Después de casi cuatro años de trabajo, la Comisión de la Verdad acaba de publicar su Informe Final. Para que pueda consultarlo, sin enredos, creamos esta guía para navegarlo con todas las herramientas que ideó la Comisión.
Por más de tres años la Comisión realizó un amplio recorrido por el territorio nacional y adelantó, a través de las 28 sedes que constituyó en todo el país, un proceso de escucha profunda con un propósito fundamental: entender qué fue lo que pasó durante el conflicto armado en Colombia.
A las Casas de la Verdad, como bautizó sus sedes, podía acercarse cualquier persona a enterarse del trabajo de la organización, dar su testimonio y de esa manera contribuir al esclarecimiento de lo que sucedió por casi 60 años de guerra en Colombia.
Así, y a pesar de los contratiempos que supuso la pandemia por el Covid 19, la Comisión recopiló los testimonios de 27000 personas en 14000 entrevistas en las que participaron multiplicidad de sectores, territorios, identidades, etnias y poblaciones. Además, hizo uso de 1.802 informes y casos que le fueron entregados de parte de distintas organizaciones sociales y civiles.
Dos, de diez capítulos
Con todo eso, construyó su Informe Final ‘Hay futuro si hay verdad’, que presentó en el teatro Jorge Eliecer Gaitán, en Bogotá.
Con él, la Comisión busca “hacer una contribución para seguir adelante”, como mencionó el padre Francisco de Roux, presidente de la Comisión, en una de sus intervenciones y luego de afirmar que la verdad es un derecho público y que “la Comisión no es dueña de la verdad, sino que pertenece a ella”.
El informe, que no pretende sino ser “un mensaje de esperanza y futuro para Colombia […] un mensaje para todos como seres humanos”, contiene diez capítulos, que se irán publicando progresivamente y de los cuales ya son públicos dos (que puede consultar aquí).
El primero, que será el centro del Informe, se titula “Hallazgos y recomendaciones de la Comisión de la Verdad de Colombia”. En él, como lo indica su nombre, la Comisión sintetiza lo que encontró en estos años de escucha y propone una serie de recomendaciones, no vinculantes, para que los futuros gobiernos tengan en cuenta en la construcción de un país donde se garantice la no repetición del conflicto armado.
Por otra parte, se publicó también “Cuando los pájaros no cantaban: historias del conflicto armado en Colombia”, el volumen testimonial que cuenta, a partir de voces de las personas que la vivieron, cómo fue la guerra en Colombia.
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Además, De Roux escribió un manifiesto al que llamó ‘Convocatoria a la Paz Grande’ en el que sintetiza el trabajo realizado por la Comisión, así como su propósito y la oportunidad que tiene Colombia de construir un país en paz.
Entre los otros capítulos se encuentran uno titulado ‘Narrativa histórica’, que aborda los principales eventos del conflicto y los factores que lo han hecho persistir durante tanto tiempo; el capítulo Territorial, que indaga sobre las dinámicas y la dimensión del conflicto en 10 regiones; el capítulo Étnico, que busca esclarecer las afectaciones particulares que sufrieron pueblos indígenas, negros, raizales y rom en la guerra, y el capítulo de Género, con el mismo propósito que el anterior, pero acerca de los patrones de violencia específicos que vivieron mujeres y personas de la comunidad LGBTIQ +, entre otros.
Ahora bien, ya desde que comenzó su mandato, en noviembre de 2018, la Comisión sabía que su informe no podía ser únicamente un libro, pues necesitaba de otros formatos y narrativas para ampliar su difusión.
Así, con el objetivo de cautivar, conmover y generar el mayor grado de apropiación posible de su contenido, la Comisión decidió crear toda una plataforma digital con material pedagógico, interactivo e inmersivo, producto de su informe, y presentarlo en una enorme diversidad de formatos.
La plataforma digital de la Comisión
Está compuesta de 15 módulos. En el primero, ‘Hay futuro si hay verdad’, será el lugar donde, de manera progresiva, se cargarán los diez capítulos del Informe Final. Cada uno contendrá material complementario en diversos formatos como video, fotografías y audios.
Por otra parte, en el segundo módulo, titulado ‘Vidas en re-existencia’ se encuentran 25 testimonios de personas LGBTIQ+ “tan diversas como el territorio colombiano”, acerca de la su experiencia en la guerra. Personas que “sanan en medio de la guerra”.
Los siguientes cuatro módulos: ‘Impactos, afrontamientos y resistencias’, ‘Pueblos étnicos’, ‘Exilio’ y ‘Niños y niñas y adolescentes’ están también compuestos por testimonios de personas que vivieron el conflicto, pero idearon diversas maneras de resistir a él, se vieron afectadas de manera particular por su origen étnico, tuvieron que salir del país o estaban en su niñez cuando llegó la guerra a sus vidas, respectivamente.
