Una alianza entre Unicef, la Universidad del Rosario y la Fundación Plan está acercando a niñas y adolescentes a la ciencia y la tecnología para contribuir a superar la desigualdad de oportunidades en estas disciplinas.
Este es el caso de 154 niñas y jóvenes que, en el Pacífico colombiano, y gracias a la iniciativa Stempodera, desarrollan conocimientos científicos.
En inglés, el término stem es un acrónimo para ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.
Con el objetivo de “empoderar niñas afrodescendientes en la Ciencia, la Tecnología, la Ingeniería y las Matemáticas”, la Fundación Plan, una organización de la sociedad civil que promueve los derechos de la niñez en Colombia, la Universidad del Rosario y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) desarrollaron esta iniciativa en 2020.
“Este proyecto busca que, en un futuro, mujeres de todas las edades participen en ciencia y tecnología, con el objetivo de que al menos el 50 % la población que trabaja en estos campos sea femenina, pues históricamente estos campos han sido masculinizados”, explica la Fundación Plan.
Actualmente, Stempodera tiene presencia en dos municipios del Pacífico. En Puerto Tejada, Cauca, 67 niñas y adolescentes del colegio José Hilario López han hecho parte de este proyecto y en Quibdó, Chocó, 87 jóvenes de la institución Educativa Miguel Antonio Caicedo han estado vinculadas.
Los proyectos que desarrollan estas jóvenes han girado en torno a temas distintos. La conservación de ríos, el trabajo alrededor de sistemas de riego o la búsqueda de soluciones al embarazo adolescente son algunos de los ejes en los que las niñas y adolescentes del Pacífico trabajan en sus comunidades.
Niñas en la ciencia: una deuda histórica
El acceso de niñas, adolescentes y mujeres en la ciencia y la tecnología es una deuda histórica que existe en la sociedad. Según la Unesco, menos del 30 % de las personas que investigan en áreas de ciencia y tecnología a nivel global son mujeres.
“El covid-19 visibilizó, entre otras cosas, las brechas entre la educación rural y urbana. La situación más crítica la experimentan las adolescentes y mujeres colombianas quienes históricamente han enfrentado brechas de género”, señala la Fundación Plan.
Y al poner la lupa sobre las regiones de Colombia, este problema se refleja en las cifras de acceso a la educación superior. En el departamento del Chocó, únicamente el 26 % de mujeres entre 17 y 21 años lograron acceder a educación superior en el primer semestre de 2020. Para el caso del Cauca, las cifras son aún más preocupantes, pues solo el 22 % tuvo acceso.
“Lo que evidencia esta información es que hay una necesidad de trabajar de manera diferenciada, para promover el acceso a niñas y mujeres en la ciencia, bajo una perspectiva que aporte a la igualdad de género”, agrega la Fundación.
De mujer a mujer
En la educación, la representación y las referencias cercanas juegan un papel importante en el desarrollo de las estudiantes. Debido a ello, Stempodera fue pensada con una estrategia de aprendizaje feminista, no solo porque la educación está dirigida a niñas, sino porque el aprendizaje viene de otras mujeres.
Las tutoras que están encargadas de guiar a las jóvenes durante su proceso de aprendizaje son recién egresadas de carreras de ciencia y tecnología. Y, además, muchas son oriundas de municipios aledaños a Puerto Tejada y Quibdó.
Los voceros de la fundación señalan que “las niñas y adolescentes necesitan modelos de referencia femeninos en ciencias. Así, pueden sentirse identificadas y decir que lo hizo, lo creó, lo inventó una mujer: ‘igual que yo'».
De acuerdo con ellos, «en una investigación reciente, en Colombia se encontró que tener profesoras en las áreas de ciencia y tecnología influye positivamente en el acercamiento de las niñas y adolescentes a estas disciplinas. Esto hace que podamos cambiar los estereotipos que son producto de la baja representación de las mujeres en la ciencia”.
“Una de las frases que más nos inspira para seguir trabajando para fomentar que haya más mujeres en la ciencia fue la poderosa frase que escribió Diana Trujillo en su Twitter, al ser nombrada como líder de la misión espacial de la Nasa para llegar a Marte en 2021: ‘Nada de esto hubiese pasado si no fuera por las mujeres berracas que vinieron primero y antes de mí. A todas las mujeres que se atrevieron, que no se quedaron quietas, que le dieron toda. A ustedes gracias por abrir el camino. Este honor es de ustedes también’”, concluye la Fundación.