La especie, que los locales bautizaron de manera coloquial en homenaje a la vereda en la que lo descubrieron y que se encuentra en alto riesgo de extinción, podría develar secretos del origen de estas particulares plantas.
Espeletia ramosa es el nombre científico de este frailejón, endémico del municipio de Tota, en Boyacá, y específicamente de la vereda Daysí, de ahí su nombre popular, frailejón daysanito. Fue descrito por primera vez en 2019 por María Teresa Becerra investigadora del Instituto Humboldt y Jesús Mavárez, del Instituto de Investigaciones Científicas de Francia.
Aunque la especie presenta características similares a otras, como contar con rosetas de hojas, a diferencia de todas las que se han descrito en Colombia, el daysanito tiene una particularidad.
“Lo consideramos una nueva especie porque se ramifica, normalmente eso no pasa, este se ramifica a nivel del suelo y genera una especie de colonias que tienen varias rosetas”, explica María Teresa Becerra, líder de la agenda de páramos y alta montaña del Instituto.
Es decir, a diferencia de otros frailejones, que crecen con un tronco único y arriba sale una roseta de hoja, este se ramifica a nivel de suelo y genera varios troncos con sus propias rosetas y flores.
Esta especie fue descubierta en una zona que no está protegida por ninguna medida y tampoco es una zona de páramo, por lo que se trata de un área que ha sido intervenida intensamente por los agricultores a través, por ejemplo, de quemas para preparar el suelo para cultivar.
“Es una forma de vida no reportada y encontramos que está críticamente amenazado porque no lo hemos encontrado en ningún otro lugar y porque el área donde lo encontramos no está protegida por ninguna norma”, explica María Teresa, quien agrega que el riesgo de desaparición es crítico.
Además de ello, sin embargo, esta especie de frailejón despierta con particular intensidad la curiosidad de María Teresa pues, además de presentar características físicas sin precedentes, a nivel genético podría ser el ancestro de las especies tradicionales y contribuir a mostrar cómo fue la evolución de los frailejones en Colombia.
Eso dado además de crecer con múltiples troncos y rosetas, este frailejón también tiene la capacidad de hacerlo con un tronco único, como el resto de frailejones de Colombia: “Eso no lo hemos visto en ninguna otra especie, entonces sería interesante ver sus características genéticas porque probablemente puede ser un ancestro de los otros, porque pudo haber generado frailejones ramificados y rosetas únicas”.
Y aunque eso es únicamente una hipótesis, para poder comprobarla se hace fundamental conservar la especie.
Conservar al ancestro de los frailejones
Desde que lo identificaron por primera vez, María Teresa y Jesús han buscado generar procesos de conservación alrededor de la especie, así como del área en la que se encuentra, teniendo como pilar fundamental la participación de la comunidad de la vereda, que, según cuenta María Teresa, se ha interesado mucho en el proceso.
En ese sentido, han adelantado jornadas de sensibilización y formación alrededor de los frailejones, los servicios ambientales que proveen y lo importantes que son para el ecosistema y el medio ambiente en general. Asimismo, han entablado conversaciones con las Juntas de Acción Comunal, la alcaldía municipal, Corpoboyacá y la gobernación para adelantar la compra de los predios que componen el área donde se encuentra la especie y así poder protegerla de su uso agrícola y, en vez, crear un parque ecológico que sea operado por personas de la vereda y el municipio.
Asimismo, y buscando que la población local se apropie más de la especie, crearon un proyecto educativo ambiental en articulación con la escuela local y con el que esperan interesar a los estudiantes en la conservación de la especie y la protección del ambiente en general. Así, en el marco de ese proyecto, este año comenzaron a trabajar con estudiantes de grado once a través de un concurso de fotografía en torno al frailejón daysanito, a través del cual les han contado la historia de la especie.
Por otra parte, y teniendo en cuenta que la presencia del Espeletia ramosa hace que el área donde se encuentra contenga información muy valiosa acerca de esa especie y del ecosistema donde crece, María Teresa también busca restaurarla para recuperar los servicios ambientales que hay ahí, así como para identificar otras áreas donde se pueda introducir la especie.
Nota: Después de escrita esta historia, Colombia Visible supo que se había dado la quema de un fragmento del territorio donde se encuentra el frailejón, afectándolo directamente y comprometiendo su supervivencia. Ello evidencia la urgencia con la que desde las instituciones locales y departamentales se debe trabajar alrededor de la conservación del área y de la especie.