Jóvenes + Museo es el nombre del programa que por primera vez realiza el Museo Nacional con un propósito en particular: hacer del Museo un lugar del que los jóvenes sean parte fundamental.
El primero de abril comenzó en el Museo Nacional el Festival Mutante, un evento de música que, en palabras de Juliana Restrepo, su directora, “quiere incluir la voz de los jóvenes de diferentes regiones en el Museo para expresar las realidades de su región, del país y de su generación a través de la música”.
El festival lo inauguró la banda banda bogotana Aguas Ardientes y, con eso, el Museo puso en marcha su iniciativa Jóvenes + Museo, un nuevo programa que, en alianza con Ecopetrol y la Asociación de Amigos del Museo, busca incluir a los jóvenes dentro del relato de país que cuenta el Museo Nacional.
“Nos dimos cuenta de que no teníamos un programa que estuviera enfocado y direccionado 100 % hacia los jóvenes, entonces quisimos diseñar uno que no solo contara con una oferta cultural, artística y educativa, sino que fuera un espacio para que los jóvenes sintieran que pueden participar e incluir su voz en el relato de nación creado por el Museo”, dice Restrepo.
Y es que, agrega, “los jóvenes son el presente y el futuro inmediato del país, son tomadores decisiones muy importantes, eso nos los demostró la manifestación que el país vivió el año pasado”. Por eso, dice, “había que ‘pararles bolas’”.
La voz de los jóvenes en el relato de nación
En ese sentido, el programa Jóvenes + Museo consiste de cuatro componentes fundamentales.
El primero es el Festival Mutante, que en su primera fase va hasta el 20 de mayo y después estará el 10 y el 22 de junio, así como el 14 de julio, con presentaciones de artistas regionales que se decidirán a través de una convocatoria.
Por otra parte, el programa incluye un componente de creación de nuevas audioguías para el Museo, que serán narradas por 15 jóvenes bogotanos escogidos por la institución y que están siendo capacitados por investigadores y curadores del museo acerca del contenido de sus salas, así como de los relatos de cada una.
“Este es mi componente favorito, porque es construir un relato común de país a partir de la multiplicidad de relatos que traen los jóvenes y su experiencia. Ahí tenemos el reto de ver cómo podemos encontrar un balance entre las investigaciones que hacemos desde del museo y las interpretaciones nuevas que traen los jóvenes”, comenta Restrepo.
En total, en el marco de este componente se diseñarán y producirán 18 audioguías que conformarán seis recorridos dirigidos a quienes visiten el museo.
El tercer componente del programa se llama ‘Mi Museo Mi Asesor’ y consiste en la realización de ocho talleres presenciales y virtuales gratuitos en temas asociados a las industrias culturales y la participación en ellas.
Si bien los temas concretos de cada uno de los talleres no están definidos todavía, tendrán que ver con “la posibilidad de que los jóvenes incursionen en temas artísticos y culturales, y cosas prácticas como cómo armar un portafolio y que debe contener, etcétera”.
Por último, el cuarto componente es el desarrollo de la imagen del programa Jóvenes + Museo, que estará a cargo de un joven que se escogerá entre diez estudiantes y graduados de diseño gráfico, visual o publicidad, menores de 28 años, a quienes se les realizó una invitación directa a participar.
Un relato colectivo
Para Restrepo, el programa responde a un giro que están dando los museos alrededor del mundo con el que se abandona idea de construir y contar un relato desde la institución hacia afuera, para ahora hacerlo de manera colectiva.
“Ahora entendemos la importancia de la cocreación y de la participación, y, en ese orden de ideas, hemos creado diferentes experiencias para volcarnos hacia eso”, explica Juliana.
Así, por ejemplo, el Museo Nacional cuenta ahora con una sala que funciona como un laboratorio de cocreación y la más reciente exposición temporal del Museo, que busca conmemorar la vida y obra de Antonio Caro, uno de los artistas conceptuales más importantes del país, “es una en la que convertimos la sala de exposiciones temporales en un taller de creación colectiva”
Eso, agrega Restrepo, “pues creemos que la única manera de incluir múltiples relatos es lograra que la comunidad participe”.
De esa manera, el Museo Nacional busca consolidarse, todavía más, como un espacio en el que tengan cabida y estén bienvenidas diferentes discusiones, pensamientos y lenguajes, entre ellos, los de los jóvenes.