El grupo de personas sordas que trabaja para rescatar los bosques nativos en El Bagre

Siete personas con discapacidad auditiva se dedican a la silvicultura y otras actividades relacionadas con el mantenimiento de zonas verdes.

De los 11 trabajadores de Oportunidades Laborales, siete tienen discapacidad auditiva (tres mujeres y cuatro hombres). / FOTO: Luis Fernando Arrieta

Oportunidades Disponibles. Así llamó Luis Fernando Arrieta, de El Bagre, en el Bajo Cauca antioqueño, a la empresa que constituyó legalmente en 2016, pero que empezó a funcionar tres años antes. No fue un nombre al azar. Lo eligió porque esa fue la razón para crear su organización: darles oportunidades a habitantes de la región que, por lo general, no las tienen, como es el caso de las personas sordas o con discapacidad auditiva. 

Actualmente, en la organización de Luis Fernando trabajan 11 personas, siete de ellas con discapacidad auditiva (tres mujeres y cuatro hombres). Se dedican a la silvicultura (que es la siembra y reproducción de bosques nativos) y otras actividades como poda mecánica de zonas verdes y mantenimiento de jardines. 

Este trabajo inició en 2013 cuando Luis Fernando conoció a dos jóvenes sordos. “Iniciamos una amistad basada en el desconocimiento de muchas cosas, en mi caso, de cómo era el mundo para estas personas. Cuando empecé a relacionarme con ellos, me di cuenta de las falencias que había en la sociedad”, cuenta, y asegura que la primera de esas fallas tenía que ver con las oportunidades laborales.  

El inicio 

La empresa empezó como una idea de Luis Fernando para que conocidos suyos, que son personas sordas, tuvieran una oportunidad laboral. / FOTO: Luis Fernando Arrieta

Habiendo notado esas barreras laborales, Luis Fernando les hizo una propuesta: “Vamos a unirnos y a ver cómo nos dan trabajo”. Se acercó hasta la zona conocida como Campamento Minero en el municipio y comentó la idea, que fue bien recibida.  

“Y así inició todo”, recuerda Luis Fernando, “pero empezó como una necesidad entre amigos. A mí me tocó aprender lengua de señas, pero ellos son los mejores maestros”. 

La inicativa llegó a oídos de Mineros S.A., empresa que tiene la propiedad de la minera Nechí Aluvial en el Bajo Cauca y que hace parte de la Alianza Avancemos Bajo Cauca (junto con Usaid Colombia, la Corporación Interactuar y Comfama), que decidió contratar sus servicios. 

Debido a esta alianza, Oportunidades Disponibles, después de constituirse legalmente como empresa, empezó a recibir acompañamiento en temas jurídicos, contables, de talento humano y mercadeo para fortalecer los procesos empresariales en la subregión antioqueña.  

La importancia de las oportunidades 

La organización fue creada formalmente en 2016. / FOTO: Luis Fernando Arrieta

La sociedad no está preparada para hablar de discapacidades. Incluso, analizo la situación y, a veces, los discapacitados somos nosotros porque no estamos preparados para ellos. Por eso, la salida más fácil es dejarlos a un lado”, reflexiona Luis Fernando, luego de ocho años trabajando con personas sordas. 

E insiste en que un trabajo “hace parte del desarrollo de las personas”. Por eso, uno de los principales logros de Oportunidades Disponibles es “ver cómo ellos también se sienten parte de la sociedad, lograr que se sientan útiles al tener acceso al trabajo”. 

Luis Fernando asegura que, aunque de parte de los clientes no ha habido casos de discriminación, en los primeros encuentros suele generar suspicacia el hecho de que la mayoría de trabajadores de la empresa sean personas con discapacidad auditiva. 

“Cuando llegamos por primera vez, la reacción suele ser ‘¿cómo nos comunicamos? ¿Cómo hago si quiero decirles algo?’. Creen que la comunicación es una barrera, por eso en el diario vivir no los buscan ni los contratan. Sin embargo, al final quedan admirados de su forma de trabajar”, dice.  

Luis Fernando cuenta que, tras casi una década de trabajo, varias de las personas sordas que iniciaron la empresa con él, han manifestado su interés en buscar nuevos caminos laborales. Y “aunque es difícil aceptarlo, toca”, dice, porque, a fin de cuentas, esa era su meta inicial: “abrirles las puertas del mundo laboral”.