La estrategia de planeación departamental, que hasta el momento lleva nueve versiones y tiene una red de 300 emprendedores, es un espacio ideado para que las personas se capaciten en temas de negocio y aumenten sus ventas.
En Arauca existe una estrategia encaminada a transformar la manera como se ha entendido el coworking hasta el momento. Se trata de la habilitación de un espacio que permite apalancar y reunir a decenas de pequeños emprendedores de los siete municipios del departamento bajo un mismo fin: mostrar sus productos, mejorar su idea de negocio y potenciar sus ventas.
Luz Yanid Cortés, coordinadora del Coworking Departamental de Arauca, explica que la estrategia comenzó a ‘desempolvarse’ mientras la administración buscaba herramientas para asegurar que la reactivación económica se diera en todos los niveles de la cadena productiva.
“La prueba piloto la hicimos con una Asociación que agrupa a 200 personas en la producción de miel en Tame. Los representantes fueron a la Gobernación a mediados de 2021 y en un solo día vendieron 1.300.000 pesos. Es la venta más alta que han tenido hasta el momento”, explica Cortés.
De inmediato, las personas ubicadas en barrios apartados y veredas comenzaron a llegar, pues el voz a voz se había encargado de consolidar la estrategia como una plataforma de visibilización. Hoy ya cuentan con una red de 300 emprendedores y decenas de voluntarios que se ofrecen a capacitar al personal en temas como, por ejemplo, manejo de redes sociales y posicionamiento de productos, que pueden ser desde alimentos hasta textiles o artesanías.
En la novena versión del Coworking que se realizó en febrero participaron veinte personas. El espacio dejó una cifra total en ventas de 10 millones de pesos, ratificando el impacto demostrable que ha tenido la estrategia dirigida, principalmente, a ese porcentaje de trabajadores informales en Arauca, un departamento que cerró el 2022 con una de las tasas de informalidad más altas del país con un 29%, según el Dane.
“La informalidad está en la calle, pero lo que necesitamos es que ese emprendedor conozca la oportunidad para que, por convicción, pueda ser formal”, añade Cortés, agregando que para eso son indispensables las capacitaciones y el acompañamiento del gobierno local.
Además de la novena versión de coworking, el año pasado, desde la oficina de Gestión Social, también realizó una rueda de negocios, evento en el que se vendieron 205 millones de pesos, de los cuales quedaron 176 millones en ventas efectivas.
Cifras como esta, según Luz Yanid, ayudan a desarrollar el tejido empresarial de los pequeños emprendedores de Arauca. Además, en campo, las personas adquieren conocimientos prácticos sobre hasta dónde hacer una rebaja o cómo negociar con el cliente.
El espacio está abierto a cualquier emprendedor, y entre los asistentes figuran personas de la tercera edad, campesinos y migrantes. “Lo importante es que todos lleguen con ideas de trabajo. La gobernación también entra a apoyar cuando ve que al pequeño empresario le faltan etiquetas o empaques, temas más técnicos”, sostuvo cortés.
“Las instituciones han visto en el coworking un aliado con la población. El año pasado nos llegó Save The Children, una organización internacional, interesada en apoyar a los emprendedores con recursos, que además nos pidió aprovechar el coworking de Arauca para potenciar las ventas de los emprendedores suyos”, recuerda Cortés.
Este Coworking público se ha convertido en una vitrina que agrupa y exhibe todo el potencial productivo del departamento.