Desde los 100 metros sobre el nivel del mar hasta los 4.500, Cundinamarca es un departamento con una enorme variedad climática y, en consecuencia, con planes y atractivos turísticos en cada piso térmico.
Una de las grandes bondades de vivir en el trópico, sobre la línea del ecuador, es que, en trayectos de pocas horas, es posible pasar de un lugar con temperaturas de 30 grados y al borde de un río, como Girardot, a ecosistemas donde el rocío de la mañana congela las plantas e incluso puede llegar a nevar, como ocurrió este año en el páramo de Sumapaz, en área rural de Bogotá.
El departamento de Cundinamarca es un excelente lugar para disfrutar de esta diversidad y en Colombia Visible elaboramos esta guía con cuatro destinos en cuatro climas diferentes que ofrecen gran variedad de actividades.
Chingaza – de 0 a 11 grados centígrados
El Parque Nacional Natural Chingaza está ubicado entre los departamentos de Cundinamarca y Meta, siendo el primero el que mayor extensión abarca. Es, según Parques Nacionales, un “tesoro natural y cultural del centro de Colombia”.
Sus principales atractivos son el turismo de naturaleza; el avistamiento de especies de fauna, como los venados de cola blanca, varias especies de aves como el cóndor de los andes y, con mucha suerte, el oso de anteojos, conocido como ‘el guardián de los bosques’, así como características especies de flora como los frailejones.
De la misma manera, en todo el parque hay una gran variedad de lagunas como las de Siecha, un escenario sagrado de ritualidad y pagamento para los indígenas muiscas. De hecho, es uno de los dos lugares donde se hallaron balsas de oro de esa cultura indígena.
El parque cuenta con tres entradas, la principal por el municipio de La Calera, y otras secundarias por Fómeque y por Guasca. Además, cuenta con seis senderos para recorrerlo, de los cuales, sin embargo, tres se encuentran cerrados en el momento.
En la página web de Parques Nacionales puede encontrar toda la información al respecto
Diego Chala, subdirector de planeación de Corpoguavio, sostiene que en los municipios aledaños al parque y particularmente en los tres donde se encuentran sus entradas hay también una variedad de servicios turísticos relacionados con el parque y que propenden por su disfrute responsable y conservación.
Un ejemplo de ello es la Reserva Natural El Zoque, una Reserva Natural de la Sociedad Civil ubicada en el municipio de Guasca en donde, así como en Chingaza, se pueden realizar caminatas ecológicas y senderismo dentro del páramo.
Es importante recordar la importancia de los ecosistemas de páramo en la producción, recolección y canalización de agua, y de este en particular pues abastece alrededor del 70% del agua que se consume en Bogotá, por lo que Chala es insistente con acatar al pie de la letra la metodología de ‘no dejar rastro’: “Con todo lo que llegamos al parque, nos devolvemos”.
Para ingresar al parque, entonces, puede elegir cualquiera de los tres puntos. Desde La Calera, que se encuentra a menos de una hora de la capital, se sale desde el casco urbano del municipio, pasa por el puesto de atención del Parque Piedras Gordas, donde ingresa al parque y llega al Centro Administrativo Monterredondo, ya dentro del área protegida.
Por Fómeque, a alrededor de dos horas y media desde la capital por la vía Bogotá – Choachí -La Unión – Fómeque, también se sale desde el casco urbano el municipio y pasa por el puesto de intención del Parque La Paila – Laguna de Chingaza, donde se ingresa al parque y se llega también al Centro Administrativo Monterredondo.
Por último, desde Guasca, ubicado a una hora y media de Bogotá por la salida del norte y luego desviándose hacia Sopó, se sale también desde el casco urbano y se ingresa por el puesto de atención Siecha. Esta entrada, sin embargo, está cerrada en este momento por procesos de reordenamientos y adecuaciones de infraestructura.
Recomendamos estar pendiente de la página de Párques Nacionales para futuros avisos.
La Chorrera – de 12 a 17 grados centígrados
En el municipio de Choachí, ubicado a alrededor de 50 minutos desde Bogotá se encuentra la cascada más alta del país y la sexta de Suramérica.
Se trata de La Chorrera, que tiene 5 caídas sucesivas y una altura de 590 metros. En sus alrededores habitaba el pueblo indígena muisca, que usaba la cascada como lugar ceremonial.
