Bowl de asaí y otras recetas para incorporar los frutos amazónicos en su cocina

Magaly Ortiz, creadora de Kiniki, un emprendimiento que aprovecha en sus creaciones la diversidad gastronómica de la Amazonía, recomienda usos sencillos para cinco frutos de la región.

Desde que era joven, Magally Ortiz tenía una meta: mostrar la diversidad gastronómica de Guainía. En 2017, esa meta la empezó a cumplir cuando creó Kiniki, una compañía dedicada a la comercialización de productos hechos con frutos amazónicos.

Con Kiniki, que en lengua indígena curripaco significa ‘el lugar de siembra’, Magally busca resaltar esa riqueza alimentaria. Desde que lo creó pensó en dos líneas de productos: jaleas y picantes, hechos con frutos propios de la región amazónica como arazá, túpiro, camu camu, asaí y copoazú.

“Hemos creado alianzas con las comunidades, con los agricultores. Ahora queremos acercar nuestros productos a la población local”, explica.

Le preguntamos cinco recetas que aprovechan los frutos tradicionales de la región, los mismos que inspiraron su emprendimiento.

Dulce de arazá

El arazá también es conocido como guayabo amazónico. / FOTO: Shutterstock

También es conocido como guayabo amazónico. Una de las preparaciones más comunes es dulce de arazá, para lo que se necesitan 3 tazas de pulpa de esta fruta, media taza de jugo de limón y taza y media de azúcar.

Para hacer la pulpa, la fruta se licúa con agua. Cuando está lista, se mezcla con el jugo de limón a fuego bajo y, mientras hierve, se revuelve hasta que el azúcar se disuelva. Después de hervir, se deja cocer entre 15 y 20 minutos.

Paletas de túpiro

Por su apariencia, el túpiro parece una mezcla entre un tomate y una berenjena. También es conocido como cocona y sirve para productos como jaleas, mermeladas, dulces, helados y jugos.

Para hacer paletas de túpiro, se necesitan 500 gramos de la fruta, 3 tazas de agua, media taza de azúcar y recipientes para paleta. Lo primero que se hace es pelar la fruta y echarla en una olla con agua que la cubra completamente durante 20 minutos. Cuando pase el tiempo, se cuela para filtrar las semillas. Luego, se licúa la fruta con la misma agua en la que se hirvió y se añade el azúcar. Esta mezcla se vierte en los recipientes para paleta, que se deben dejar en el congelador por lo menos cinco horas.

Smoothie de camu camu

Recetas con frutos amazónicos
El camu camu es reconocido por ser rico en vitamina C. / FOTO: Shutterstock

Es el fruto de un arbusto que lleva el mismo nombre, es propio de la Amazonía y es rico en vitamina C. Se puede consumir con otras frutas en, por ejemplo, un smoothie. Se puede usar, además de camu camu, banano en trozos y mango. Estos frutos se mezclan en la licuadora con agua y jengibre. Se sirve cuando la mezcla alcanza una consistencia homogénea.

Bowl de asaí

Recetas con frutos amazónicos
El asaí es rico en vitaminas A, B y C y en fibra. / FOTO: Shutterstock

En tiempos recientes se ha popularizado por sus propiedades, que incluyen riqueza en vitaminas A, B y C, y en fibra. Una de sus preparaciones más comunes es en bowl. Para prepararlo se necesita medio banano, 10 arándanos u otros frutos rojos, 100 gramos de asaí congelado, leche vegetal o de almendras y frutos secos. Los ingredientes se licúan hasta que tienen una consistencia densa, pues es una comida que se come con cuchar.

Mousse de copoazú

Recetas con frutos amazónicos
El copoazú también es conocido como cacao blanco amazónico. / FOTO: Shutterstock

Conocido como el cacao blanco amazónico, así como por sus altos contenidos de fósforo, pectina y calcio. Con él se puede hacer distintas preparaciones, como un mousse. Para esto, se necesitan 500 gramos de la fruta, azúcar, crema de leche, cuatro claras de huevo y agua.

Lo primero que se debe hacer es licuar el copoazú. Luego, en una olla, se agrega agua y azúcar y se revuelven. A esa mezcla se le agregan las cuatro claras de huevo previamente batidas. El siguiente paso es combinar la mezcla de azúcar, agua y huevo con la fruta hasta que tome consistencia. Cuando está listo se deja refrigerar en la nevera durante, por lo menos, dos horas.