Esta isla colombiana debe su nombre a la cantidad de serpientes en su territorio

La presencia de 18 especies de serpientes explica el nombre de este Santuario de Flora y Fauna, ubicado en el Pacífico colombiano.

Al oeste de Nuquí, Chocó, está una de las joyas biodiversas del Pacífico colombiano: la isla Gorgona, un Santuario de Flora y Fauna, que hace parte de los territorios protegidos por Parques Nacionales Naturales de Colombia

Su nombre viene de la mitología griega, específicamente del mito de las tres hermanas gorgonas. Medusa, la más conocida, fue castigada por la diosa Atena y condenada con un cabello lleno de serpientes y una mirada temible, que petrificaba a todo hombre que la mirara directamente a los ojos.  

Según varios cronistas, en 1526, la isla del Pacífico colombiano recibió el nombre de Gorgona porque un grupo de 87 colonizadores españoles murieron tras haber sido mordidos por serpientes en el territorio.  

Lo que en el pasado alimentó el temor entre los españoles, hoy es una de las principales razones detrás del interés científico que despierta la isla y por las que esta es una zona de importancia alta para la conservación: las especies de serpientes que la habitan.

Isla de Gorgona
La isla de Gorgona fue nombrada por conquistadores españoles, a raíz de la cantidad de serpientes que se pueden encontrar en su territorio. / FOTO: Shutterstock

Gorgona biodiversa

La isla de Gorgona tuvo una historia turbulenta en los años sesenta. En esa época, el Estado colombiano construyó una cárcel de alta seguridad, que luego fue clausurada en 1984 para convertir la isla en una Parque Nacional Natural

Actualmente, Gorgona también hace parte de la lista verde de áreas protegidas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Cuenta con más de 500 variedades de plantas, casi 400 especies de peces y más de 160 sesenta tipos de pájaros.  

Según Rafael Moreno, investigador del programa de ciencias básicas del Instituto Humboldt, el número de serpientes que se ha registrado en la isla ha venido aumentando paulatinamente. 

En 2003, existía registro de ocho especies, número que aumentó a 13 en el 2008 y a 17 en 2012. “Si incluimos la serpiente marina amarilla, la riqueza documentada es de 18 especies”, cuenta el investigador. 

La biodiversidad de serpientes de la isla se agrupa en cuatro familias: las víboras y corales, culebras comunes, boas, y serpientes marinas.

Moreno cuenta que “de acuerdo con los estudios de Urbina-Cardona en 2008, las especies más abundantes que encontraron en la isla fueron la culebra sabanera, la coral rabo de ají y la vibora equis o mapaná. Hay una especie endémica en la isla, y es la serpiente tierrera, que fue encontrada y registrada en 2009”. Estas son las características de estas cuatro especies principales: 

La serpiente tierrera

Su nombre científico es atractus medusa y, además, es una especie endémica de la isla Gorgona, por lo que recibió el nombre ‘medusa’, en referencia a la criatura de la mitología griega. 

Las serpientes atractus como esta miden alrededor 32 centímetros, por lo que se les considera una especie de tamaño mediano, según la ciencia. Sus escamas de color café rojizo en algunos casos tienen pequeñas manchas beige. Suelen alimentarse de lombrices de tierra, artrópodos y moluscos.   

Culebra sabanera

culebra sabanera
La culebra sabanera suele alimentarse de ranas o roedores. / FOTO: Wikimedia Commons

Las mastigodryas boddaert pueden llegar a medir hasta 160 centímetros y suelen alimentarse de animales pequeños como ranas o roedores. Es una serpiente que tiende a atacar si se siente amenazada. 

Tienen ojos grandes y sus escamas pueden ser de color gris azulado o café, en algunos casos, con manchas. 

Serpiente Rabo de Ají

Rabo de ají
La serpiente rabo de ají es venenosa, pero no se le considera tan agresiva como otras especies. / FOTO: Wikimedia Commons

Esta especie mide 70 centímetros de largo, en promedio, pero se han reportado especímenes de casi un metro y medio. Es conocida porque tiene un anillo de color rojo cerca de su cabeza y varios otros de la misma tonalidad en la punta de su cola, contrastando con sus escamas blancas y negras.  

Es una especie considerada altamente venenosa, pero no se le considera agresiva, pues ante amenazas primero agita la cola o huye.   

La víbora equis (x)

Víbora equis
Las mapanás son la especie más venenosa y agresiva de esta lista. / FOTO: Shutterstock

También se le conoce como mapaná y puede llegar a medir hasta tres metros. Es una serpiente vistosa, pues biólogos suelen reconocerla por los patrones que crean las escamas de su dorso. 

Es común que estas serpientes tengan un color café claro con manchas oscuras en forma de rombo, que se alargan hacia los costados y se alternan con espacios claros. Es una serpiente nocturna, muy agresiva y venenosa.