Luego hay dos módulos donde lo que prima es el sonido, los paisajes sonoros, las voces como tal de las personas que están allí incluidas. Se trata de ‘Sonido y memoria’, una serie de relatos sonoros en los que diversas personas cuentan su experiencia en el conflicto, así como sus sueños y perspectivas futuras. Por otro lado está ‘A viva voz’, un espacio donde se recopilan las definiciones que para diversas víctimas tienen diversas palabras cuyo uso se hizo cotidiano en el conflicto y que “encarnan experiencias diversas y cuyo significado varía según la carga emocional que tiene para quien la pronuncia”. Por ejemplo, hay palabras como ‘paz’, ‘futuro’, ‘confianza’ y ‘comunidad’.
Después está ‘Dialogo Social’, un módulo en donde se recopilan los registros videográficos de diversos espacios de escucha que realizó la Comisión durante sus años de trabajo y con los que pretende mostrar cómo fue el proceso de escucha que adelantó. Así hay videos de espacios de reconocimiento, donde los responsables de violaciones a derechos humanos reconocen su responsabilidad; videos donde las víctimas cuentan su historia, así como lo que significó haber contado esa historia y en los que se imaginan un país en paz y proponen alternativas al conflicto.
Posteriormente está el módulo de ‘Activaciones artísticas y culturales’, en el que se recoge una selección de algunos de los proyectos culturales y artísticos que realizó la Comisión durante su mandato y que dan una mirada del conflicto a través de las artes.
Está también un módulo en que se hace un reconocimiento a todos los aliados, tanto nacionales como internacionales, que colaboraron con el trabajo de la Comisión, titulado ‘¿Con quién lo hicimos?’. Así como uno, llamado ‘Colombia Adentro‘, que reúne relatos del conflicto divididos entre regiones: Caribe, Pacífico, Frontera nororiental, Región Centro y Eje Cafetero.
Por otra parte está el módulo de ‘Pedagogía’, en donde la Comisión pone a disposición del público deveras herramientas para que las personas asuman su papel de difusores del Informe. Esas herramientas van desde guías para el uso del Informe en instituciones educativas, hasta guías para crear clubes de lectura del informe, obras de teatro, cine foros e incluso, un ‘Botiquín contra el olvido’.
Finalmente, también hay un espacio para consultar el archivo que deja la Comisión de la Verdad, el ‘Archivo del esclarecimiento de la verdad‘, que se convierte en uno de los repositorios de conflicto armado, derechos humanos y derecho internacional humanitario más importantes y valiosos que tiene el país.
Ese archivo, por su magnitud, tiene su propia manera de navegarse.
El Archivo del Esclarecimiento de la Verdad
Allí fue donde la Comisión de la Verdad recopiló buena parte de la información que usó para la construcción de su Informe Final.
Está dividido en 16 colecciones que contienen documentos, videos, audios, imágenes/ilustraciones, infografías y visualizaciones de datos alrededor de diversos temas como: ‘Tierra y democracia: la verdad campesina’, ‘La Verdad del Pueblo Negro’ y ‘Dialogando sobre la no repetición del conflicto’, tres de las 16 colecciones.
Por otra parte, claro, es posible buscar temas de interés a través del buscador, que, además tiene una gran variedad de filtros para especificar y cruzar búsquedas. Así, se puede buscar por documentos, por territorio, línea de tiempo o con metadatos, al tiempo que por el tipo de formato del recurso (documento, video, galería fotográfica, audio etc.), así como por año o ubicación.
En esta guía, incluida en el módulo del Archivo, puede encontrar más información acerca de cómo navegar, sin complicación, el Archivo.
El Comité de Seguimiento y Monitoreo
Si bien el trabajo fundamental de la Comisión de la Verdad termina con la publicación de su Informe Final, la organización tiene dos meses más para socializarlo y difundirlo. De la misma manera, el martes 28 se conocieron los nombres de las personas que conformarán el Comité de Seguimiento y Monitoreo, que está encargado, por siete años, de revisar si se implementan o no las recomendaciones que hizo la Comisión.
De todas formas, como lo indica su nombre, son recomendaciones que el gobierno puede decidir o no implementar.
El comité lo integran siete personas que, en teoría, deben representar la diversidad de la población colombiana: Armando Wouriyu, secretario de la Instancia Especial del Alto Nivel de los Pueblos Étnicos; Marco Romero Silva, director de la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (Codhes); Wilson Castañeda, director de Caribe Afirmativo; Julia Eva Cogollo, líder de la Ruta Cimarrona del Caribe; Dorys Ardila Muñoz, colombiana exiliada y miembro del Consejo Nacional de Paz; Esther Marina Gallego, coordinadora de la Ruta Pacífica de las Mujeres y Claudia Calero, presidenta de Asocaña.
Además, durante su primer semestre, este Comité contará con un octavo miembro escogido por los comisionados de paz con el objetivo de contribuir en el empalme.