A través de un proceso de cartografía social y lenguaje hip hop, el colectivo Golpe de Barrio promueve la apropiación territorial de los habitantes de los barrios de Bosa.
‘El Pedazo’ fue como el colectivo Golpe de Barrio, un grupo de jóvenes artistas urbanos de la localidad de Bosa, bautizó al territorio que va desde el Portal Américas hasta Bosa San Bernardino, al suroccidente de Bogotá.
Pero lejos de estar delimitado y regido por fronteras administrativas, El Pedazo es un espacio vivo que responde a las dinámicas orgánicas, de carácter social, cultural, económico y ambiental derivadas de la interacción entre el territorio mismo y las personas que lo habitan.
Con el objetivo de entender esas mecánicas a profundidad y, a través de ellas, reconocer el espacio y los barrios que son su hogar, los jóvenes del colectivo realizaron un proyecto de cartografía social al que llamaron ‘Mapeo al Pedazo’, de la mano de Arquitectura Expendida, una organización internacional dedicada a la edificación comunitaria.
De allí surgieron tres productos: Jauría, que es una canción y un video de hip hop en el que cuatro MCs (maestros de ceremonias) del territorio narran lo que significa habitar El Pedazo desde su experiencia; tres recorridos comunitarios en los que invitan a sus habitantes a identificar y explorar puntos que el grupo identificó como estratégicos y que son una especie de nodos sociales y culturales, y la sistematización gráfica del mapeo que hicieron de este lugar.
La razón de ser
Cuenta Luz Ángela Poveda, a quien conocen como ‘Lucha’, una de las integrantes de Golpe de Barrio, que el proyecto surgió por la necesidad de hacer frente a tres problemas fundamentales.
Por un lado, un enorme desconocimiento por parte de la comunidad acerca del barrio en el que viven, de lo que sucede en él y también de “cómo se construye, quiénes lo planean, de qué forma, con qué argumentos y las maneras de participar en ese proceso», explica Luz Ángela.
De allí se deriva el segundo elemento: la necesidad de acercar los procesos de planificación urbana a la comunidad para que esta se involucre. Para lograrlo, deben manejar un lenguaje cercano, cotidiano, con el que las personas se relacionen y que entiendan de manera efectiva.
En tercer lugar, las contradicciones y la falta de correspondencia entre la planificación urbana “que se formula desde un escritorio” y las necesidades del territorio.
Con eso claro, comenzaron un proceso de investigación para identificar una serie de lugares estratégicos de El Pedazo, a partir de los cuales articular el mapeo del territorio: el predio de Gibraltar, que fue uno de los grandes botaderos de basura en Bosa; el potrero El Porvenir, por donde va a pasar el metro; el predio de El Corzo, donde se va a construir el Patio Taller del Metro, y la alameda El Porvenir, entre otros.
‘Perro Barrio’
A partir de esa investigación, y de su experiencia en el territorio, establecieron tres rutas para mapear El Pedazo con base en tres categorías, alrededor de las cuales parten las reflexiones acerca del territorio: una humana; una animal, a causa de la cantidad de perros callejeros que hay y que son un sujeto más, y una ambiental.
De allí surgió un símbolo, un hilo conductor de todo el proceso de mapeo y reconocimiento de El Pedazo: el ‘Perro barrio’
“El territorio parece un perro callejero: lo patean, lo pueden ver cochino y no les importa”, cuenta Lucha. Y agrega: “Por eso el perro barrio, la perra vida, el rebusque, el perro que aguanta la inclemencia y el frío”.
Con eso y con el apoyo de Arquitectura Expandida, realizaron el proceso de mapeo del territorio, que resultó en la creación de “una especie de Google Maps, pero con datos de la gente contrapuestos con los de la planificación urbana» cuenta Ana López Ortego, de Arquitectura Expandida.
Así, por ejemplo, ubicaron puntos que hablan de la relación activa entre la comunidad y el espacio, como aquellos en los que las vías se acaban de manera abrupta y que la comunidad apropió como canchas de fútbol o de estructuras inusuales como la ‘Finca Resistencia’, una pequeña casa que impide la prolongación de la calle 56 F Sur y que, por ello, se convirtió en parqueadero de camiones.
Esa cartografía la imprimieron e invitaron a la comunidad y a personas de diferentes localidades y barrios a realizar los recorridos que habían plasmado allí, con lo que sus habitantes comenzaron a acercarse a las dinámicas del barrio, a las realidades del mismo y a conocer y comprender lo que en él sucede.
Jauría
Ese proceso de entendimiento también conectó con los jóvenes de manera particular gracias a la canción de rap y al video que cuatro raperos del colectivo Golpe de Barrio, incluida ‘Lucha’, escribieron y realizaron.
A través de él sintetizan toda la experiencia de la cartografía y los recorridos, traducida a un lenguaje cotidiano para los jóvenes del territorio.
Así, una vez el video comenzó a circular, los seguidores de los cuatro raperos comenzaron a preguntarles e interesarse por el motivo de su realización.
Entonces, explica ‘Lucha’, todo el proceso sirvió tanto para acercar el territorio a sus habitantes, como para despertar su interés por él, cosa que, a su vez, ha fortalecido el tejido social y los lazos comunitarios.
Tanto así que, en consecuencia, han surgido iniciativas de encuentro donde convergen habitantes del barrio, como la creación de huertas en donde “las vecinas son las más comprometidas, las que consiguen las semillas, dicen qué tierra le hace bien a qué planta y qué planta se da”.
Asimismo, en el parque de skateboarding la comunidad construyó y agregó una nueva rampa para bicicletas. Entonces “comienza a cambiar la dinámica de unos barrios que también están muy atravesados por la delincuencia y el consumo”, cuenta ‘Lucha’.
Adicionalmente, “ya sabemos qué es y cómo usar un derecho de petición, sabemos cómo entrar a participar en el Plan de Ordenamiento Territorial y conocemos los mecanismos de participación para defender también nuestro ‘Pedazo’, agrega.
En este enlace puede consultar el proyecto completo
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