Según los registros oficiales del Ministerio de Ambiente, en el Tolima hay 523 especies de aves, de las cuales 100 son endémicas. El biólogo Yair Guillermo Molina compartió con Colombia Visible cuáles son las cinco más reconocidas. Una guía para principiantes.
Gracias al lanzamiento del libro Aves del Tolima, una publicación realizada en colaboración con la Corporación Autónoma Regional del Tolima (Cortolima), Celsia y el periódico El Nuevo Día, se realizó la recopilación de las 100 especies endémicas de aves con las que cuenta el departamento del Tolima, con el objetivo de sensibilizar sobre su protección.
Para Yair Guillermo Molina, biólogo y doctor en ecología y evolución, “las aves son un pilar en los procesos de educación que buscan la conservación del medio ambiente. Cuando uno empieza a identificar estas especies, las observa y distingue comienza a ver el mundo de manera diferente. Somos más conscientes de que este también es su hogar”.
Estas son, para Yair, cinco especies insignia del Tolima, tanto que tres de ellas son símbolo de tres municipios.
Caminera tolimense (Leptotila conoveri)
Esta paloma, también conocida por los campesinos como ‘bujona’ por su hábito de cantar todo el día, se encuentra principalmente en latitudes de 1800 o 2500 m s. n. m. Según Yair, “suele hacer sus nidos en los cafetales, lo cual ha permitido que se escale la disminución de la especie y se encuentre amenazada de extinción”. Por su timidez, la caminera tolimense suele abandonar su nido a causa de la presencia humana. Fue declarada como símbolo de patrimonio ecológico e insignia del municipio del Líbano.
Colibrí cabecicastaño de Tolima (Anthocephala berlepschi)
Es emblemática del municipio de Ibagué y se encuentra distribuida mayoritariamente en zonas con una latitud de 1800 m s. n. m. en bosques húmedos y secos. Su característica más llamativa es su frente color castaño brillante. Debido a la baja densidad de su población es más difícil de ver que otra clase de colibríes.
Gorrión de anteojos (Atlapetes flaviceps)
Este gorrión puede medir en promedio 18 centímetros de longitud. Como lo aclara Yair, “por mucho tiempo paso desapercibido para los ornitólogos del país por su rapidez”. Es una especie que requiere de los bosques para su reproducción.
Actualmente, se considera el ave emblema del municipio de Villa Hermosa y es una especie sombrilla para la sensibilización del cuidado de los ecosistemas.
Chivito de páramo (Oxypogon stuebelii)
Este colibrí, también conocido como chivito del Ruiz, solo se encuentra en zonas de páramo. El acceso al Parque Nacional Natural de los Nevados, que dirige hacia el Nevado del Ruiz, es una ruta reconocida para su avistamiento.
Esta especie se encuentra amenazada debido a que su rango de distribución se ha ido disminuyendo por la intervención humana en los ecosistemas de páramos, con cultivos de papa o pastizales para el mantenimiento del ganado.
Amazilia Capiazul (Saucerottia cyanifrons)
El Valle del Alto de Magdalena y el Cañón del Combeima son algunos de los lugares donde se pueden divisar de forma más cercana a este colibrí verde con corona azul metalizada. Se encuentra en áreas que oscilan entre los 400 y 2100 m s. n. m. en matorrales y bosques.
Es de fácil observación debido “a su adaptación a los entornos humanos y falta de timidez para acercarse a los comederos que se adecuan para su alimentación”, aclara Yair.