Así se organizó la comunidad del Centro Internacional para promover el turismo en su barrio

En el corazón de Bogotá, un grupo de ciudadanos, empresarios y vecinos decidieron tomar el destino de su entorno en sus manos. Así nació una asociación que, con el tiempo, se convirtió en un modelo de gestión urbana ejemplar, que hoy le apuesta al turismo como motor de desarrollo.

En el Centro Internacional de Bogotá, uno de los sectores más importantes de la ciudad, el cuidado del espacio público, la limpieza y el mantenimiento no han sido tareas priorizadas por las autoridades distritales. Es normal. En una ciudad tan grande como la capital, a pesar de contar con lugares con valor estratégico, resulta difícil mantener una atención focalizada en un solo punto. Por eso, los habitantes del barrio decidieron tomar cartas en el asunto.

Desde hace 37 años, la Asociación Gremial Cívica Centro Internacional San Diego – AsoSandiego – ACSD ha sido un actor clave en el proceso de renovación y cuidado de este sector estratégico ubicado en el corazón de Bogotá. Eso, a través de estrategias que apuestan por la seguridad, el mantenimiento del espacio público, la promoción cultural y, más recientemente, el turismo. 

De hecho, desde hace poco más de un año crearon Visit Centro Internacional un proyecto que ha logrado articular actores públicos y privados para reactivar cultural y turísticamente el territorio. Para hablar de ello, sin embargo, hay que conocer antes un poco más sobre la razón de ser de la Asociación.

Fundada en 1987 por iniciativa de empresarios, vecinos y residentes del sector, la asociación nació con el propósito de promover el desarrollo sostenible, la conservación del espacio público y la mejora en la calidad de vida de quienes transitan y habitan ese sectorcaracterizado también por su actividad empresarial.

«Trabajamos diariamente por el cuidado, el mejoramiento y el mantenimiento del territorio del Centro Internacional, un área que se extiende desde la calle 24 hasta la calle 36, entre la avenida Caracas y la carrera Quinta. Son 105 hectáreas con una población flotante diaria de aproximadamente 220.000 personas», comenta Juan Pablo Orozco Aragón, director ejecutivo de la asociación. 

La fuerza de AsoSandiego radica en su carácter cívico. Actualmente, más de 140 miembros hacen parte de la asociación, entre ellos grandes empresas, pequeños comercios, centros culturales, restaurantes, hoteles y residentes.

Apropiarse del territorio

AsoSandiego trabaja diariamente por el cuidado y mantenimiento del Centro Internacional, un territorio de 105 hectáreas entre las calles 24 y 36, desde la avenida Caracas hasta la carrera Quinta, que recibe a cerca de 220.000 personas cada día. | Foto: Cortesía - AsoSandiego

Uno de los pilares fundamentales de AsoSandiego es la seguridad, entendida como un ejercicio de corresponsabilidad ciudadana. Su enfoque parte de la organización comunitaria y de una colaboración constante con entidades distritales y nacionales como la Policía, el Ejército, y las secretarías distritales de Seguridad y de Gobierno. “Lo que tenemos es un ejercicio de trabajo en unidad”, añade el director.

Un ejemplo de esta articulación es la red de radios UHF para seguridad y emergencias, considerada la más grande de Bogotá, que permite comunicación en tiempo real entre ciudadanos, empresas de seguridad, administradores de edificios y autoridades. “Tenemos conectados a los centros de monitoreo, a los comandantes de los CAI, a la estación tercera de Policía y al Batallón 13 del Ejército”, precisa Orozco.

Además, han instalado cámaras de videovigilancia en espacios públicos, cuya gestión es posible gracias a la Resolución de los DEMOS (Distritos Especiales de Mejoramiento y Organización Sectorial), una figura legal que permite a comunidades organizadas como esta gestionar el territorio en alianza con el Distrito. A través de estas cámaras, se reportan movimientos sospechosos, vehículos mal estacionados y demás.

Sin embargo, su apuesta va más allá de la seguridad. Desde su enfoque de “apropiación positiva del espacio público”, AsoSandiego impulsa acciones que buscan resignificar el entorno urbano, fortaleciendo el vínculo entre comunidad y territorio, promoviendo la transformación de la dinámica cultural, turística y gastronómica de este núcleo estratégico. Esta apropiación no se entiende como ocupación ni como beneficio privado, sino como una práctica colectiva y cívica orientada al bien común.

Así, han liderado jornadas de jardinería, limpieza de zonas deterioradas, recuperación de parques, mantenimiento de plazoletas y embellecimiento de monumentos, promoviendo un modelo en el que la comunidad no solo habita el espacio, sino que también lo cuida y transforma.

