Los biólogos de Magdalena que se convirtieron en guías de turismo científico

BioTours es un proyecto de turismo científico creado por cuatro biólogos micólogos, egresados de la Universidad del Magdalena, con un propósito fundamental: dar a conocer la biodiversidad del país para generar apropiación.

Generar cercanía entre las personas y la naturaleza, las especies que la componen, hacer entender por qué estas son importantes y, sobre todo, cómo estamos todos relacionados e interconectados a ella. Ese, cuenta Alejandra Barrios, una de las fundadoras de BioTours, es lo que buscan con el proyecto. 

Este surgió de un encuentro entre los cuatro miembros de ‘Team Fungi Unimag’, un grupo de investigación en micología, el estudio de los hongos, de la Universidad del Magdalena

Todos los jueves se reunían para planear y llevar a cabo actividades de divulgación científica y en particular de micología, un campo de investigación todavía poco explorado en Colombia.  En una de esas reuniones propusieron la idea de montar un proyecto turístico alrededor de los hongos, precisamente, para divulgar los proyectos que desarrollaban en el grupo. 

Sin embargo, y motivados también por las altas tasas de desempleo que afectan con particularidad a los jóvenes, decidieron que el proyecto no fuera solo alrededor de hongos, sino de la biodiversidad en general. 

De esa manera, a principios de 2022, consolidaron BioTours, un proyecto de turismo científico cuyo lema es “disfrutar la naturaleza conservando su esencia”. 

Ofrecen recorridos a través de la Sierra Nevada de Santa Marta, así como en las zonas rurales de la capital del departamento de Magdalena, que son guiados y acompañados por un equipo de biólogos especialistas en diversas áreas como herpetología, el estudio de anfibios y reptiles; entomología, el estudio de insectos; ornitología, el estudio de las aves y micología, entre otros, así como de población local. 

Realizan turismo a pequeña escala, pues buscan tener el menor impacto posible sobre los ecosistemas que vistan en sus recorridos. Tanto así que dentro del formulario de inscripción que cada persona debe llenar para hacer parte de sus actividades, incluyeron una cláusula que obliga a los asistentes a abstenerse de llevar cualquier plástico de un solo uso, así como cualquier otro tipo de elemento que pueda generar contaminación del entorno. 

“Hicimos incluso una inversión para comprar todos los recipientes que las personas van a necesitar durante las excursiones”, cuenta Alejandra. 

Divulgar el conocimiento a través de experiencias para conservar ecosistemas.

Alejandra Barrios, una de las fundadoras del proyecto, dice que no hay mejor manera para generar conciencia ambiental que a través de las experiencias de inmersión en la naturaleza. / FOTO: BioTours

Muchas veces, cuenta Alejandra, “el turista y la gente en general cree que son ajenos a los ecosistemas. Explotamos los recursos pensando que las consecuencias no nos afectan: que vamos a hacer fracking, que vamos a la playa y llevamos todo el mecato y dejamos todo botado, eso no nos afecta, eso lo limpia otra persona o desaparece por arte de magia”. 

Esa es una idea que BioTours busca combatir, y qué mejor manera de hacerlo que a través de la ciencia.

Sin embargo, traducir y familiarizar el conocimiento científico con un público no especializado es un reto. Por ello, dice Alejandra, la experiencia turística es fundamental; ya que, así como el método científico, está primeramente basada en la observación. 

Recuerda, por ejemplo, un recorrido que hicieron hace poco en preparación del tour que van a hacer en julio. En el camino encontraron restos de mariposas morpho, que la gente suele relacionar con el color azul, pero en realidad son grises y la luz se refracta de tal manera en sus alas que genera el color.  

“Entonces era impresionante, porque las personas del grupo que no son biólogos veían y movían las alas y se daban cuenta de que cambiaba el color y ahí comenzaban a preguntar por qué pasa esto, por qué pasa lo otro y demás”, explica. 

Así ocurre también con las tarántulas, que abundan en la Sierra Nevada y que son arañas cazadoras: van y buscan su presa en vez de esperarlas en una telaraña y nunca se suben a los árboles, sino que se mueven siempre por el piso. O con los amplexos de rana, que es cuando el macho abraza a la hembra por su espalda y no se mueve, no come, no hace nada hasta que asegura su reproducción. 

