Al terminar su pregrado en Biología, Sara Acosta y Rodrigo Mutis decidieron crear una editorial que sirviera para sacar a la ciencia de la academia. Hasta el momento, la Zarigüeya Lectora ha publicado dos libros sobre la biodiversidad en Bogotá.
Sara Acosta y Rodrigo Mutis son biólogos de la Universidad Nacional y son, también, las personas que están detrás de la Zarigüeya Lectora. Una editorial que, con tres libros a la fecha (dos de ellos para el p´búblico general y uno más por encargo), apuesta por promover la divulgación científica a través de la literatura, con un lenguaje más accesible y cercano a las personas.
La propuesta de la editorial surgió cuando Sara estaba cerca de graduarse de pregrado. Para su tesis, ilustró varias especies de animales que habitan en Bogotá. Entonces a ella y a Rodrigo, quien tiene experiencia en diagramación y edición, se les ocurrió la idea: ¿y si el proyecto no se quedaba en una tesis, sino se convertía en un libro que llegara a más personas?
Ese fue el punto de partida que resultaría en la publicación en 2020 de Mamíferos de Bogotá y dónde encontrarlos. El tema lo escogieron porque durante el pregrado, Sara hizo parte del grupo de investigación de mamíferos de la Universidad Nacional. Una decisión que resultó ser acertada.
“Era el tema que más teníamos claro”, cuenta Sara. “Resultó ser muy útil para la divulgación científica, porque no es solamente un libro que te sientas a leer, sino que al tener que colorearlo, le pones más atención a cada animal y detalle”.
Los libros de la Zarigüeya Lectora
Después de Mamíferos de Bogotá, siguió la publicación de Aves de Bogotá y dónde encontrarlas, que cumple con el mismo principio. También realizaron el libro Mamíferos del bosque nublado, aunque ese no fue para todo el público, sino un encargo de una reserva forestal.
Para cada libro, el proceso es similar. El primer paso es saber qué animales hay en un territorio. “Hacemos una lista de animales e investigamos, por ejemplo, en bases de datos cuáles son los que hay registrados para la zona sobre la que haremos el libro”, explica.
Luego de ese ejercicio bibliográfico, sigue hacer la elección de los animales que incluirán en el libro. Pero aquí el criterio que tienen es que, además de importantes, sean especies que no son tan reconocidas, “y pongo un ejemplo como el coatí: la gente no sabe que es un animalito muy común en los cerros orientales (de Bogotá). Vamos a eso, a visibilizar a esos animales que la gente no sabe que tiene en su ciudad”, explica Sara.
Y de ahí el nombre de Zarigüeya Lectora. A pesar de su papel clave para controlar plagas o diseminar semillas, las zarigüeyas tienen ‘mala fama’: “Muchas personas dicen que es una rata, que huele horrible, que se come las gallinas”. La idea, entonces, de Sara y Rodrigo es también resaltar la importancia de esos animales que no son tan carismáticos.
Además, porque el conocimiento es necesario para la conservación. “El primer paso para empezar a conservar es conocer lo que se tiene. Sentimos que nuestro libro ha tenido un recibimiento muy amplio y que, por eso, estamos generando un cambio pequeño. Nuestros libros, por ejemplo, los utilizan para actividades en colegios y de la Secretaría de Ambiente (de Bogotá)”, reflexiona Sara.
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Sacar a la ciencia de la academia
Por eso, uno de los temas que mencionan en los libros es el de los eventos de extinción. “Cuando uno dice extinción, piensa en los dinosaurios, ¿cierto?, pero los biólogos de esta época se están dando cuenta que hemos perdido tantas especies y tan rápidamente, que podríamos estar desencadenando una nueva extinción”, cuenta la bióloga.
Lo que hacen Sara y Rodrigo, a través de los libros de la Zarigüeya Lectora, es hablar de esto de manera clara y entendible para cualquier persona (desde niños hasta adultos) y de una manera que no sea catastrófica, sino promoviendo la conservación. Hablan, por ejemplo, de la responsabilidad compartida de todas las personas para el cuidado de la biodiversidad.
“Es importante empezar a proteger los ecosistemas en serio, porque podemos perder mucha diversidad para siempre y eso puede ser muy grave para nuestra existencia, pues nosotros dependemos de esa estabilidad. Y es un tema que uno ve en clase, yo lo vi en una materia que se llama Biología de la conservación, pero no sale mucho de esos ámbitos académicos. Entonces nosotros tratamos de decirlo de forma clara”, indica Sara.
Tal convicción es lo que guía el trabajo a futuro de la Zarigüeya Lectora. Actualmente, explica Sara, están trabajando en un libro de fauna y flora de Bogotá, así como en una suerte de enciclopedia de animales representativos de toda Colombia, incluyendo, sobre todo, a esos animales que son importantes en los diversos ecosistemas del país, pero no tan conocidos.
Y mientras planean esas publicaciones, ambos estudian sus respectivas maestrías, Sara en Ciencias – Biología y Rodrigo en Geografía, al tiempo que planean lo que sigue para una editorial que busca que la ciencia deje de ser un tema exclusivo de la academia.