Cinco cosas que debe saber antes de ir a Caño Cristales

La combinación de selvas húmedas, bosques, matorrales densos y flora amazónica hacen de La Macarena, en el Meta, una región cautivadora.

Se podría decir que es uno de los lugares más únicos del mundo, al mismo tiempo que es de los más imponentes que tiene la naturaleza colombiana. Caño Cristales se encuentra dentro del Parque Nacional Natural Sierra de La Macarena, en el Meta, en el centro-oriente de Colombia.

Por donde se vea en la zona de La Macarena hay naturaleza. Esta serranía hace parte del escudo guayanés, una formación rocosa catalogada como una de las zonas más antiguas de la tierra y también con mayor diversidad en especies.

Caño Cristales recibe solo 900 visitantes por día con el fin de proteger la fauna y flora del lugar. De acuerdo con el gobierno local, en la temporada de 2021 recibieron 6.609 colombianos y 773 extranjeros.

Además, estuvo cerrado entre noviembre de 2021 y junio de 2022 con el fin de proteger el estado más frágil de las plantas y ni siquiera los mismos habitantes de La Macarena podían ingresar al lugar. 

Por su parte, Cormacarena, Corporación para el Desarrollo Sostenible del Área de Manejo Especial La Macarena, estableció que entre junio y noviembre son los meses optimos para hacer turismo dentro del parque, ya que debido al periodo de reproducción de las plantas acuáticas, que le dan sus colores representativos, las temporadas de sequía no solo podrían impedir una experiencia completa como turista, sino también afectar el ecosistema de la zona.

Llegar a Caño Cristales es toda una travesía. Son 30 minutos en canoa a motor por el río Guayabero y, al tocar tierra firme, se recorren 40 minutos más en camionetas 4X4 hasta la entrada del parque. Dos horas después de recorrer uno de los cuatro senderos y bañarse en la cascada Diamante, se empiezan a ver los pequeños grupos de ‘Macarenia Clavigera’, la planta acuática que le da el color particular al río.

Desde la redacción de Colombia Visible le recomendamos cinco puntos a tener en cuenta para cuando viaje a Caño Cristales. 

1. Paisajes únicos, plantas endémicas

Caño Cristales
La Macarenia Clavigera es un alga que crece sosteniéndose de la roca sedimentada que forma el caño. / FOTO: Felipe Marino

En este destino se unen la Amazonía, la Orinoquía y el corazón de los Andes, creando tres ecosistemas distintos en un solo lugar y, gracias a la mezcla de clima caliente con zonas húmedas y otras más secas, se da una diversidad casi única en la fauna y la flora.

“Hay que conocer Caño Cristales para ver la Macarenia Clavigera, un planta acuática endémica y única en Colombia, así como contribuir a la conservación del medio ambiente, hacer turismo de naturaleza, aprender más sobre el territorio y lo que tenemos en Colombia”, asegura José Dumar Torres Guerrero, guía local.

2. La temporada para ir es específica

Caño Cristales
Caño Cristales presenta formaciones rocosas conocidas como 'los ochos', por la forma en la que cae el caudal a su paso. /FOTO: Felipe Marino

Aunque Caño Cristales se abre al público a inicios de junio, se debe ir entre finales de julio y noviembre, ya que es la temporada de lluvias de la región y el nivel del río es el adecuado para el mantenimiento de las plantas acuáticas.

“Se cierra por la sequía. Llega la temporada de verano, el agua se va, solo queda la roca y la ‘Macarenia Clavigera’ entra en estado de hibernación. La planta florece, bota la semilla y esa, conocida como canuto, se adhiere a la roca para darle vida a nuevas Macarenias”, explica Torres.

El parque se cierra para que la planta tenga su hibernación tranquila y ninguna persona camine sobre ella.

3. Diversidad única en el país (y el mundo)

Caño Cristales
La pava hedionda es una de las aves más particulares de la zona. Se le llama así por su mecanismo de defensa ya que, al sentirse amenazada, produce un aceite en su plumaje que huele muy mal. Es considerada como un fósil viviente. / FOTO: Felipe Marino.

La Serranía de La Macarena es considerada como uno de los refugios de vida silvestre más importantes del planeta. Además de ser un territorio con rocas de hace más de 1.200 millones de años, se encontraron varios pictogramas de culturas indígenas que habitaron la zona y de las cuales aún no se conoce mucho.

En toda la zona del Parque Nacional Natural Serranía de La Macarena se pueden encontrar osos hormigueros, jaguares, pumas, venados, ocho especies de monos, 500 especies de aves, 1.200 especies de insectos y 100 tipos de reptiles. Además hay 50 especies de orquídeas y 2.000 más de otras flores, follajes y plantas.

4. Turismo comunitario y sostenible

Caño Cristales
El río Caño Cristales forma la Laguna del Silencio antes de desembocar en el río Guayabero. / FOTO: Felipe Marino

A La Macarena se puede llegar en avión desde Cali, Medellín, Bogotá y Villavicencio y, como recomendación, con un tour ya adquirido para que instalarse y transitar sea más fácil además de apoyar el turismo local.

Aproximadamente 500 familias de La Macarena y 45 más de la vereda La Cachivera se benefician de las actividades que se hacen en la zona. “Las familias viven de las cabalgatas, la alimentación, guianza, el parrando llanero, las canoas a motor y los hospedajes”, comenta José Dumar.

En la zona se preocupan por un turismo ecológico y, como el ecosistema es muy frágil, está prohibido usar bloqueador solar, cremas, repelentes o cualquier químico que altere el agua o las plantas.

5. Otros planes para complementar la visita

Caño Cristales
Para poder tomar las mejores fotos del amanecer se viaja desde las 5 de la mañana a bordo de las canoas con motor de las comunidades locales. / FOTO: Felipe Marino

Hay muchas actividades para realizar en la zona. El río Guayabero, llamado así por el pueblo indígena que habitaba la región, es la vía principal de La Macarena y las canoas con motor recorren su caudal para llegar a los lugares de los que salen las caminatas.

Uno de los puntos a visitar es el Mirador. Para llegar hasta allá y ver una panorámica de la zona se debe subir por un camino en el que se ven cascadas y arte rupestre. De allí se conecta con Caño Cristalitos, una versión más pequeña del río de los siete colores, en la que se da el primer encuentro con la ‘Macarenia Clavigera’ y que cuenta con piscinas naturales y zonas para descansar durante el recorrido.

Otro de los lugares a visitar es la Laguna del Silencio, en la que se hace avistamiento de flora y fauna mientras se recorre en una canoa tradicional sin motor. Los únicos sonidos que se escuchan son los de los pájaros cantando.

Además se puede navegar por el río Guayabero en la madrugada para ver el amanecer y observar delfines rosados, babillas, tortugas y aves.

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