A través del fútbol, entre otros deportes, la Fundación Victoria Elena quiere brindar más oportunidades a los jóvenes con el objetivo de ayudarles a construir nuevos proyectos de vida.
Marian Pajón, bicampeona olímpica en BMX; James Rodríguez o Luis Díaz futbolistas colombianos que han pasado por los mejores equipos de las ligas europeas; Catherine Ibargüen, campeona olímpica en salto triple… Estos son algunos de los ejemplos a seguir que tienen los jóvenes en Colombia, en especial los niños que ven en el deporte una posibilidad para salir adelante.
Pero hay uno en especial que es visto por los niños como la profesión que cambiará sus vidas y ese es el fútbol, según lo que han podido ver los creadores de la Fundación Victoria Elena.
Por eso, desde su creación, el deseo de la fundación ha sido el de dotar a los jóvenes con materiales y personal capacitado “para que puedan practicar deporte y adquirir valores”, como explica Luz Helena Rodríguez Hurtado, gerente y representante legal de la Fundación Victoria Elena.
Uno de los estandartes de la misma es el derecho a jugar. Sus creadores creen que “los niños tienen derecho a un sano esparcimiento».
Además, Rodríguez considera que «a través del deporte se incentivan los procesos de paz, porque los jóvenes desarrollan habilidades como el trabajo en equipo, la disciplina, la solidaridad y valores como la responsabilidad y la tolerancia, los cuales, creo, son indispensables para construir una buena sociedad”.
La Fundación Victoria Elena tiene presencia en municipios como La Marina, Trujillo o Palmira, donde han procurado brindar a los jóvenes oportunidades para salir adelante y espacios para su crecimiento espiritual, físico y emocional. Además, se les protege para prevenir que no ingresen a grupos ilegales.
Rodríguez siente que los deportistas consagrados, a quienes les gusta lo que hacen, se esmeran en su labor. Ella desea que pase lo mismo con los jóvenes y que por medio de esto aprendan que «todos los esfuerzos traen su recompensa. Ojalá nuestros jóvenes puedan ocupar su mente con el deporte, la cultura, las artes y los oficios, y alejarse de sucesos que les toca vivir a otros que, por falta de oportunidades, han tenido que empuñar un arma”.
Igualmente, a través de estos espacios deportivos la fundación promueve encuentros con los padres, para instruirlos en temas como los cuidados alimenticios, la importancia del deporte y de tener una vida saludable y también para que aprendan sobre cómo, con pocos recursos, se puede dar una buena alimentación a los jóvenes.
Corriendo por un futuro diferente
La Fundación Victoria Elena ha procurado no concentrar todas sus fuerzas únicamente en programas deportivos, ya que entienden que no todos los jóvenes llegarán a ser deportistas de alto rendimiento.
Por esta razón, la fundación decidió que uno de los requisitos que debían cumplir los jóvenes que deseasen pertenecer al proyecto, es que tienen que tener un buen rendimiento académico y capacitarse en un oficio.
“Los apoyamos en lo que podamos para que tengan a futuro un proyecto de vida y no les mostramos como opción la universidad. Nosotros les inculcamos que cualquier oficio y arte que puedan y quieran aprender les servirán para, más adelante, tener su emprendimiento y proyecto de vida saludable”, comenta Rodríguez.
Es así como la fundación busca brindarles talleres a ellos y a sus padres sobre oficios y artes diversos, como, por ejemplo, talleres para hacer bolsos en suncho, talleres de adornos navideños o talleres sobre marroquinería artesanal.
“El deporte es el camino que utilizamos para que los jóvenes entiendan que a través del estudio y la capacitación pueden encontrar otras oportunidades en su vida”, recalca.
Y continúa “sueño con construir una escuela de artes y oficios. Creo que ahí hay una posibilidad para que nuestros jóvenes aprendan nuevas habilidades que, tanto en el país como por fuera, serían muy útiles y les podrían dar la posibilidad de crear un proyecto de vida”.