En el Valle de Aburrá, la calidad del aire se mide pedaleando

100 habitantes de los 10 municipios que conforman el Valle de Aburrá fueron elegidos para que, desde la bicicleta, su medio de transporte cotidiano, monitoreen los índices de contaminación ambiental.

Que las personas sean figuras activas en el cuidado del ambiente, a la larga, de eso se trata la iniciativa Ciudadanos Científicos del Sistema de Alerta Temprana (Siata) del Área Metropolitana del Valle de Aburrá. Parte del programa consiste en que habitantes de los diez municipios del Valle, que se movilizan en bicicleta, tengan un medidor instalado en sus medios de transporte.

Dichas nubes son pantallas sensoras de bajo costo que sirven para monitorear, en tiempo real, la temperatura, la humedad relativa y el material particulado PM 2.5 (las partículas en el aire que pueden generar enfermedades respiratorias, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud). También hacen seguimiento al ruido ambiental.

100 de los 300 sensores que funcionan en la actualidad en el proyecto están instalados en bicicletas, los otros funcionan desde los hogares de los ciudadanos científicos y están conectados a la nube. El objetivo, explica Mauricio Ramírez, líder del equipo de Calidad del Aire del Sistema de Alerta Temprana de Medellín y el Valle de Aburrá (Siata), es “fortalecer la apropiación de las comunidades en su papel y responsabilidad para contribuir al cuidado y mejoramiento de la calidad del aire en la región”.

Ciudadanos científicos

Medidores de calidad del aire en bicicleta
Las 100 personas que medirán la calidad del aire desde su bicicleta fueron elegidas, a través de una convocatoria pública en 2020. / FOTO: Área Metropolitana del Valle de Aburrá

La iniciativa de Ciudadanos Científicos comenzó en 2015. En ese momento eran 100 sensores instalados en casas por todo el Valle de Aburrá. Fue solo en la tercera versión del programa que se sumaron a los usuarios de bicicleta.

La selección, explica Ramírez, se hizo a través de una convocatoria pública en el primer semestre de 2020. Los requisitos para los interesados en ser parte del programa eran tres: garantizar la conexión a internet de los sensores de bicicletas, pues esta información se envía a las bases de datos del Siata; habitar uno de los diez municipios del Valle: Barbosa, Girardota, Copacabana, Bello, Medellín, Envigado, Itagüí, Sabaneta, La Estrella y Caldas, y realizar recorridos en bicicleta de manera periódica por diferentes rutas.

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Después de ser seleccionados, los profesionales del Siata diseñaron, ensamblaron, calibraron e instalaron las nubes en las bicicletas. Todos los datos recolectados quedan disponibles en la página web del Sistema de Alerta Temprana o en la aplicación para celulares llamada Ciudadanos Científicos.

Esta iniciativa “tiene el propósito de participar en escenarios académicos y de investigación que fortalezcan nuestra relación con el territorio, a través de la comunicación pública de la ciencia y la divulgación científica”, indica Ramírez.

Y agrega que la meta es acercar “el conocimiento científico y tecnológico a las comunidades. Así, contribuimos a su bienestar a través de la gestión del riesgo en el territorio que compartimos”.

Los beneficios del programa

Medidores de calidad del aire en bicicleta
Los sensores permiten monitorear, en tiempo real, la temperatura, la humedad relativa y el material particulado PM 2.5. / FOTO: Área Metropolitana del Valle de Aburrá

“La estrategia hoy es un ejemplo a nivel nacional e internacional en el monitoreo a partir de sensores de bajo costo y ciencia ciudadana”, señala Ramírez. Esto, porque la información que han recolectado las estaciones de monitoreo a dos ruedas permite una mejor gestión de la calidad del aire, un tema que ha levantado una preocupación generalizada en los últimos años por las contingencias ambientales.

“Ciudadanos Científicos es una de las redes de medición más densas del Valle de Aburrá y mostró en el último año su capacidad de contribuir, no solo a monitorear el material particulado PM2.5 y las variables meteorológicas humedad relativa y temperatura, sino también a dar información útil para la gestión de la calidad del aire”, indica.

De acuerdo con el líder del equipo de Calidad del Aire del Siata, la participación ciudadana en esas mediciones ha permitido, entre otros, un monitoreo más amplio durante los episodios críticos de calidad del aire, y un enriquecimiento de las investigaciones locales sobre calidad del aire y meteorología.

En sus palabras, el programa de monitoreo en bicicletas “promueve la apropiación y acercamiento de la ciudadanía a temas ambientales, a partir de la idea de que todos podemos ser parte de las soluciones a la problemática de calidad del aire”.

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