Sebastián Bojassen busca brindarle a jóvenes de Tuluá, a través del fútbol, herramientas para poder crear sus propios proyectos de vida.
Bajen Fans Colombia es una iniciativa que se creó hace cinco años en Tuluá. Al principio estaba en Andalucía, Valle, pero luego se movió al corregimiento de La Marina, donde funciona actualmente.
Es un proyecto patrocinado por la hinchada Bajen Fans, una de las más grandes de Suecia y del norte de Europa y que Sebastián Bojassen, líder de proyectos de la Fundación Ancla y la Fundación Esperanza, conoció cuando jugaba fútbol en el equipo sueco Hammarby.
Ellos son quienes han estado detrás de este proyecto por más de cinco años.
“A quienes hacen parte de Bajen Fans Colombia, además del fútbol, les damos apoyo en los estudios. Este año se gradúa nuestro primer universitario, que ya está en noveno semestre en ingeniería industrial. Tenemos tres enfermeras, otra que está estudiando psicología y todos hacen parte del equipo, han salido con ayuda del fútbol y se vuelven el ejemplo a seguir de los demás jóvenes”, comenta Bojassen.
El fútbol, en este proyecto, se convirtió en una herramienta para cautivar a los niños y guiarlos en la vida ya que, a través de él, Bojassen considera que se puede aprender sobre el trabajo en equipo, la creación de metas, la planificación de su futuro y el trabajo duro para lograr los objetivos.
“Por ejemplo, los niños en la vida puede que tengan emociones muy volátiles, difíciles de manejar, pero en el fútbol tienes que saber manejarlas, porque de no ser así recibes o amarilla o roja. Eso hay que aplicarlo a la vida”, explica.
Cuando un niño se inscribe al equipo no debe pagar nada, la única condición es que no descuide sus estudios y cumpla con cuatro reglas claras: decir la verdad, llegar a tiempo, ser organizado y enfocarse en su proyecto de vida.
“Considero que cada niño tiene que estar escolarizado, tiene que poder soñar con lo que deseen ser, más allá del entorno en el que están. Por eso, Bajen Fans Colombia no solo ofrece el fútbol como futuro de vida, sino también como una puerta a través de la que pueden alcanzar sus sueños, un espacio donde los niños podrán crear su proyecto de vida”, dice Bojassen.
Un sueco en Colombia
Bojassen es sueco de padres colombianos y su sueño siempre fue vivir en Colombia. Lo atraía la cultura cuando venía de viaje con sus padres, también el clima, el ambiente y el rol primordial que juegan las familias en el diario vivir de los colombianos.
Pero empezar su travesía no fue fácil. En un principio el fútbol, deporte al que se dedicaba profesionalmente, no le daba tiempo para nada y, después, cuando terminó su carrera futbolística, eran los estudios universitarios los que tenían su total atención.
Sin embargo, seis meses después de obtener su título profesional se subió a un avión con rumbo a Colombia con una maleta llena de balones, petos y uniformes.
“Mi sueño era poder darles a los niños una oportunidad como la que yo había tenido. Quería darles un mejor futuro a través del fútbol”, cuenta Bojassen.
Llegó a Andalucía, municipio donde Luz Elena Rodríguez y Víctor de Usabá, fundadores de la Fundación Victoria Elena, lo recibieron y, con su ayuda, creó el proyecto Bajen Fans, para darle apoyo a niños y niñas de escasos recursos.
A medida que pasaron los años, Bojassen se quedó a vivir en el país, se casó con una colombiana y tuvo un hijo.
A veces, comenta que se “estrella con la cultura colombiana”, porque su crianza sueca riñe con costumbres y prácticas locales.
Sin embargo, lo que lo ha hecho quedarse en el país a pesar de las dificultades, y más allá de su familia, han sido los resultados que ha visto de su labor ya que siente que ha logrado brindar un verdadero cambio en la vida de los jóvenes.
“En Colombia la gente es muy fanática del fútbol. Tiro un balón y salen mil niños rodando detrás, hombres y mujeres. Con el poder del fútbol uno puede cambiar vidas. Hoy en día en Colombia he visto que uno puede hacer cosas mágicas por medio del balón”, opina él.
Aunque las ayudas económicas provienen en su amplia mayoría de Suecia, Bojassen no niega poder obtener también recursos locales.
Él es consiente que en un país como este las personas no siempre tienen la facilidad de brindar apoyo monetario, pero reconoce la calidad humana de todos los colombianos, ya que siempre llegan quienes brindar su conocimiento y les ayudan a través del hacer. Algo que invita a que siga sucediendo.