Con el ánimo de usar la cultura para alejar a los jóvenes de la violencia que hay en las calles bonaverenses, nació en 2013 la Fundación Tura Hip Hop.
En 2010 nació en Buenaventura el festival Tura Hip Hop, un evento en el que los cantantes urbanos buscaban que sus voces pudieran ser escuchadas a nivel local y nacional.
Pero no fue sino hasta finales del 2013, habiendo vivido las experiencias de los primeros encuentros, que nació entre los integrantes la idea de volver a Tura Hip Hop una fundación artístico musical, legalmente constituida en Buenaventura, para poder brindar a los jóvenes un refugio de la violencia a través de la música y las rimas.
“Entre más jóvenes estén dedicados y pensando en hacer una construcción colectiva, de manera cultural o artística, a través de la música o el baile, serían menos los que estarán haciendo actividades delictivas y perteneciendo a grupos al margen de la ley”, comenta Emerson Caicedo Quiñones, también conocido como Bola Ocho El Decano, representante de la Fundación Tura Hip Hop.
La mayoría de los que crearon la fundación, al ser artistas urbanos, consideraron que a través del hip hop era más fácil llegar al público, ya que se trata de un género que tiene varios elementos que pueden ser utilizados dentro de sus metodologías de enseñanza en los talleres artístico musicales, como el graffiti, el rap, el breakdance y la producción musical.
“El hip hop nos brindaba esta facilidad de poder abordar temas como los derechos humanos, de manera transversal con la pintura, el arte y la música”, aclara Caicedo.
Tura Hip Hop, una familia musical
En el proceso de creación musical los integrantes de Tura Hip Hop se han convertido de a poco en una familia.
“Llevamos ya diez años haciendo acompañamiento a jóvenes y hay muchos que han salido del país pero siguen aportando a la cultura y a nosotros, aunque ya no estén en la fundación”, comenta Caicedo.
Tura Hip Hop fue para muchos el primer acercamiento con el género. Hay jóvenes que empezaron a los 12 años en el proyecto y ahora a sus 22 ya han creado sus propios movimientos, sin dejar de estar atentos a lo que hace la fundación, bien sean talleres o una presentación artística.
“Hay un proyecto que nosotros tenemos que se llama neófitos. Este empezó con dos participantes, quienes una vez terminaron el proceso en Tura Hip Hop empezaron a instruir a otros ocho jóvenes, dándoles talleres de rap y así sucesivamente. Cada persona que va aprendiendo termina transmitiendo su conocimiento a otro. El estudiante se vuelve maestro”, aclara Caicedo.
El representante de la fundación comenta que a futuro desean hacer de Tura Hip Hop un centro de formación y emprendimiento cultural. Para lograrlo comenzaron el proceso entre finales del 2018 y principios del 2019, pero la pandemia retrasó un poco sus planes.
Por el momento Tura Hip Hop realiza sus procesos de formación en la casa de Caicedo y en los espacios a donde sean invitados.
Letras que generan conciencia
“En el hip hop son muy pocos los que siguen haciendo música contestataria y apoyando los procesos sociales. Nosotros, por medio de la fundación, tratamos de inculcar a los jóvenes que vean el hip hop como una herramienta de comunicación, bien sea política, social o del tema que deseen”, dice Caicedo.
Por ejemplo, en la actualidad la fundación está brindando talleres sobre derechos humanos a varios jóvenes de la comunidad, y están utilizando el hip hop como una herramienta para que otros puedan conocer sobre estos derechos y así mismo dárselos a conocer a otros.
De igual forma, en Tura Hip Hop tratan que las composiciones de los chicos sean un aporte comunitario y no solo comercial, porque quieren que los jóvenes se conviertan en agentes de cambio.
Entre sus composiciones con mensaje social se destaca la canción que crearon los ‘neófitos’ en colaboración con la Fundación Familia Ayara y el ICBF, en un proyecto llamado Hip Hop Cambiando al Mundo.
La canción se llama Tenemos derecho y dice: “La vida me enseñó que hay que respetarnos, porque el día de mañana nos toca presentarno’. Hay que crecer, para ser libres y entender, no importa tu sexo, tu cultura o tu color, tienes derecho a vivir sin discriminación”.
Durante el paro cívico, quienes hacen parte de Tura Hip Hop también decidieron crear la canción Buenaventura no se rinde, que fue tendencia en su momento en redes sociales.
“Exigimos, educación para esta ciudad. Exigimos, no más maltrato para esta sociedad. Exigimos, que no nos prometan un bulevar, porque personas mueren esperando en un hospital”, dice una de sus estrofas.
En este momento, además, la organización tiene un emprendimiento llamado Parnaso Estudios, donde los jóvenes artistas pueden grabar sus sencillos.