Mientras las diferentes formaciones de la Selección Colombia destacan en encuentros como la Copa América o el Mundial, Myriam Guerrero, Amparo Maldonado y Patricia Vanegas, hablan del apoyo que necesita el fútbol femenino en el país.
La Selección Colombiana Femenina de Mayores disputó su primer partido profesional en 1998. Sin embargo, y aunque existen registros de competencias femeninas desde los años 70, no fue sino hasta 2017 que el país tuvo una Liga Profesional de Fútbol Femenino.
No obstante, y a pesar de logros históricos, cada vez son más las denuncias por falta de mínimas garantías laborales para que el fútbol sea una opción de desarrollo profesional para las jugadoras colombianas. También, por la ausencia de un torneo nacional digno, pues el actual se juega una vez al año en un máximo de cuatro meses.
En medio de ese contexto, Colombia Visible habló con tres pioneras del balompié femenino en el país sobre la situación actual de la categoría y lo que podría mejorar desde el Gobierno, la empresa privada y la hinchada. También, con la Coordinadora Futbolera y Feminista, un grupo conformado por mujeres en diferentes partes del país, que busca darle visibilidad al fútbol femenino. Estas fueron sus respuestas.
Myriam Guerrero
Myriam Guerrero, capitana del primer seleccionado femenino, comenzó jugando en clubes de barrio, equipos de empresas y congregados comunales, que fueron organizándose poco a poco con pequeños torneos. El salto a la esfera profesional lo dio en 1997, cuando Difutbol anunció que quien ganara la Interliga Femenina, el primer torneo oficial entre clubes colombianos de todo el país, sería el equipo que conformaría la base de la Selección Colombia Femenina. La escuadra campeona fue la Selección Bogotá, de donde salieron seleccionadas nueve jugadoras lideradas por Guerrero.
Desde esa experiencia, la también primera directora técnica de la selección femenina resalta que falta mucho más apoyo en diferentes sectores, y que es esencial que el nuevo gobierno cumpla con lo prometido. “Para mí es difícil pensar que el Gobierno tome las riendas, así que creo que es difícil esperar de ellos. Hay quienes dicen que por regulación del Ministerio del Deporte deben rendir cuentas y que por eso no quieren ir a fondo, adicional, esperemos que lo que Petro mencionó se cumpla, si es así sería una maravilla y es por el bien de todos porque la selección nos ha traído bastantes satisfacciones en la última década”, aseguro Myriam.
Vale recordar, entonces, que el presidente electo de Colombia ha dicho públicamente que «una de las primeras tareas del Ministerio del Deporte es lograr que se constituya la liga de fútbol femenino».
La entrenadora, habló también sobre el rol de la empresa privada: “Las empresas quieren (apoyar la liga femenina), lo que pasa es que cuando te dicen que si las cosas quedan en el limbo y muchas, gracias a diferentes influencias, desisten de invertir en estas jugadoras y equipo, que seguramente más adelante sí las van a buscar después de estas competencias. Dimayor, debería tener una solidez para todas estas jugadoras, así como un mejor plan».
Finalmente, habló sobre la necesidad de conformar una verdadera hinchada, que apoye de manera sostenida. «Ahora todos están emocionados con la selección, pero la afición debe apoyar a los clubes, que vayamos todos y todas al estadio y que haya un torneo seguido”. Con esto, dice, se generarían ingresos más estables para los equipos y la liga en general. En ese sentido, propone agendar los partidos femeninos el mismo día y en el mismo escenario que los masculinos, con horas de diferencia, facilitando de esta manera la asistencia de la afición para ver ambos encuentros.
Amparo Maldonado
Cuando se empezaron hacer los torneos femeninos en 1971, Cali creó la Liga Vallecaucana de Fútbol Femenino con 16 equipos. Según Amparo Maldonado, quien lideró este proyecto, si bien muchos hombres no estaban de acuerdo, muchas jugadoras contaron con el apoyo de esposos e hijos, que asistían a los encuentros. Más adelante, en los 80, surgió una nueva categoría a manos de la Federación Colombiana de Fútbol, abriendo así la puerta para una práctica más profesional, que le permitió a Maldonado trabajar en la consolidación de equipos femeninos en el Valle del Cauca, llegando a crear su propio club, el Independiente Cali, para el que fue entrenadora, jugadora y hasta patrocinadora.
Desde 1996, prepara y recomienda jugadoras del Valle del Cauca para la selección y entrena equipos para campeonatos de fútbol sala, llegando a obtener cuatro títulos de la Copa Postobón. “Me gusta darle la oportunidad a mis deportistas que se han esforzado, que la dan toda por el fútbol y sus estudios, para mí, ir a Brasil con mis jugadoras de estrato 1 o 2, fue un sueño, porque ninguna conocía el mar, y yo les decía que si ganábamos íbamos a la playa, entones más se motivaban”, contó Maldonado.
Amparo, cazatalentos nata, dice que los resultados del futbol femenino colombiano a nivel mundial son destellos de un trabajo que empezó hace años. Pero pide que el gobierno se involucre aún más; “Colombia tiene que identificar que el futbol femenino está sacando la cara por el país y lo mínimo que puede hacer el gobierno es apoyarlas, retribuirles todo ese trabajo que están haciendo, así como se le da la continuidad al profesional masculino, pues hombre, también darles torneos a las deportistas para que ellas tengas más visibilidad, competencia, donde se puedan descubrir nuevos talentos, que pueden llegar hasta Europa y Estados Unidos”, afirma.
