Tres paradas para conocer el patrimonio histórico de Cundinamarca y del país

Recorra y rememore la historia del departamento de Cundinamarca con esta guía por lugares con pasado indígena, colonial y republicano.

Cundinamarca es un departamento de gran tradición histórica y cultural. Ya desde tiempos precolombinos albergaba importantes civilizaciones cuyo legado y enseñanzas seguimos descubriendo hoy. 

Vino después La Colonia y con ella múltiples encuentros e intercambios culturales, que si bien fueron en buena parte violentos, también resultaron en profundos sincretismos, transculturaciones y fusiones que derivaron en nuevas músicas, gastronomías, formas de organización política y administrativa e incluso creencias divinas. 

Sin embargo, cansado el pueblo criollo del yugo español, en 1810 se declaró la independencia que se consolidaría finalmente en 1819 con la célebre Batalla de Boyacá. Con ello llegaría también une nueva era para el país, de la que Cundinamarca fue también testigo y protagonista. 

Es difícil resumir todo el legado que está presente en el departamento, sin embargo, desde Colombia Visible realizamos esta guía por tres municipios de Cundinamarca que dan cuenta de buena parte de ella. 

Sesquilé

Laguna de Guatavita
El municipio de Sesquilé cuenta con diversos puntos de relevancia histórica como la Laguna del Cacique de Guatavita, que dio origen el mito de El Dorado. / FOTO: Shuttertsock

El municipio está ubicado a alrededor de 45 minutos de Bogotá por la vía central del norte, por lo que es un viaje que puede realizar sin problema un fin de semana si se encuentra en la capital.

En sus tierras habitaron hace siglos comunidades indígenas Muiscas y Kichwas, que hoy encuentran su descendencia en la población general del municipio, así como en el Cabildo Muisca de Sesquilé

En ese último se preservan todavía las tradiciones y las costumbres de ese pueblo milenario, que hoy los turistas pueden visitar para conocer acerca de rituales, ceremonias, gastronomía, lengua y arquitectura tradicional, entre otras cosas. 

Y es que, cuenta Néstor Vásquez, operador turístico del municipio, desde el sector turismo se vienen realizando varios esfuerzos para preservar ese legado indígena del que, dice él, son hijas las personas de Sesquilé. 

Así, han recurrido a historiadores y habitantes del pueblo para rescatar la memoria indígena de su municipio y la tradición oral y las riquezas culturales que esta alberga. 

Para visitar el cabildo es necesario ir hasta la vereda Boitivá que, según cuenta Néstor, está ubicada a 10 minutos del parque principal de Sesquilé. Cualquier operador turístico puede llevarlo y se encarga de la logística de hablar con el gobernador indígena para poder ingresar al lugar. 

Por otra parte, el pasado indígena también habita Sesquilé a través de la Laguna del Cacique Guatavita, una de las más importantes dentro de su tradición. Era allí donde se realizaba la ceremonia de investidura del nuevo Zipa, máxima autoridad del pueblo muisca, quien sobre una balsa hecha de juncos y adornada con ofrendas de oro y esmeraldas, iba cubierto, a su vez, con oro en polvo, todo para ofrecer a los dioses. 

Una vez la balsa alcanzaba el centro de la laguna, el pueblo que estaba en las orillas lanzaba objetos de oro y piedras preciosas al agua mientras el nuevo Zipa, sumergía su cuerpo en la laguna y los cuatro caciques que lo acompañaban lanzaban las ofrendas al fondo de la laguna. 

Esa historia dio origen a la leyenda de El Dorado, una fantástica ciudad hecha de oro y cubierta en piedras preciosas que motivó a más de un busca tesoros europeo a emprender viaje hacia la Nueva Granada

Hoy, alrededor de la laguna, que se encuentra en la vereda Tierra Negra del municipio de Sesquilé, a unos 40 minutos en carro desde el casco urbano, existe un sendero turístico que acerca a las personas a la leyenda. 

