Buscar financiación para proyectos que impacten positivamente a comunidades es una de las tareas más difíciles para las organizaciones. Cuatro consejos para estructurar y presentar propuestas.
Colombia Visible presenta estos cuatro consejos para saber dónde y cómo conseguir financiación estratégicamente, con base en las recomendaciones de Paola Sanabria, coordinadora de investigación y datos de Innpactia, plataforma que facilita el acceso a fondos de este tipo en América Latina.
1. Tener un objetivo claro
Lo primero que se debe hacer antes de presentar un proyecto a posibles financiadores es tener claro su objetivo. Es importante comenzar haciendo una lluvia de ideas, basándose siempre en los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, que actualmente son criterios casi universales para aquellas organizaciones que otorgan financiación.
Luego es necesario definir cuáles son las poblaciones que se benefician con el proyecto y en qué aspectos. Por ejemplo, si se trabaja en un proyecto sobre educación para jóvenes, es posible que impacte positivamente otros frentes como la desigualdad. De esta manera es posible saber a qué ODS le apunta cada iniciativa.
También es importante tener en cuenta los detalles: plantear cuánto tiempo durará la implementación, si el proyecto puede dividirse en fases y qué necesita específicamente para cada una de dichas etapas.
Asimismo, es importante que el proyecto sea flexible. Probablemente, el posible financiador pedirá que ajuste algunas cosas, así que es importante tener claridad sobre lo fundamental de la iniciativa: aquello que es inamovible y lo que sí se puede cambiar.
2. Escribir la propuesta con tiempo
La gran mayoría de financiadores abre convocatorias al público, y en esos procesos se deberán presentar textos que expliquen de qué se trata cada proyecto, a quiénes y por qué impacta positivamente, además de cuánto tiempo le tomará hacerlo.
Es recomendable que los proponentes se tomen el tiempo suficiente para escribir una buena propuesta de máximo cinco páginas, teniendo en mente que las organizaciones reciben una gran cantidad de proyectos y los leen todos, lo que implica que cuentan con un tiempo limitado.
Además, la propuesta no debe exceder los límites que exigen los financiadores, porque reducirá significativamente las posibilidades de ganar las convocatorias.
3. La búsqueda: ¿quiénes lo pueden financiar y por qué?
Uno de los errores más comunes a la hora de procurar financiación es aplicar al llamado de cualquier organización, ya que la propuesta es rechazada más fácilmente.
Paola Sanabria asegura que en un contexto retador como el de conseguir recursos, es importante ser estratégico: tener entre 10 y 15 opciones a las que presentar la iniciativa.
Las convocatorias pueden encontrarse en estos frentes:
A. Plataformas que consoliden convocatorias e información
Existen plataformas que trabajan agrupando convocatorias públicas de distintos financiadores, en las que se puede encontrar aquellas que más se adapten a las necesidades del proponente. En Colombia, por ejemplo, está Innpactia, que publica alrededor de 90 convocatorias semanalmente.
B. Páginas de instituciones públicas
Otras plataformas como grants.gov o APG Colombia publican ofertas que provienen de Estados o de cooperación internacional, como el PNUD o la Unión Europea.
C. Redes Sociales
En la actualidad muchas convocatorias se pueden encontrar en redes sociales utilizando hashtags como #convocatorias, #grants, #premios o #subvenciones. También hay otras etiquetas más específicas que responden a las temáticas que se buscan financiar, por eso es importante tener claro los ejes temáticos del proyecto.
D. Las páginas web de oferentes
Los principales actores de cooperación internacional como USAID, Tinker Foundation, Fundación Ford y Bill and Melinda Gates Foundation publican regularmente convocatorias en sus páginas web. Existen también entidades que ofrecen mentorías para la realización de proyectos y tienen criterios más flexibles que las de organizaciones un poco más grandes.
Otra de las posibilidades que existen es llevar la propuesta a las fundaciones que manejan la responsabilidad social empresarial de compañías colombianas, como Sura o la Fundación Davivienda.
F. Bases de datos de entidades públicas
Las entidades estatales, como alcaldías y gobernaciones, suelen tener destinado parte de su presupuesto a apoyar iniciativas sociales. Estas convocatorias se difunden a través de bases de datos a las que los proponentes deben estar inscritos.
Los interesados deben poner sus datos en dichas bases de datos para que conozcan de primera mano cuando lanzan las ofertas de financiación. Asimismo, se recomienda revisar frecuentemente sus páginas y redes sociales.
G. Grandes redes de afiliados solidarios
Existen redes de organizaciones de la sociedad civil que cooperan para buscar financiación y republicar convocatorias. Civicus o Raci son algunas de ellas.
4. Filtrar y aplicar
Una vez hecha la búsqueda, es tiempo de aplicar a aquellas que se adapten mejor a los objetivos de la propuesta. Cada convocatoria puede tener formatos distintos, por lo que tendrá que ajustar la aplicación según los criterios solicitados.
Aplicar es un proceso largo y es necesario tener presentes los calendarios de cada una de las convocatorias. Usualmente, estas cierran a mediados y finales de cada año, y suelen tener lapsos de seis meses para aplicar. Lo ideal es tener el material de la propuesta listo, una vez las convocatorias abran.