganando campeonatos del mundo, 12 de forma consecutiva. Además, suma 196 títulos mundiales en la modalidad patinaje de velocidad. Esta es la historia de Iván Vargas, el entrenador de los mejores patinadores del país
Primero fue deportista, luego entrenador. Iván Vargas lleva 27 años preparando al patinaje colombiano, ya sea entrenando un club envigadeño, la Selección Antioquia o la delegación nacional.
Vargas conoció el patinaje siendo un niño. Cuando hizo la primera comunión tuvo sus primeros patines y en el barrio Boston de Medellín, lugar en el que vivía, uno de los jóvenes de la zona fue el que le enseñó cómo manejarlos.
“A partir de ese momento empecé a ir a la liga de patinaje, corrí un evento de novatos y gané. Patiné activamente por 18 años y siendo deportista, empecé mi carrera como entrenador”, y cuenta que fue múltiple campeón nacional y representante de Colombia en tres certámenes mundialistas y en los Juegos Panamericanos Mar del Plata-1995, en Argentina.
Aunque siempre tuvo claro que iba a ser odontólogo, el amor al deporte lo atrapó y empezó a enseñar lo que había aprendido en esos 18 años de carrera deportiva en un club que era nuevo en Envigado llamado Paen.
“Fui durante dos años de manera consecutiva y sin ganarme un centavo, le enseñé a esos niños y ahí me enamoré de la pedagogía, ahí inició mi carrera como entrenador”, recuerda.
Actualmente el club Paen de Envigado es uno de los mejores de Colombia y junto con Vargas tienen 54 títulos mundiales, así como 26 títulos nacionales de clubes.
Entrenando a los mejores
Vargas es especialista en Gerencia Deportiva y miembro activo de la Academia Mundial de Patinaje. Desde 2007 es entrenador titular de la modalidad de velocidad de la Selección Colombia y por sus entrenamientos han pasado las grandes potencias del patinaje colombiano.
Es el primer entrenador de la historia del patinaje colombiano en llegar a los Juegos Olímpicos de Invierno con dos de sus deportistas: Pedro Causil y Laura Gómez, quienes antes de dedicarse al patinaje sobre hielo fueron grandes referentes del patinaje de velocidad ya que Causil es 20 veces campeón del mundo y Gómez obtuvo varios récords nacionales.
También es entrenador de Fabriana Arias, 17 veces campeona del mundo y la máxima medallista entre los 4.000 deportistas que compitieron en los Juegos Mundiales de Wroclaw-2017.
A esta lista se suman Cecilia Baena, cuatro veces campeona del mundo y Daniel Zapata, doble medallista mundial, entre otros.
“Como entrenador, después de ver esos muchachos trabajar durante semanas, días, meses, de sufrir, de llorar, de hacer tantos sacrificios, de pasar tanto tiempo alejados de la familia, poderles entregar esa bandera de Colombia y verlos consagrados campeones del mundo es un momento muy emocionante”, dice.
De acuerdo con Vargas, Colombia es potencia porque tiene historia dentro del deporte, desde 1988 cuando Guillermo León Botero ganó las primeras medallas internacionales para el país, en el territorio empezó a crecer el interés por el patinaje. Dos años después se hizo el primer mundial en Colombia y allí las figuras de la época, Botero, Luz Mery Tristán y Claudia Ruiz, dieron más victorias mundialistas y esto hizo que creciera más el interés por el deporte.
“Empezaron a fundarse escuelas de patinaje en los municipios, los alcaldes se empezaron a interesar por el deporte, a mejorar la infraestructura o construir pistas de patinaje. Hoy en día tenemos patinaje a lo largo y ancho del país y hay mucho talento. Adicionalmente los entrenadores nos hemos preparado bien”, comenta.
Aunque los títulos le dan alegría y lo llenan de orgullo, una de las cosas que más lo motivan a seguir es el hecho de ser profesor y no solo un entrenador que trabaja con unos atletas, sino que tiene la capacidad para prepararlos para afrontar un campeonato mundial, ganar títulos y eventos del ciclo olímpico.
“Alguien que no solamente se dedique a hacer su trabajo en el patinaje, sino que intento enseñarles a vivir, a comportarse, a ser buenas personas, buenos seres humanos, ser un un profesional integral, una persona que el día de mañana si no se acuerdan de las medallas diga ‘Iván me enseñó’”, añade.
En el futuro, volverá a las bases
Aunque Vargas disfruta ser el entrenador de los mejores, asegura que quiere retornar a enseñarle a los más jóvenes.
“Trabajé con niños durante 20 años y me parece extraordinario. Llegará un momento donde ya determine dejar el alto rendimiento y me dedicaré a la pedagogía, a hacer asesorías a otros países y departamentos, y a trabajar con niños, que es una gran ilusión que tengo”.