Por último, Sesquilé hace también parte del proyecto ‘Pueblos Dorados’, de la Gobernación de Cundinamarca, que reúne a seis municipios del departamento y que busca consolidar un proyecto turístico en los puntos del departamento con mayor legado indígena. 

Tabio

Peña de Juaica
La Peña de Juaica fue un lugar sagrado para el pueblo indígena muisca. Hoy es posible subir a través de un sendero ecológico. / FOTO: Shutterstock

Según cuenta Andrés Monsalve, operador turístico en este municipio, Tabio era un lugar de gran importancia para los muiscas, siendo este uno de los puntos de asentamiento para el Zipa y su comunidad.  

Específicamente, hay dos lugares particulares que rememoran esa historia en el municipio. Por un lado, los Termales El Zipa, hoy convertidos en un complejo turístico de piscinas, pero entonces una serie de piscinas naturales a las que acudía el Zipa con su séquito de gobierno, y sus doncellas, a bañarse y a realizar rituales y fiestas en honor a la diosa del agua. 

Por otro lado, la Peña Juaica, un cerro que forma parte de un complejo montañoso que comparten Tabio, Tenjo y Subachoque, y que fue un lugar sagrado para la comunidad muisca. Allí se puede realizar senderismo y caminatas ecológicas y en su cumbre es posible ver los nevados del Tolima y Ruiz

El municipio está ubicado a poco más de una hora desde Bogotá, saliendo por el norte de la capital, vía Chía y Cajicá, donde luego hay que desviarse hacia Tabio. 

Guaduas

Guaduas
El Camino Real, que conectó Honda con Bogotá durante la Colonia, es uno de los atractivos históricos de Guaduas. En la actualidad se puede recorrer uno de sus tramos. / FOTO: Nathalia Bermúdez

El Centro Histórico de la Villa de San Miguel de Guaduas fue declarado monumento nacional en 1959 y luego como uno de los Pueblos Patrimonio de Colombia, el único de Cundinamarca, en 2010. 

Fundada en 1572, fue hogar y posada de ilustres personajes fundamentales para la campaña independentista del país y luego en su historia republicana. 

Está ubicada sobre el antiguo Camino Real, una importante vía de comunicación que durante la Colonia conducía desde San Bartolomé de Honda hasta Santafé, hoy Honda y Bogotá. Por allí se transportaban personas y mercancía y más tarde sirvió para el tránsito de personajes ilustres como José Celestino Mutis y Francisco José de Caldas, en el marco de la Expedición Botánica

Hoy, cuenta Nathalia Bustamante, de Panche Experiences, un operador turístico local con el que puede contratar diversas actividades, el camino es transitable, aunque no en su totalidad, y se conservan casi en perfecto estado buena parte de los tramos empedrados del camino. Actualmente se puede transitar desde Honda hasta la vereda La Cumbre, en la parte más alta de Guaduas, casi llegando a Villeta

Por otro lado, Guaduas es particularmente célebre por ser el lugar de nacimiento de Policarpa Salavarrieta, una de las más representativas figuras de la independencia y probablemente la más importante mujer en ese proceso. 

En el municipio todavía se conserva la casa donde nació y vivió una parte de su vida y hoy funciona como museo. Allí podrá conocer la historia de esa heroína libertadora y ver también la manera en que vivían los criollos durante la Colonia. 

De la misma manera, el Centro Histórico alberga otros lugares de interés como la Recoleta de Nuestra Señora de los Ángeles, la primera construcción levantada durante la Colonia en Guaduas; la Catedral de San Miguel Arcángel, la última iglesia construida durante la Colonia en el país; la Plaza de la Constitución, donde se encuentra una estatua de Policarpa Salavarrieta y la Casa Consistorial, a donde llegó la cabeza de José Antonio Galán, líder de la Revolución de Los Comuneros, quien fue sentenciado a muerte y al desmembramiento de su cadáver. 

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