Peleas entre políticos, protestas en las calles, récords y comienzos de nuevas épocas hicieron parte de estas cinco posesiones presidenciales fuera de lo común.
El próximo domingo siete de agosto se posesiona el nuevo presidente, Gustavo Petro, siguiendo una larga tradición de posesiones presidenciales realizadas, en su gran mayoría, en la conmemoración de la victoria de la Batalla de Boyacá, hecho fundamental para la independencia de Colombia.
Y aunque en los últimos años han ocurrido anécdotas, como en 2006 ,cuando la entonces presidenta del Senado, Dilián Francisca Toro, le colocó la cinta al expresidente Álvaro Uribe Vélez al revés, o la fuerte lluvia que cayó el día de la posesión de Iván Duque, muchas otras, menos recientes, tuvieron componentes más insólitos.
Estas son cinco posesiones presidenciales que no salieron como se esperaba, entre 1898 y 1953.
1. Manuel Antonio Sanclemente en 1898
Sanclemente tiene el récord, hasta ahora invicto, de ser el hombre de mayor en edad en haberse posesionado como presidente de Colombia. A pesar de haber sido electo a sus 85 años, en febrero de aquel año, el presidente no pudo asistir a la posesión presidencial del siete de agosto por problemas de salud.
Debido a ello, su vicepresidente, José Manuel Marroquín, tomó la posesión en su lugar. Meses después, en noviembre de 1898, Sanclemente, que vivía en Buga, fue a Bogotá para posesionarse oficialmente.
Sin embargo, no se quedó en la capital mucho tiempo, pues se mudó a Villeta por su clima cálido para gobernar desde allí. Pero su Gobierno no duró: muchos en Colombia pensaban que Sanclemente no era un buen presidente por su edad y enfermedad y, en julio de 1900, el vicepresidente José Manuel Marroquín lo derrocó con la ayuda de los conservadores y algunos liberales.
Sanclemente perdió su cargo y murió dos años después en Villeta.
2. Rafael Reyes Prieto en 1904
Reyes pasó a la historia por ser el presidente del ‘quinquenio’, ya que gobernó durante los cinco años posteriores a la crisis en la que se encontraba el país por la independencia de Panamá, o “pérdida”, según su versión de los hechos.
Sin embargo, también es recordado porque su gobierno tenía fuertes tintes dictatoriales. Por ejemplo, Reyes disolvió el cargo de vicepresidente porque se peleó con su fórmula. Debido a ello, fue el último presidente en tener fórmula vicepresidencial, algo que cambio solo hasta 1991 con la redacción de la nueva Constitución.
Desde el día cero se auguraba que su Gobierno iba a ser polémico pues el siete de agosto de 1904, el Capitolio fue el epicentro de un drama político cuando el presidente del Senado, Joaquín Fernando Vélez, se negó a tomarle juramento al presidente electo.
Meses atrás, Rafael Reyes había derrotado en las urnas a Vélez por un margen muy estrecho. Y aunque Vélez no aceptó el resultado y apeló por un presunto fraude en La Guajira, la comisión escrutadora ratificó que Reyes había ganado y era el presidente.
Debido a las rencillas políticas entre ambos líderes conservadores, el presidente de la Cámara de Representantes, José Vicente Concha, tuvo que realizar el rito de paso para que Reyes se posesionara.
3. Miguel Abadía Méndez en 1926
Probablemente una de las posesiones y uno de los Gobiernos más polémicos del siglo XX en Colombia correpondieron con el presidente conservador Miguel Abadía Méndez. Al igual que con Rafael Reyes, desde el mismo siete de agosto de 1926, Abadía Méndez comenzó a gobernar con el pie izquierdo.
Su posesión era uno de los eventos más esperados del año en el país, pues ese día se iba a inaugurar el nuevo Capitolio en Bogotá, aquel que conocemos hoy en día y se encuentra en la Plaza de Bolívar.
La construcción del edificio terminó a tiempo pero, durante la posesión, asistió tanta gente,que no había puestos para sentarse e, incluso, al mismo presidente le costó pasar al frente para hablar. Los diarios de la época señalan que su discurso, aunque aplaudido, no fue muy emocionante.
Por el contrario, el protagonismo de la tarde se lo llevó el antecesor de Méndez, Pedro Nel Ospina y su exministro y futuro presidente, Laureano Gómez. La Plaza de Bolívar y las calles del centro de la ciudad estaban llenas de gente que mostraba su apoyo a Ospina, quien dio un discurso acompañado de Laureano Gómez que, según los diarios, los convirtió en los verdaderos protagonistas de ese siete de agosto.
Mientras eso ocurría, el recién nombrado Ministro de educación fue abucheado en la calle real, por un grupo de estudiantes que protestaban en contra de su nombramiento.
Así comenzó el Gobierno de Abadía Méndez, quien sería recordado como uno de los más represivos por la Masacre de la Bananeras y criticado por su gestión en medio de la crisis de la Gran Depresión económica. Además, fue el Gobierno que concluyó la ‘Hegemonía Conservadora’ luego de 44 años de ese partido en poder.
4. Enrique Olaya Herrera en 1930
Cuatro años después del discurso de Abadía Méndez en el nuevo Capitolio, se posesionó el primer presidente del Partido Liberal en el siglo XX. La elección de Enrique Olaya Herrera marcaba un cambio en la forma de gobierno que despertó la esperanza de muchos y la preocupación de otros sectores, los más conservadores de la sociedad.
En 1930, comenzaba la llamada “República Liberal” y terminaba la “Hegemonía Conservadora” que había durado casi medio siglo. Y como el ambiente político del país era ese, la posesión de Olaya Herrera estuvo llena de manifestaciones en Bogotá, sobre todo por parte de aquellos que lo apoyaban. .
Según cuenta el diario El Tiempo, en su edición del ocho de agosto de 1930, en Bogotá nunca se había visto una manifestación tan grande hasta aquel momento. Desde San Cristóbal hasta Chapinero, y desde Monserrate hasta Fontibón; la ciudad estaba llena de manifestantes en las calles, muchos que habían viajado de otros lugares del país para presenciar la posesión presidencial.
5. Gustavo Rojas Pinilla en 1953
No todas las posesiones presidenciales ocurrieron el siete de agosto y en el caso de Gustavo Rojas Pinilla, tampoco se debía a la posesión de un presidente electo por voto popular.
Rojas Pinilla es conocido como “el único dictador que ha tenido Colombia”, aunque no hay un consenso claro sobre esa afirmación. Lo que sí es un hecho es que llegó al poder a través de un golpe de Estado ‘cívico-militar’, apoyado por una facción del Partido Conservador y el Liberal, el 13 de junio de 1953.
Muchos sectores de la sociedad estaban insatisfechos con la gestión de Laureano Gómez, quien presidía el país antes que llegara Rojas Pinilla. Por ello, liderados por Mariano Ospina Pérez, se organizaron para quitarle el poder.
El plan inicial era posesionar a Roberto Urdaneta, quién estaba remplazando a Gómez en sus funciones debido a que el presidente estaba enfermo. Sin embargo, dijo que sólo aceptaría el nombramiento si el presidente electo renunciaba, algo que no ocurrió.
La segunda opción era que Mariano Ospina fuese nombrado presidente, pero él tampoco aceptó. Por lo que Rojas Pinilla decidió nombrarse a él mismo como presidente y se posesionó el 14 de agosto de 1953.