Por ofrecer inagotables herramientas y ser fuente de inspiración personal y profesional, estos ocho escritores, cercanos hoy al trabajo de la Fundación Gabo, admiran las obras del Nobel. Los pusimos en la difícil tarea de escoger una favorita.
Cuentos, reportajes, novelas, guiones cinematográficos, discursos, crónicas e historias cortas componen el amplio portafolio del multifacético Gabriel García Márquez, uno de los escritores de habla hispana más influyentes de la historia.
Para reconocer esa inagotable capacidad de escritura, así como la inspiración y legado que su obra ha generado en escritores y periodistas de todo el mundo; y conmemorar el día de su natalicio, le preguntamos a ocho autores y autoras vinculados a la Fundación Gabo cuál es su texto favorito del Nobel de literatura.
Juan Gabriel Vásquez
Novelista bogotano, tiene un doctorado en Literatura Latinoamericana de la Universidad de La Sorbona en París y es considerado uno de los más importantes novelistas latinoamericanos de su generación. Se ha destacado también como traductor al llevar al habla hispana obras de autores históricos como Joseph Conrad y Víctor Hugo. De igual manera, es columnista de los medios El Espectador y El País, de España.
Cuenta Juan Gabriel que, todos los años trata de corregir su opinión o cambiarla al respecto pero no lo logra. Su obra favorita de Gabriel García Márquez sigue siendo, a pesar del paso del tiempo, Cien Años de Soledad.
Además, agrega que la publicación de esta obra es uno de los acontecimientos más importantes de la literatura en lengua española.
“García Márquez es el escritor mas determinante para novelistas de los cinco continentes: desde Peter Carrey, en Oceanía; pasando por Salman Rushdie, en India; Mo Yan, en China; Ben Okri, en África, hasta escritores europeos y de Estados Unidos como Toni Morrison. Para todos García Márquez, y Cien Años de Soledad, fue quien les permitió escribir los libros que querían escribir. De manera que esa es la obra más determinante de García Márquez para la literatura del siglo XX”, sostiene.
Asimismo, dice que en lo personal le gusta más que sus otras obras por ser una caja de herramientas: “Uno aprende a pasar de un párrafo al otro, a manejar el tiempo, a imprimirle al lenguaje una energía interior con la cual se logran proezas narrativas constantemente, tiene esa magia especial que no tienen todos los libros, ni siquiera muchos de mis favoritos, que es la de que uno puede abrir el libro en cualquier parte y siempre está pasando algo interesante”.
Con esa novela, dice Juan Gabriel, «Gabo nos dejó a los novelistas colombianos una lengua enriquecida, más útil, más dúctil, más hábil de la que teníamos antes para contar nuestra realidad, que siempre nos está retando”.
Piedad Bonnett
Novelista, poeta y dramaturga antioqueña. Nació en el municipio de Amalfi y es licenciada en Filosofía y Letras de la Universidad de Los Andes, en Bogotá, donde también fue docente. Ha escrito 12 libros, entre poesía y novela, siendo Explicaciones no pedidas una de las más célebres.
Cuenta Piedad que una de sus obras favoritas de García Márquez es el cuento La siesta del martes, que hace parte del libro Los funerales de la Mama Grande.
“Me gusta por la parquedad y precisión de la historia y por la belleza de lo que narra. La historia de la madre de un ladrón que busca la tumba de su hijo para ponerle flores. La dignidad de la pobreza y la relatividad de la ética, en un mundo opresivo para los débiles, son señalados en este cuento”, comenta.
Jon Lee Anderson
Periodista estadounidense. Comenzó su carrera en Perú, en el semanario The Lima Times y desde entonces se especializa en temas de política latinoamericana y conflicto armado. Ha escrito para grandes medios como The New York Times, The Guardian y El País, entre otros. Asimismo ha escrito diversos libros y perfiles de personajes como Gabriel García Márquez, Fidel Castro, Augusto Pinochet y Hugo Chávez, entre otros. Hoy forma parte de la plantilla permanente de la revista The New Yorker.
Su texto favorito de Gabo, dice, es Cien Años de Soledad.
«Cuando leí este gran novela, a los diez años de haberse publicado, teniendo yo unos 19, resultó una verdadera epifanía en mi vida. Por un lado, a través de un poder narrativo muy original y atractivo, Gabo logró crear un mundo literario propio que absorbía al lector, imbuido de una realidad tan ficcional como real, resonando con historias y mitologías todavía activas y dinámicas».
Y agrega: «De una manera magistral probó que en este mundo, y no solamente dentro del ‘realismo mágico’, la realidad percibida termina siendo la realidad fáctica para un buen numero de personas. Así, Gabo conectó el mundo real con lo imaginario, que es, al fin y al cabo, lo que mueve este mundo, tanto en las malas como en las buenas».
Sabrina Duque
Periodista, cronista y traductora ecuatoriana. Nació en Guayaquil, pero ha vivido en varios países como Portugal, Brasil y, ahora, Nicaragua, donde escribe, sobre todo, de su gente, la naturaleza volcánica del país y política. En 2020 publicó Necesito saber hoy de tu vida, su más reciente trabajo, compuesto de nueve perfiles de personajes brasileños y portugueses que han tenido un impacto significativo en la sociedad.
Cuenta que Noticia de un secuestro es el libro que mayor impacto ha tenido en su vida y que la llevó, en últimas, a decidirse por el oficio que hoy ejerce, ese que Gabo mismo calificó como ‘el mejor oficio del mundo’.