Un ejemplo claro son las campañas de recolección de residuos orgánicos y electrónicos. Desde 2019 han logrado recuperar más de 52 toneladas de residuos especiales, generando conciencia entre los ciudadanos y fortaleciendo prácticas sostenibles en el sector. Estas acciones les han valido reconocimientos como la Orden Civil al Mérito José Acevedo y Gómez en grado de Gran Cruz, entregada por el Concejo de Bogotá en 2015.

Para sostener su funcionamiento y proyectos, la asociación cuenta con cinco fuentes de financiamiento: cuotas de afiliación, donaciones con destinación específica, recursos generados por proyectos propios en el territorio, premios y becas obtenidos en convocatorias, y más recientemente, fondos de cooperación internacional.

Llevar el territorio al mundo

La Plaza Cultural La Santamaría, ubicada en el corazón del Centro Internacional, es un espacio emblemático donde se realizan eventos culturales, ferias gastronómicas, conciertos y encuentros ciudadanos que promueven el arte y la cultura en Bogotá. | Foto: Cortesía - AsoSandiego

“El Centro Internacional es como la postal de bienvenida para quienes visitan Bogotá, un lugar que lo tiene todo. Si logramos atraer turistas y llevarlos a conocer nuestros negocios locales, cafés, restaurantes, tiendas artesanales y monumentos como los del Parque de la Independencia, el beneficio será para todos, especialmente para quienes vivimos aquí y aún conservamos la memoria de su historia», manifiesta Sandra Forero, miembro de la comunidad local y líder de una empresa de turismo.

En ese sentido, la asociación le apostó a crear su propia marca, al estilo de Colombia Travel, llamada Visit Centro Internacional, que se apalanca en el componente cultural que es otro de los frentes más visibles del territorio, así como de factores como la cercanía con el aeropuerto y la alta presencia de empresas, que desde hace años incentivan el flujo de turistas corporativos al territorio. La idea, dice Orozco, es que estos viajeros y otros tantos más tengan más razones para recorrer el barrio. 

«Solo en 2023 se realizaron 44 eventos gratuitos en el Centro Internacional, entre exposiciones, conciertos con la Orquesta Filarmónica de Bogotá, presentaciones de ballet y charlas ambientales, que convocaron a más de 17.000 personas», señala Juan Pablo. Esta programación refuerza el sentido de pertenencia, dinamiza el uso del espacio público y promueve el encuentro ciudadano en un sector que, por muchos años, fue percibido más como una zona de oficinas que como un lugar habitable o turístico.

La estrategia partió por una serie de acciones clave: establecer un polígono integral del territorio para identificar potenciales atractivos, desarrollar canales digitales para darlos a conocer y fomentar la colaboración entre actores, para lo cual existe un acuerdo de buena voluntad. Esto llevó, entre otras cosas, a la creación de un portal web con toda la información necesaria para recorrer el barrio, perfiles de redes sociales en las que se dan a conocer temas de agenda cultural y novedades y hasta una guía oficial. 

En ese sentido, uno de los logros más significativos ha sido la coordinación entre actores locales. Antes, cada equipamiento —museos, galerías, restaurantes y alojamientos— operaba de manera aislada. Hoy, existe un canal permanente de comunicación que ha impulsado la creación de experiencias conjuntas. Un ejemplo de esto es la alianza entre el Planetario y la Torre Colpatria, que permitió llevar telescopios al mirador para observación astronómica.

Valga decir que la gastronomía es uno de sus puntos más fuertes: como parte de la labor de mapeo de los posibles servicios turísticos en el territorio, tienen identificados al menos 76 restaurantes. 

Alejandro Castellanos, líder de ventas y marketing de los restaurantes Anna & Otto y La Tapería, señala que la iniciativa «nos ayuda mucho para ubicarnos en el epicentro del turismo gastronómico que tiene Bogotá. El Centro Internacional no solo alberga una variedad de sabores, sino que también buscamos con el Museo Nacional, el Planetario, la Torre Colpatria, ayudarnos a traer turistas que puedan conocer nuestra gastronomía.”

Con todo, el caso de AsoSandiego demuestra que la organización ciudadana y el trabajo colaborativo entre lo público y lo privado pueden producir transformaciones urbanas profundas y sostenibles. Se trata de un modelo replicable en otros sectores de la ciudad y del país. Lejos de encerrarse en los muros de cada edificio, esta comunidad ha optado por tejer redes, abrir las calles, habitar el espacio público y construir ciudad desde la cooperación, el civismo y la cultura.

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