Habló también de la hinchada, señalando que “el privilegio de ser los anfitriones de esta copa fue una gran oportunidad, y aunque podíamos llenar, logramos que fuera una gran cantidad de hinchas y eso se agradece mucho. Pero la solución conlleva a un gran camino por recorrer. Ahora lo que más agradecemos, es que la gente nos apoye porque en nuestra época nos gritaban sandeces y cosas muy feas. Ahora el trabajo de la hinchada es seguir contagiando, hablando del futbol femenino y así llenar muchos más estadios. Que lleguemos al nivel de importancia que tienen los del futbol masculino”,
Sobre el apoyo que ofrece la empresa privada comentó que “el factor económico es el más importante, pues podría llevar a que nuestras jugadoras no se sientan solas cuando sea hora de viajar a torneos internacionales. También hay tratar de abrirles las puertas a todas y generar contratos para las jugadoras, para que no solo sea un aporte en el deporte, sino también en su vida”, afirmó Maldonado.
Finalmente, señaló que es hora de que las mujeres tengan más poder de decisión en la esfera directiva, cosa que se traduce en cargos al interior de equipos y federaciones, pero también en la conformación de asambleas femeninas.
Patricia Vanegas
Después de hacer parte de la selección bogotana, con la que fue campeona en 1994, 1996 y 1997, Patricia pasó a la Selección Colombia Femenina del 98, esa que fue a la primera Copa América Femenina de la historia y que la convirtió en referente del combinado nacional por un hecho en particular: es la única jugadora que ha marcado un gol olímpico en los 24 años de ese torneo.
Vanegas pasó, posteriormente, a participar activamente en congresos internacionales de la FIFA, donde ha hablado sobre la importancia de la hinchada para las actuales jugadoras y ha hecho llamados para el restablecimiento inmediato de la Liga Femenina de Fútbol en Colombia.
“Los hinchas quieren ver espectáculo y pues una liga corta hace que la hinchada también se quede corta. La continuidad, el apoyo a los clubes y el abonarse son bien importantes”, asegura la exdelantera, agregando que las entidades privadas y los dirigentes que participan en el fútbol colombiano deben darles tranquilidad la tranquilidad suficiente a las deportistas para jugar sin el estrés de quedarse desempleadas.
“Las jugadoras necesitan estar concentradas en lo suyo, no pueden estar en si la liga sigue o no. Si se preocupan por otras cosas se distraen y el estrés tampoco permite que lo den todo, tienen que ver que es una nueva oportunidad, una visión nueva, no es compararnos con el fútbol masculino, este es nuestro futbol, un espectáculo diferente».
Por último, Vanegas comentó que el Gobierno tiene mano en lo que es y lo que podría ser el fútbol profesional femenino colombiano, reconociento que «el Ministerio del Deporte creo que ha estado muy pendiente de dar la mano cuando toque, o de solicitar los recursos, más allá de eso, están la Federación y a la Dimayor, que creo que tienen que apoyar mucho más a las jugadoras. Que esta revolución femenina sea el arranque”, concluye.
Coordinadora Futbolera y Feminista
La Coordinadora Futbolera y Feminista surgió en enero de 2020 con el objetivo de visibilizar y potenciar a las mujeres como participantes activas del fútbol profesional y popular en Colombia desde las miradas académicas, deportivas, populares y aficionadas. «Nuestro propósito es denunciar la precarización que tienen las mujeres que hacen parte del contexto futbolero. De la Coordinadora hacen parte mujeres de diferentes ciudades del país, con diferentes profesiones, que tienen diferentes edades, hinchas de diferentes equipos de fútbol y que pertenecen a diferentes colectivos», explicó Laura Piraján, integrante de dicha organización, a Colombia Visible.
De acuerdo con ella, uno de los argumentos para no apoyar el fútbol femenino gira en torno a los recursos económicos donde, asegura, se busca propagar la falsa idea que la categoría es rentable. Sin embargo, recuerda que esa noción ha sido puesta en duda públicamente por actores como medios de comunicación, funcionarios públicos, futbolistas y hasta hinchas.
En ese sentido, “la solicitud es que el nuevo gobierno le exija a la Dimayor y la Federación de Fútbol de Colombia que, sin excusas ni pretextos, realice una Liga Profesional de Fútbol Femenino digna en Colombia, con planeación para el primer y segundo semestre del año y con garantías en condiciones laborales y salariales”, asegura Laura.
De igual manera, señala que no es un secreto que empresas de gran importancia en Colombia le están apostando a la inclusión y a la equidad de género. Muchas, de hecho, están comprometidas y dispuestas a patrocinar el fútbol femenino bajo un cronograma y un plan serio.
Así las cosas, desde la Coordinadora Futbolera envían un mensaje claro: “No tienes que ser hincha de un equipo, no te tiene que gustar el fútbol, no tienes que ser feminista para apoyar la equidad laboral en el fútbol. El fútbol y el amor que suscita en quienes lo admiramos no tiene género y tampoco debería tenerlo la posibilidad de ser jugadora/arbitra. El fútbol no necesita más estereotipos ni señalamientos. La lucha feminista trasciende a todos los espacios donde se vulneren los derechos de las mujeres. La solicitud a la hinchada es que sigamos llenando estadios, marcando récord en las transmisiones de televisión, que apoyemos a las futbolistas y que, sobre todo, propongamos que el fútbol sea un espacio de paz y respeto por la diversidad”.
Por último, esperan que no haya vetos para las futbolistas que han alzado su voz para denunciar la precarización del fútbol femenino en Colombia, advirtiendo la importancia de que «jugadoras como Yoreli Rincón, Natalia Gaitán, Isabella Echeverri y Vanessa Córdoba, principales referentes de esta generación, sean llamadas a conformar el equipo de la Selección de Mayores para el Mundial 2023 y los Juegos Olímpicos 2024″.