Considerados el ‘superalimento’ del futuro, los insectos han sido protagonistas de la gastronomía de algunos pueblos en Colombia. Conozca algunas de las preparaciones más populares en las regiones Andina y Amazónica.
Los insectos han tenido una mala reputación entre los humanos a lo largo del tiempo. Suelen ser considerados animales molestos y asociarse con pestes y enfermedades. Sin embargo, científicos y chefs han hecho esfuerzos para cambiar la percepción negativa de estos animales, considerándolos son “la comida del futuro”, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés).
Al tener un valor nutricional alto y ser animales de fácil crianza, los insectos presentan una posible solución a los problemas de seguridad alimentaria a nivel global. De hecho, un estudio del especialista en historia de la alimentación Rafael Cartay señala que es probable que el consumo de insectos haya incidido en los niveles de desnutrición relativamente bajos de los habitantes del Amazonas.
En Colombia, chefs de renombre, como Leonor Espinosa o Álvaro Clavijo, le han apostado a preparar en los últimos años platos de alta cocina utilizando insectos. Sin embargo, estos animales han hecho parte de las tradiciones alimentarias de algunos grupos humanos que habitan el territorio desde hace siglos.
Por ejemplo, el historiador Gabriel Becerra encontró que los pueblos del Vaupés han incluido en su alimentación por lo menos 147 especies de insectos. Entre ellos hay hormigas, abejas, avispas, grillos, orugas y chicharras.
Dentro de la variedad de insectos que consumen algunas comunidades en Colombia, estos son las tres preparaciones más populares.
1. El mojojoy
2. La hormiga culona
Es el plato típico hecho con insectos más popular en Colombia, específicamente en Santander. Estos pasabocas existen en la gastronomía local desde al menos desde hace cinco siglos, pues las hormigas culonas eran consumidas por la comunidad guane que habitaba en el territorio.
Las hormigas que se utilizan para esta preparación suelen ser las reinas de la colonia de una especie voladora que se caracteriza por su gran abdomen, lo que les da su nombre de ‘culonas’.
La receta más común consiste en sumergir las hormigas en agua con sal, para luego tostarlas en platos de barro aunque, en los últimos años, chefs de la región han experimentado con las preparaciones.
Y, además de ser un plato típico, según un estudio de la Universidad Industrial de Santander las hormigas culonas son una buena fuente de ácidos grasos no saturados. Es decir, se trata de un alimento que puede prevenir el colesterol alto, al igual que otros como el aguacate.
3. Las termitas picantes del Amazonas
Probablemente la región Amazónica es donde más insectos se consumen en el país. Y, aunque la variedad de especies comestibles es amplia, una de las más utilizadas es ‘termita picante’.
La preparación en la que más se consumen estos animales es en el tucupí amazónico, una salsa de ají que suele condimentarse con estos insectos.
Generalmente este plato se prepara a base de yuca hervida y ají, que luego se convierten en una salsa. A esta se le agregan termitas, hormigas o pescado. También hay algunas preparaciones de la termita con vinagre y sal, y otras con chontaduro.