Fundada por Rodrigo Parada, la Corporación Colombia Noviolenta tiene un objetivo fundamental: romper con las maneras violentas de tramitar conflictos e inculcar en los niños y jóvenes una nueva mentalidad pacífica y de respeto.
Cuenta Rodrigo Parada, licenciado en Filosofía y Pedagogía de la Universidad Pontificia Bolivariana, que la Corporación Colombia NoViolenta, una organización sin ánimo de lucro dedicada a divulgar y enseñar la filosofía de la Noviolencia, nació de la observación.
“Yo me fui dando cuenta de que en este país había violencia en todos lados: los hogares, en la educación, el transporte público, en las empresas, en todos lados”. Por eso, explica Rodrigo, “yo decidí que quería hacer una contribución que es, como decía la Madre Teresa de Calcuta, una gotica de agua en el océano, pero que este no sería el mismo sin esa gotica”.
De esa manera, en el 2000, una vez terminó su tesis de grado titulada ‘Educación para la Noviolencia”, decidió tomar las investigaciones que había detrás de ella y formar la corporación.
Hoy, dice Rodrigo, han capacitado a 364.000 personas y, aunque su trabajo se concentra en su gran mayoría en Antioquia, la corporación ha llegado también a 16 ciudades y siete países. Además, han trabajado con varias instituciones privadas y públicas como la Alcaldía de Bogotá, la Alcaldía de Medellín, la Gobernación de Antioquia y el Programa de las Naciones Unidas para del Desarrollo (Pnud).
“Respeto profundo por todo ser vivo”
Ese es, en últimas, el mensaje fundamental de la Noviolencia, que, cuenta Rodrigo, nació como concepto entre los monjes jainistas, una corriente espiritual que habla de abstenerse de ejercer violencia de cualquier tipo, en cualquier situación, contra cualquier ser vivo.
“Se trata de tener respeto profundo por todo ser vivo”, cuenta Rodrigo.
Años más tarde, Ghandi sería el encargado de popularizar esa filosofía, que luego adoptaron otros grandes líderes y pensadores del mundo como Nelson Mandela, Marthin Luther King Jr. y Henry Thoreau, entre otros.
Son ellos, precisamente, quienes protagonizan las charlas y las jornadas formativas que realiza la Corporación.
A grandes rasgos, su trabajo está guiado por una metodología propia compuesta por tres grandes componentes: una parte académica, donde se enseña la vida y obra de esos grandes líderes de la Noviolencia y se generan reflexiones y debates en torno a su trabajo, así como discusiones acerca de las posibilidades de aplicabilidad y replicabilidad de sus ideas en contextos propios.
También tienen un componente de pedagogía a través de la cultura, en el que forman a niños y jóvenes a través de experiencias: juegos creativos, ejercicios de autobservación y artes. Allí, cuenta Rodrigo, la música juega un papel importante. “Sabemos que la música es la llave que abre los corazones de la gente. Por eso, tenemos un grupo musical que compone canciones propias acerca de la Noviolencia y con ellas también buscamos transmitir esa filosofía”.
El tercer componente son las Acciones de Noviolencia, actividades concretas que realizan los jóvenes una vez terminan su formación, con el objetivo de replicar lo aprendido en sus comunidades y entornos más cercanos.
Todo eso se trabaja dentro de los ‘Encuentros AMOR: Apropiar, Metodizar, Organizar y Replicar’: espacios donde se desarrollan seis talleres de dos horas, en los que se capacita a los asistentes en temas la filosofía de la Noviolencia.
Asimismo, en alianza con la Gobernación de Antioquia, la corporación desarrolla el programa ‘Aventureros’ en el que se reúne con jóvenes de diversos municipios del departamento para desarrollar en ellos la filosofía, familiarizarlos con sus conceptos, y contribuir, así, a sembrar y hacer germinar la semilla de la Noviolencia en las generaciones más jóvenes que, en el mediano plazo, estarán a cargo del departamento y el país.
La Noviolencia, un nuevo horizonte para los antioqueños
Adicionalmente, con base en el trabajo que desarrolla Colombia Noviolenta con la Gobernación de Antioquia se encuentran diseñando y formulando la política pública de Paz, Noviolencia y Reconciliación, en el marco de la Agenda Antioquia 2040 y con el objetivo de articular esa filosofía como un eje transversal del desarrollo general del departamento.
“A nivel personal”, cuenta Rodrigo, «yo creo que la Noviolencia le da un nuevo horizonte a los antioqueños. Históricamente hemos estado acostumbrados a resolver conflictos de manera violenta y a lo que le apostamos es a la posibilidad de romper con décadas del discurso de plomo, machete y puño para resolver problemas”.
De la misma manera, dice que a partir de esa política pública, así como del trabajo en general que realizan por su cuenta y con diversas instituciones, están contribuyendo a la consolidación de un modelo de educación distinta. Este ya no estaría orientado hacia la competencia, “porque en las aulas se nos enseña a sacar siempre la mejor nota y no importa cómo, porque si no ‘le dan rejo’”, sino hacia la cooperatividad, en donde, “si yo estoy bien, los otros también. Ahí tenemos mucho que aprenderle a los africanos y el Ubuntu: yo soy, porque tú eres también”.
En últimas, lo que quiere la Noviolencia es generar bienestar y, en ese sentido, Rodrigo aclara que esa forma de vida está en estrecha relación con la política, que nació desde los griegos como la herramienta para el bien común.
De acuerdo con Rodrigo, “si logramos eso, si logramos que la Noviolencia se convierta en un modo de vida, toda Antioquia y todo el país va a comenzar a surgir como un león enorme en todo: la parte económica, social, educativa, espiritual”.