130 ‘Mujeres panamericanas’ de diferentes municipios del Cauca se han visto beneficiadas por un proyecto que busca mejorar sus condiciones laborales.
En 1923 en la V Conferencia Internacional de los Estados Americanos se concibió la idea de crear una carretera que uniera a todo el continente Americano; se trata de lo que hoy se conoce como la carretera o ruta Panamericana, la cual consta de aproximadamente 17968 km de largo, comenzando en Alaska, hasta la ciudad de Buenos Aires, Argentina.
Dada la afluencia de vehículos que atraviesan a diario esta carretera, muchos colombianos han visto en esta vía una oportunidad de negocio y de subsistencia. Ese es el caso de Dora Patricia Zúñiga y de Vanessa Galarte, mujeres madres cabeza de hogar y emprendedoras que sostienen a sus familias por medio de las ventas que realizan sobre la Panamericana en el departamento del Cauca.
“Yo soy vendedora y trabajo sobre la vía Panamericana desde el año 2000. Escogí este lugar, porque se presta para poder emprender un negocio. Mi punto de venta, que es mi misma vivienda, funciona todos los días y lo atiendo desde las seis y media de la mañana hasta las siete y media u ocho de la noche. Este es un negocio familiar, por lo que mi hija, mi hermana y yo siempre estamos pendientes”, cuenta Zúñiga.
La vendedora asegura que la mayoría de las personas que tienen un negocio sobre la vía Panamericana son mujeres cabeza de familia, que no siempre cuentan con la mejor indumentaria para poder atender de la mejor manera a sus clientes. Como lo menciona Galarte, “uno solo no tiene como meterle dinero al negocio”.
Por suerte, el Gobierno del departamento del Cauca “42 Motivos para avanzar”, puso en marcha en Timbío, Sotará, Rosas, La Sierra, Patía, Mercaderes y Santander de Quilichao el proyecto “Mejoramiento de las condiciones logísticas a pequeños puntos de venta de productos agropecuarios de mujeres cabeza de familia, ubicados en vía panamericana en el sector norte y sur del departamento del cauca”, el cual hasta a la fecha ha beneficiado a 130 mujeres, entre las que se encuentran Galarte y Zúñiga.
“Empecé a vender sobre la Panamericana, porque por esta zona casi no hay trabajo y tuve que dedicarme a esto. Por eso, fue muy satisfactorio que el gobierno nos buscara para brindarnos estas ayudas, porque con el apoyo de ellos hemos podido mejorar y ofrecer un mejor servicio a los clientes”, comenta Galarte.
Por su parte, Zúñiga califica de “muy bonita” esta iniciativa de la gobernación y destaca que “todas las mujeres que conozco que se han visto beneficiadas por el proyecto están muy contentas, porque sienten que se les tiene en cuenta como mujeres cabeza de familia. Incluso están expectantes ante la llegada de la siguiente entrega, para que todo el proyecto sea ejecutado de la mejor manera”.
En noviembre del 2021, en el lanzamiento del proyecto, Elías Larrahondo Carabalí, Gobernador del departamento del Cauca, expresó que “el proyecto «Mejoramiento de las condiciones logísticas a pequeños negocios de mujeres transformadores de productos agropecuarios ubicados en la vía panamericana» es una iniciativa maravillosa que fortalece los emprendimientos especialmente de mujeres. Son más de 100 emprendimientos que vamos a fortalecer para que puedan mejorar sus ingresos a partir de tener mejor logística, fortalecemos la economía rural, la búsqueda de la paz, mejoramos los ingresos familiares, dignificamos y empoderamos a la mujer para participar en procesos sociales”.
Con eso en mente, el ente gubernamental ha entregado a cada una de las emprendedoras una vitrina horizontal en aluminio, un juego de mesas y sillas (tipo cafetería), una nevera panorámica, un punto ecológico, una licuadora de alto rendimiento, un set de vasos de vidrio, un exprimidor de naranjas industrial, un delantal para cocina, una careta transparente en policarbonato, una gorra en dri, un mesón de acero inoxidable, un vinipel transparente, una carretilla tipo buggi, un kiosko para venta de fruta, un organizador de frutas en lámina de acero, una canastilla plástica, una báscula digita, un banner publicitario, una sombrilla, un juego de cuchillos por seis piezas, una marmita de 200 litros (reforzado con tablex interno , medida 120 x 80), una bomba en acero inoxidable y una batidora.
“Han mejorado mucho las condiciones de trabajo gracias a estas entregas, porque, por ejemplo, las vitrinas le permiten a uno tener un espacio para organizar muy bien sus productos y les dan una mejor presentación a nuestros puntos de venta”, explica Zúñiga.
Y concluye, “las enseñanzas que me ha dejado este proyecto es la importancia del trabajo en equipo y de compartir ideas y socializar productos, porque a pesar de que todas vendemos más o menos lo mismo, hay otras que tienen ideas novedosas u otros productos por ofrecer, entonces esto nos ha servido para intercambiar conceptos”.