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“Entonces es a partir de esa curiosidad y ese asombro, que son herramientas maravillosas, que nacen las preguntas y uno comienza a responderlas, ahí mismo, con el conocimiento científico que hemos adquirido”, indica Alejandra. 

Esa experiencia turística, además, genera una cercanía con las personas que permite, a su vez, mayor facilidad y fluidez en el proceso de despertar un sentido de apropiación por los ecosistemas, que es fundamental para su conservación. 

“Cuando tú le muestras a una persona el servicio ecosistémico de una especie, cuando le muestras porqué esa especie es importante para el ecosistema, entonces las personas comienzan a tener conciencia. Y eso es mucho más sentido estando en la selva que a través de un ‘brochoure’”, sostiene Alejandra. 

“Nadie conoce la montaña como quien vive en la montaña”

El equipo de BioTours está en su mayoría conformado por biólogos egresados de la Universidad del Magdalena, especializados en temas como ornitología, herpetología y micología, entre otros. En sus recorridos hay siempre por lo menos uno para proveer al turista de toda la información. Además van siempre acompañados por un guía profesional y una persona local / FOTO: BioTours

Ese, sin embargo, es un trabajo que el equipo de BioTours realiza en estrecha colaboración con la población local, que está involucrada en todas las actividades, recorridos y charlas. 

Por un lado, los locales prestan servicios de alojamiento, alimentación y guía, pero también enriquecen el conocimiento que se transmite en cada recorrido, así como la experiencia científica del equipo mismo. 

“Yo siempre digo que nadie conoce la montaña como quien vive en la montaña. Los campesinos que viven en la Sierra Nevada conocen todos los nombres comunes de todas las aves que tú puedas ver; conocen sus hábitos, si salen de día o de noche, qué comen, y demás, porque ellos conviven con esas especies y están en una observación continua”. 

Para Alejandra ese conocimiento que aportan los locales es muy valioso por varias razones. En primer lugar, porque enfrenta un problema que ella dice es fundamental y del que sufrimos en general como sociedad y es que “estamos aislados de la realidad, vivimos en nuestro campo de cemento donde la mirada está centrada sobre nosotros mismos, en cambio estas personas que viven en la montaña se dan cuenta de todo lo que los rodea”. 

Y agrega: «Son ellos los que más conocimiento empírico tienen acerca de las especies que los rodean»

Por otra parte, para Alejandra también resulta importante la participación de las comunidades, porque en muchos casos, y dada esa constante observación de su entorno, la población local es capaz de darse cuenta de cosas que incluso los biólogos, luego de años de estudio, no pueden si quiera comprender: “Nuestro amigo entomólogo, por ejemplo, nos había dicho que tal araña solo habitaba sobre el suelo, que no había información que indicara que fuera arbórea, pero cuando la vimos estaba sobre un árbol”. 

En ese sentido, el conocimiento que aporta la población local con su acompañamiento también enriquece la investigación científica que se realiza en cada recorrido, ya que “nos permite confrontar el conocimiento con el que venimos previamente e incluso nos permite sacar ideas y propuestas de investigación para tener mayor entendimiento de las especies y poder conservarlas mejor”. 

Más allá del turismo

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Además de hacer recorridos turísticos, BioTours espera consolidar alianzas con colegios, universidades e instituciones educativas en general para realizar recorridos y salidas de campo con los estudiantes / FOTO: BioTours

Y aunque BioTours es un proyecto muy joven, Alejandra dice que ha tenido gran acogida, no solo entre turistas, sino también con colegios e instituciones educativas, que es, precisamente, otra área a la que le están apostando. 

Para Alejandra, BioTours tiene una enorme aplicabilidad en el ámbito educativo en la medida en que puede servir como herramienta para interesar a los niños y a los jóvenes por los ecosistemas que los rodean y, de esta manera, por su conservación. 

De hecho, se encuentran ya en conversaciones con colegios y universidades para realizar salidas de campo y excursiones académicas de manera conjunta. También, en las próximas semanas van a estar en un colegio en Santa Marta que se especializa en turismo, dictando una charla acerca de los beneficios del turismo a pequeña escala, la protección de la biodiversidad y demás. 

De acuerdo con Alejandra, “la educación es sin duda uno de los grandes pilares de BioTours: llevar la información y el conocimiento a las nuevas generaciones”. 

Si está interesado en realizar una excursión con BioTours, puede contactarlos a través de su página de Instagram

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