En los jardines de sus casas, mujeres afrodescendientes de Arauca cultivan y producen plantas que transforman, con el conocimiento heredado, en aceites, infusiones y pomadas medicinales.
Con base en oleatos macerados de plantas como el tomillo, la suelda consuelda, el árnica, la caléndula y junto a diversos aceites como el de coco, cannabis y almendras, las mujeres de la Asociación de Mujeres Afrodescendientes de Villa Esperanza, Arauca, exploran tratamientos para los dolores en las articulaciones e infusiones aromáticas para los problemas digestivos.
Ingredientes como la cera de abeja, manteca de cacao, cannabis, aceite de almendras, la ‘suelda consuelda’ (planta usada principalmente para la jardinería) y el árnica complementan las hojas secas de las yerbas y los aceites para conseguir tratamientos que traten espasmos, lesiones y afecciones musculares en forma de pomadas calientes o cremas.
Desde el 2018, las integrantes de la asociación crearon la iniciativa de emprendimiento local ‘La Huerta Milagrosa’. Con dicho emprendimiento buscaban poner en práctica el tratamiento ancestral de diferentes plantas aromáticas y especias.
Para Barbelia Inés Isaza, representante de la asociación, este es un emprendimiento de saberes ancestrales. “Muchas de nuestras antepasadas, parteras o yerbateras, nos compartieron el conocimiento de cómo usaban plantas caseras para curar enfermedades”, cuenta.
El proceso para la preparación de estos aceites se centra en el secado de las yerbas, que dura aproximadamente un mes dependiendo el grosor de la hoja. Después de tener la planta seca se realiza el macerado, el cual toma 40 días en un lugar oscuro, fresco y seco. Por último, cuando el aceite ha absorbido todas las propiedades de las plantas, se envasan las pomadas.
Para las infusiones solo es necesario generar el proceso de secado y empaquetado en bolsas reciclables. Para consumir se debe mezclar una cucharada de hoja seca en una taza de agua.
Estos son algunos de los beneficios medicinales que han identificado las mujeres de la Asociación en las plantas que cultivan en ‘La Huerta Milagrosa’: un conocimiento que ha ido pasando de una generación a otra.
Limonaria
Según las mujeres de la Asociación, está indicada para los problemas digestivos o estomacales. Igualmente para las bajas de presión arterial, la fiebre o para combatir resfriados.
Romero y orégano
Aunque los dos tienen un uso principalmente culinario, también los utilizan para los problemas digestivos.
El romero es antiespasmódico y, si se toma en infusión, ayuda con las infecciones estomacales. También recurren a él para la falta de apetito y los dolores menstruales.
El orégano también es útil para el tratamiento de dolores menstruales, así como de la cistitis o trastornos en las vías urinarias. Lo recomiendan para el tratamiento de la bronquitis y para los dolores musculares, de muelas, de oído y de cabeza.
Moringa
Trata los trastornos estomacales y es de uso antibacteriano. Ha sido usada para los síntomas del resfriado, por lo que se popularizó en la pandemia.
‘Vaporub’
En Arauca se da como monte y huele similar al ungüento comercial. Se caracteriza por tener una hoja gruesa, húmeda y líquida. Con esta se siente un alivio o sensación a mentol en la garganta, y ayuda a mejorar los síntomas del resfriado.
Boldo rastrero o ‘planta de acetaminofén’
Al igual que el vaporub, su nombre en la región hace referencia a las características similares al medicamento. En otras partes lo conocen como boldo rastrero, boldo paraguayo o falso boldo. Protege el hígado y ayuda con la digestión, la gripe y el dolor de cabeza.
“Hay que tener extremo cuidado con esta planta”, agregan desde la Asociación, ya que no se puede consumir en exceso.