“Fue el regalo que me dio un amigo muy querido cuando me gradué del colegio. Yo ya era lectora de García Márquez, había leído Cien años de soledad y mi novela favorita era El amor en los tiempos del cólera, pero aún no había descubierto al periodista que había sido. Noticia de un secuestro contaba la historia de personas que no eran personajes y al leer esa obra en mí despertó algo: el deseo de contar historias de la realidad con herramientas de la literatura”.
Ricardo Silva Romero
Este escritor bogotano estudió Literatura en la Universidad Javeriana y realizó una maestría en cine en la Universidad Autónoma de Barcelona. Ha escrito cuentos, obras de teatro, biografías, columnas y, sobre todo, novelas. Río Muerto es el título de la última, que publicó en 2020. Además, en el 2007 fue elegido por la organización del Hay Festival como uno de los 39 escritores menores de 39 más importantes de América Latina.
Dice que su libro favorito de Gabo es El amor en los tiempos del cólera, pero duda al recordar obras como Crónica de una muerte anunciada.
“No sé si El amor en los tiempos del cólera sea el mejor, pero me salvó de enloquecerme mientras trataba de adaptarme a una vida nueva. Pensándolo bien, porque lo leí hace más de veinte años, no fue la historia de amor lo que me enganchó tanto a la novela (no fue el romanticismo tan triste que lo empuja a uno a pasar páginas y páginas lo que me fascinó), sino las biografías accidentadas de los dos personajes. Por supuesto, el modo irrepetible como están contadas, pero también la constatación, capítulo a capítulo, del paso del tiempo”.
Marta Lucía Orrantia
Es periodista y autora de ficción, nacida en Bogotá. Fue editora de la revista Gatopardo, así como editora internacional de SoHo. Además, fundó y dirigió la versión andina de la revista Rolling Stone y fue, también, docente de la Maestría en Escritura Creativa de la Universidad Nacional. Publicó su último libro en el 2016, titulado Mañana no te presentes y, próximamente, publicará ¿Por qué no te has muerto?
Dice que la primera vez que leyó El ahogado más hermoso del mundo, cuento que García Márquez escribió en 1968, tendría unos trece años.
“Como las mujeres que limpiaban el lodo y las conchas de la cara y del cuerpo del ahogado, yo comencé a enamorarme de él. De su imponencia, de su bondad. Esteban (así le pusieron a medida que lo limpiaban y vestían su cuerpo descomunal con un pantalón hecho de velas de barco) se convirtió en mi ahogado. En mi pariente. Era el bobo grande, el tonto-hermoso, no solo de todo ese pueblo que lo despedía con flores y lágrimas, sino mi propio muerto”, comenta.
Y agrega que este cuento de García Márquez, “tiene algo de mito fundacional de los pueblos costeños y se ha quedado conmigo desde ese entonces. Al terminar la adolescencia tuve un gran danés al que bauticé Esteban en honor del ahogado y, desde entonces, cada vez que entro a la casa de mi abuela momposina, me pregunto si los techos los hicieron tan altos y las puertas tan grandes, no para ahuyentar el calor infernal de las dos de la tarde, sino para dejar entrar al hombre más hermoso que jamás existió”.
Jorge Carrión
Doctor en humanidades de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y codirector de la maestría en Creación Literaria de esa Universidad, nació en Tarragona, España, pero ha vivido, sobre todo, en Barcelona y Mataró. Es autor de varias novelas, así como de diversos relatos de no ficción. También escribe de manera regular en las secciones de opinión de The New York Times en español y La Vanguardia.
De todos los textos de García Márquez, dice, “en el que más pienso, el que mas recuerdo, es El Coronel no tiene quién le escriba«.
Eso, explica, porque lo leyó con sus alumnos de secundaria, cuando era profesor de colegio, “y nunca agoté los significados. Es un texto breve pero de algún modo infinito, lleno de estratos”, afirma.
Y agrega: “Es un libro al que uno vuelve cuando quiere encontrar ejemplos de efectividad narrativa, de síntesis y de poder simbólico: la polisemia del gallo, o cómo se describe la vida austera del coronel y de su esposa, o el tema de la eterna espera de esa carta que no llega. La verdad es que es un texto muy poderoso, cuya lectura recomiendo muchísimo, y quizá, también, su relectura”.
John Jairo Junieles
Abogado de profesión y periodista y escritor de oficio, es oriundo de Sincé, Sucre. Creció en Cartagena, pero vive en Bogotá. Ha sido docente de Periodismo en la Universidad de Cartagena, así como de la maestría en Escritura Creativa de la Universidad Nacional y de Guion en la Universidad Javeriana. Ha publicado novelas, reportajes, columnas y poemas, siendo El hombre que hablaba de Marlon Brando su más reciente libro.
John Jairo dice que “hay casos en que las palabras y el cine se entrelazan en un todo perfecto, tanto que no se sabe cuándo empieza un arte y termina el otro”.
Así, dice, fueron las relaciones que sostuvo Gabriel García Márquez con el cine: “mágicamente inseparables”.
Y agrega: “Por eso me gusta tanto La increíble y triste historia de la Cándida Eréndira y su abuela desalmada, porque primero la vi en cine, en la adaptación del brasileño Ruy Guerra (1983), y después leí el relato. No sabría con cuál de las dos experiencias quedarme, porque son un ejemplo maravilloso de cómo un universo puede existir, en diferentes artes, con el mismo poder de sugestión. Además, personalmente creo que en ese cuento Gabo supo aprovechar con plenitud la tradición fantástica de Las mil y una noches, entre otras fuentes, y armonizar todas esas claves generales en una estética personal que luego llamarían ‘realismo mágico‘”.