El guardián de los Andes: la lucha por preservar al oso andino

Aunque es uno de los iconos de la biodiversidad colombiana, la supervivencia del oso andino está en peligro. Esta especie y la labor de conservación de la Fundación WII son los protagonistas del cuarto episodio de Latidos Silvestres.

En los bosques nublados de las cordilleras de los Andes, el oso andino (Tremarctos ornatus) recorre las montañas como un protector ancestral. Con su pelaje negro y sus distintivas manchas blancas en el rostro, es el único oso endémico de Sudamérica y una especie clave para los ecosistemas altoandinos.

“Es un arquitecto del bosque”, explica Adriana Reyes, directora de la Fundación WII, organización que desde 2017 adelanta acciones en conjunto con comunidades de todo el país en pro de la preservación del territorio en el que habita esta especie.  “Con su dieta, dispersa semillas que ayudan a regenerar los ecosistemas. Protegerlo significa cuidar todo un sistema natural”, agrega. 

Sin embargo, estos mamíferos enfrentan un futuro incierto. La deforestación, que según datos del IDEAM representa en bosques andinos el 13% de toda la que sufren los ecosistemas colombianos, y la cacería furtiva, han reducido drásticamente su hábitat, dejándolos confinados a pequeñas áreas fragmentadas que dificultan su supervivencia.

Un territorio en peligro

Oso Andino, Fundación WII.
El oso andino es omnívoro, pero su dieta está compuesta en un 85% por materia vegetal, como frutas, hojas, bromelias y cortezas. También puede consumir pequeños vertebrados e insectos. I Foto: Cortesía Fundación WII - Nicolas Reyes.

Según datos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) se estima que quedan menos de 20.000 osos andinos en toda Sudamérica, con poblaciones particularmente vulnerables en Colombia. “El problema es la desconexión entre sus hábitats”, explica Daniel Rodríguez, biólogo de la Fundación WII. “Estos animales necesitan grandes extensiones de bosque para sobrevivir, pero cada vez tienen menos espacio”.

Además, los conflictos con comunidades humanas han incrementado las tensiones. En busca de alimento, los osos a menudo se aventuran en terrenos agrícolas, llevando a pérdidas económicas para los campesinos.

“Es un reto enorme. Pero en lugar de culparlo, debemos entender que la solución está en trabajar juntos con las comunidades para garantizar la coexistencia”, añade Rodríguez.

Aliados inesperados

Fundación WII
La Fundación WII ha colaborado con diversas comunidades en el departamento del Huila a través de al menos 23 grupos de monitoreo participativo; 19 de ellos hicieron parte del Primer Encuentro Interdepartamental de Monitoreo Participativo de la Biodiversidad. I Foto: Cortesía Fundación WII

En las montañas del Huila y el Cauca, comunidades campesinas se han convertido en guardianes del oso, a través de la implementación de proyectos como la restauración de corredores ecológicos y la instalación de cercas eléctricas, que reducen significativamente los conflictos.

“Antes, el oso era visto como una amenaza. Hoy, las familias lo ven como un aliado para proteger el agua y el bosque”, comenta Rodríguez. 

Dichas iniciativas también generan nuevas oportunidades económicas, como el turismo de observación, que beneficia a las comunidades rurales. “Queremos mostrar que el oso no es solo un símbolo ambiental, sino una conexión entre la naturaleza y las personas que viven en su territorio”, concluye Adriana. 

Estas son algunas de esas estrategias: 

Restauración de corredores ecológicos

A la fecha se ha logrado al reforestación de al menos 1.000 hectáreas, para conectar áreas fragmentadas del hábitat de los osos. Esto permite que se desplacen con mayor seguridad entre los bosques.

Uso de cercas eléctricas

Se instalan en territorios en los que los osos entran en conflicto con los campesinos al buscar alimento. De esta manera se establece una frontera para proteger cultivos o ganado y evitar enfrentamientos entre dichos actores.

Monitoreo comunitario

Los habitantes de departamentos como Huila o Cauca reciben periódicamente capacitaciones por parte de la fundación en temas como instalación y manejo de al menos 50 cámaras trampa, para registrar la presencia de osos andinos y conocer más sobre sus hábitos.

Educación ambiental

A lo anterior se suman programas en escuelas rurales que sensibilizan a las nuevas generaciones sobre la importancia del oso andino y su papel en el ecosistema.

Un legado cultural

La Fundación WII realizó el primer rastreo de un oso andino con telemetría GPS en Colombia, en el macizo de Chingaza, en alianza con Corpoguavio y Nexen Petroleum, obteniendo datos clave sobre su movilidad y uso del hábitat. I Foto: Cortesía Fundación WII

Para muchas comunidades indígenas, el oso andino es un ser sagrado. Representa fuerza, sabiduría y el equilibrio natural del mundo. “Ellos lo llaman el guardián de las montañas. Protegerlo es una forma de honrar su relación espiritual con la naturaleza”, destaca Daniel.

Este vínculo ancestral refuerza la importancia de integrar los saberes tradicionales en los esfuerzos de conservación, una práctica que, de acuerdo con el experto, ha fortalecido los lazos entre las comunidades y su entorno.

Latidos Silvestres: hora de aprender más sobre el oso andino

El quinto episodio de Latidos Silvestres se adentra en la lucha por la conservación del oso andino. A través del testimonio de Adriana y Daniel, el podcast explora cómo esta especie simboliza no solo la biodiversidad, sino también los desafíos y logros de su conservación en Colombia.

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