Aunque solemos recordar sobre todo a La Pola y a Manuela Beltrán, existen más heroínas de la independencia, destacadas por su papel en las contiendas libertadoras. Acá cinco de ellas.
A principios del siglo XIX, las mujeres del entonces Virreinato de la Nueva Granada, estaban lejos de ser simplemente personas influenciadas por las opiniones políticas de los hombres de la época. De hecho, muchas fueron participantes activas en la guerra y algunas llegaron a ser consideradas heroínas de la independencia al luchar por la patria.
Unas combatieron por la libertad, la justicia y la igualdad en campos de batalla vestidas, en muchas ocasiones, como hombres. Otras, apoyaban al ejército desde labores de cuidado como la confección de textiles e, inclusive, varias pasaron a ser íconos de la historia patria y del movimiento feminista como Policarpa Salavarrieta, ‘La Pola’.
Además, toda su lucha ocurrió en medio de un contexto en el que la élite masculina no consideraba que ellas debían ser ciudadanas de la nueva república. A pesar de ello, pelearon y murieron por defender su honor y el de ‘la patria’.
Esta es la historia de cinco que se convirtieron en heroínas de la época y que merecen su lugar en todas las historias que se cuentan alrededor de la independencia.
Juana Escobar
El parque principal de Corrales, Boyacá, lleva el nombre de esta mujer que, además de haber nacido en aquel municipio en 1782, cumplió un papel fundamental en las guerras de la independencia.
Juana Escobar ayudaba en la fuga de miembros del ejército independentista que eran buscados por las autoridades imperiales. Según señalan algunos registros, les indicaba las rutas de escape y aquellos lugares estratégicos donde debían esconderse durante las horas del día.
Además de ello, Escobar fue una espía del movimiento de Simón Bolívar. El Banco de la República señala que ella fue comisionada por el mismo Bolívar para informarle “sobre los movimientos del general español Barreiro, días antes de la Batalla del Pantano de Vargas”, información que fue clave para aquella victoria militar del ejército independentista.
Simona Amaya
Dentro de las filas del ejército independentista hubo mujeres que participaron como guerreras a pesar de estar prohibido y mal visto en aquel momento. Simona Amaya fue una de estas heroínas y es conocida porque se disfrazó de hombre para poder hacer parte del ejército.
Algunas fuentes señalan que miembros del ejército se referían a ella como ‘mi Sargento’ y que fue comandante de un grupo de patriotas. Cuenta la leyenda que el ejército independentista se dio cuenta que era una mujer momentos antes de su muerte, pues en la Batalla del Pantano de Vargas fue herida y tuvieron que atenderla.
A pesar de que varias mujeres que se unieron a la causa independentista eran de clases altas y sus labores fueron sobre todo urbanas, Simona Amaya fue una de las muchas ‘juanas’ o ‘cholas’, campesinas, mestizas y de clases populares que se unieron directamente a las filas del ejército.
Debido a ello y en honor a esta heroína, la Casa del Bicentenario, ubicada en Bogotá, lleva su nombre, al igual que un colegio de Paya, Boyacá, el pueblo en el que nació.
Josefa Canelones
Cuenta la historia que uno de los recorridos más tortuosos para las filas de Simón Bolívar fue cruzar el páramo de Pisba , tras la reunión del libertador en los Llanos Orientales con Francisco de Paula Santander para emprender un viaje hacia Boyacá para luchar las últimas batallas de la campaña.
En su recorrido, estuvo acompañado por varias personas que venían de las tierras cálidas de los Llanos pero que al encontrarse con el frío del páramo, perdieron la vida. En aquellas filas se encontraba Josefa Canelones, una mujer llanera que se convirtió en símbolo de la lucha independentista por haber dado a luz en medio del helado páramo.
Según cuentan algunos registros, haber dado a luz en ese clima agresivo, lleno de desesperanza para el ejército, subió la moral de las tropas que reconocieron valentía en aquella mujer. Según la tradición oral, el hijo de Josefa Canelones fue llamado Patricio del Páramo.
Josefa Conde
La inmensa mayoría de individuos que hoy conocemos como próceres de la patria fueron hombres blancos y criollos. En gran parte, eso se lo debemos a que la historia escrita a lo largo del siglo XIX omitió un factor que fue fundamental en toda la guerra por la Independencia: las personas racializadas participaron y, entre ellas, las personas esclavizadas.
Una de ellas fue Josefa Conde, una mujer negra y esclavizada que ayudó a recoger armas y caballos para el batallón de Pedro José Murgueito, edecán de Simón Bolívar. Su labor continúo hasta 1817, año en el que fue ejecutada por las autoridades españolas en Palmira.
Es muy complejo conocer los motivos que tuvieron Josefa Conde y otras mujeres esclavizadas para apoyar a sus amos en medio de las guerras. Es probable que hayan sido ordenadas a hacerlo, aunque existe la posibilidad que hayan estado convencidas de que en el proyecto republicano podrían conseguir su libertad, pues existía el precedente de la Revolución Haitiana, la primera de todo el hemisferio y la única revolución negra en la que las personas esclavizadas fueron quienes se tomaron el poder.
Posiblemente el miedo de los criollos hacia un posible levantamiento de la población negra, y la esperanza de los sucesos en Haití para las personas esclavizadas, jugaron un papel importante en la independencia de Colombia.
María Mercedes Reyes Ábrego
Según cuenta la leyenda, en señal de admiración, María Mercedes Reyes Ábrego le tejió a Simón Bolívar una lujosa casaca, hecha en paño azul y bordada en oro y lentejuelas, que le entregó el 28 de febrero de 1813 luego de que el ejército independentista derrotara a los realistas comandados por Ramón Correa en el valle de Cúcuta.
Reyes era una experta costurera y madre soltera, algo muy mal visto a principios del siglo XIX, que sacó adelante a sus tres hijos a través de su oficio.
Además de ello, creó una red femenina de espionaje con la que informaba a los patriotas sobre los movimientos del ejército español. Su trabajo fue tan importante que gracias a la información que le suministró a Francisco Paula Santander, el general logró victorias militares como las de San Faustino y Capacho.