A través de cursos de formación para el trabajo y desarrollo humano, la Casa de la Mujer en Montería, Córdoba, busca brindar herramientas gratuitas y de calidad para que las cordobesas puedan potenciar sus proyectos de vida y tener independencia económica.
Kelly Johana Córdoba Blanca tiene 33 años y es madre cabeza de hogar en Montería, Córdoba. Desde hace tres meses viene recibiendo formación en belleza y arreglos navideños a través de la Casa de la Mujer, un programa creado por la Secretaría de la Mujer, Género y Desarrollo Social para promover espacios de formación y progreso.
Los programas van enfocados en formación para el trabajo y desarrollo humano, logrando beneficiar a 4.903 personas. «Estos programas no te limitan, sino que tienen una oferta de cursos muy variada”, comenta Kelly.
Los talleres van desde Primeros Auxilios y Contabilidad hasta Derechos humanos y liderazgo para la paz. Se desarrollan en alianza con el Servicio Nacional de Aprendizaje –SENA-, el Instituto Tecnológico San Agustín, la Corporación Educativa FORMAR, la Corporación Universitaria Remington y la Escuela Superior de Administración Pública -ESAP-, que también ofrece diplomados virtuales.
Kelly también cuenta que uno de los beneficios del proyecto es que pueden generar ingresos desde que inicia la formación. “Uno aprende a hacer un corte de cabello y en el ‘voz a voz’ van llegando los interesados. No es necesario tener un local grande. Lo importante es tener ganas y empeño”, agrega la beneficiaria, quien recibe clases con otras 25 mujeres en su curso.
La Casa de la Mujer maneja horarios de lunes a viernes de 8:00 a.m. 12:00 m. y de 2:00 p.m. a 5:00 p.m. En el transcurso de la jornada, diferentes grupos van acercándose a las instalaciones que también ofrecen la prestación del servicio de consultorio jurídico y psicológico, con el apoyo de la Universidad del Sinú y La Universidad Pontificia Bolivariana.
La función de este consultorio es complementar el acompañamiento formativo con un uno más direccionado hacia el ser. Por ejemplo, asesora a las mujeres que han sido víctimas de violencias basadas en el sexo y el género.
Según cifras de la Gobernación de Córdoba, de las 4.903 personas beneficiadas, 4.498 son mujeres y 360 son hombres. Además, con el enfoque diferencial del programa, participan 45 personas de la comunidad LGBTIQ+.
Kelly Córdoba comenta que, gracias a los cursos, encontró una motivación para salir adelante y enfocarse más en realizarse como mujer: “Ya no se siente uno tan atada y también es una terapia psicológica muy buena porque uno no se queda en la casa encerrada con los problemas”.
Lo dice refiriéndose a ciertos hechos que vivió en su pasado, pues es desplazada del corregimiento Los Cargueros, Antioquia. Llegó a Córdoba hace tres años y, desde entonces, manifiesta que con el apoyo de la Casa de la Mujer ha logrado alejar de sí misma los ‘fantasmas’ de los hechos violentos que vivió. “Tener una herramienta en las manos para uno salir adelante de manera independiente es una bendición”, comenta..
Del número total de beneficiarios, 1.495 son víctimas en relación del conflicto armado colombiano, 147 personas pertenecen a comunidades indígena, 89 se reconocen como afrodescendientes y 37 pertenecen a la comunidad migrante. Además, 216 madres cabezas de hogar.
Gloria López es otra de las mujeres cabezas de hogar que también se ha inscrito a varios cursos de la Casa de la Mujer. Ella, al igual que Kelly, concuerda con en este lugar ha logrado encontrar un espacio de esparcimiento y de oportunidades. Ha hecho cuatro cursos: belleza, panadería, repostería y alta costura. Por eso, desde su experiencia, invita a otras mujeres a que se animen a tomar estos cursos que, además de ser gratis, abren puertas de empleo que les permiten “tener otro ingreso económico, sostener a sus familias y ser independiente”, comenta Gloria.
Algunos talleres tienen una duración de 6 meses y otros de 80 horas. Se dictan en las instalaciones de la Casa de la Mujer, que funciona desde 1998 creando estrategias para empoderar a las mujeres del territorio. Este año, por ejemplo, han realizado articulación con el programa del Ministerio del Trabajo ´Saber hacer Vale´, dedicado a certificar a las mujeres en sus competencias laborales y motivar su desarrollo laboral.
“Me gustaría invitar a que se unan muchas más personas, tanto mujeres como promotores que hagan que el proyecto siga en pie. Ojalá se puedan abrir más programas y agrandar el espacio”, concluye Kelly.
De hecho, una de las proyecciones de la Casa de la Mujer de Córdoba es lograr una oferta de cursos de inglés, para brindar herramientas para que las mujeres, además de recibir formación técnica, abran otro panorama hacia mercados u oportunidades más grandes.