Allí, la Asociación Turismo del Municipio de Choachí – Parque Aventura La Chorrera, liderada por 17 familias campesinas de las veredas La Palma, El Curí y La Meseta, crearon una serie de recorridos y actividades para visitar la cascada y otros lugares de interés a su alrededor.
Son caminatas ecológicas de alrededor de tres horas de duración en las que, antes de llegar a La Chorrera, pasan por la cascada El Chiflón, que mide 55 metros y cuyo recorrido se hace por detrás de la cascada, entre el agua y la roca, así como por la Cueva de los Monos, llamada así por las estalactitas que cuelgan de su techo y que se asemejan a esos animales.
Además, durante los recorridos se realizan paradas en diversas estaciones, donde los turistas reciben charlas acerca del legado cultural e histórico de Choachí, su riqueza ambiental, las especies que componen su bosque nativo, sus fuentes hídricas y cómo conservarlas, y su tradición indígena.
Para llegar desde Bogotá hay que tomar la vía hacia Choachí y antes de llegar al municipio, exactamente en el kilómetro 26, se encuentra la entrada del parque. Desde allí son cuatro kilómetros hasta donde comienza el recorrido. Puede llegar en carro particular pero hay distintas compañías de transporte, como Transoriente, Transfómeque y Expreso Cundinamarca que pueden dejarlo en la entrada con previo aviso al conductor sobre su parada.
Guaduas – de 18 a 23 grados centígrados
Además de contar con un rico legado histórico que hace de Guaduas un destino turístico muy interesante, el municipio cuenta con otros atractivos.
Por un lado, y dado que su clima es bastante variado debido a que el municipio tiene alturas que van desde los 100 metros sobre el nivel del mar hasta los 1200, cuenta con varias opciones de turismo de naturaleza dentro de los que está el senderismo a través del Camino Real, por ejemplo, pero también caminatas ecológicas en el Ecoparque Lomaventura.
De la misma manera, Nathalia Bermúdez, de Panche Experiences, uno de los principales operadores turísticos del municipio, cuenta que el avistamiento de aves también ha experimentado un auge en la zona, precisamente por la diversidad de especies que se pueden apreciar gracias a su variedad climática. Algunas de ellas son la tangara coroniazul, los mosquiteros, el martín pescador y la polla de agua dulce, entre otras.
Además, en el municipio se pueden realizar rutas cafeteras y paneleras en fincas con esas vocaciones agrícolas y de esa manera conocer todo el proceso de cómo se extrae el producto que se consume, desde el cultivo a la mesa.
También, hay una variedad de atractivos turísticos como el la Piedra Capira, desde donde hay un mirador que ofrece una vista de 360 grados hacia el Valle del Magdalena, así como el Salto de Versalles, una caída de agua reconocida en el municipio.
Para llegar a Guaduas hay que tomar la vía de Bogotá hacia Honda, en un recorrido de alrededor de dos horas y media.
Girardot – de 24 a 32 grados centígrados
A tres horas de Bogotá y a la orilla del río Magdalena, el más importante de Colombia, se encuentra el municipio de Girardot, conocido por ser un popular destino turístico de veraneo entre los habitantes de la capital.
Y no es para menos, pues en poco tiempo se pasa de las frías temperaturas de Bogotá al plácido calor de Girardot, donde existe, además, una robusta oferta turística.
Uno de sus principales atractivos es el Parque de la Locomotora, donde estaba ubicada antes la estación del ferrocarril, desde la cual partía la locomotora número 89 rumbo la Costa Atlántica, hacia donde transportaba pasajeros y mercancía. Hoy, en las antiguas edificaciones del ferrocarril se encuentra la casa de la cultura del municipio y está expuesta la locomotora.
Asimismo, el puente férreo y el embarcadero turístico son dos lugares representativos del municipio. El primero era un puente que comunicaba la línea férrea de Cundinamarca con la de Tolima-Huila y que hoy es un cruce peatonal donde se puede disfrutar de una gran vista del Magdalena. El segundo es un estadero que cuenta con piscina y restaurante al borde del río y desde donde se pueden tomar embarcaciones hacia la Isla del sol, un montículo de arena que surge cuando las aguas del Magdalena están bajas.
Para llegar desde Bogotá hay que salir de la ciudad por el sur y tomar la vía hacia Melgar, para después continuar por 26 kilómnetros hasta Girardot.