La comunidad de la Serranía de los Paraguas se unió para acoger a investigadores y turistas

Desde hace 15 años, Serraniagua promueve turismo comunitario en el límite natural entre Valle del Cauca y Chocó. En la organización hay 13 familias campesinas que participan de los procesos.

Serraniagua
La comunidad de El Cairo creó Serraniagua a mediados de los años noventa. / FOTO: Serraniagua

Ubicada en el límite natural entre Valle del Cauca y Chocó, con influencia en tres municipios del Valle (El Cairo, Versalles y El Dovio), la Serranía de los Paraguas es uno de los principales corredores biológicos de la cordillera de los Andes, al punto de que fue declarado área protegida desde 2020.

Las comunidades que habitan en esta zona saben de su importancia. Por eso se unieron para su conservación.

Desde 1996 crearon la organización Serraniagua, que tiene como propósito reunir las distintas visiones y tradiciones que hay allí. Y desde hace cerca de 15 años, gracias al crecimiento del ecoturismo y del turismo comunitario, también impulsa un modelo en el que los visitantes conocen la zona, controlando el impacto de su presencia.

Participan 13 familias campesinas, compuestas por alrededor de 30 personas. Lo que queremos es que el turismo no cambie las dinámicas cotidianas de la vida rural, sino que más bien sea un aporte adicional al trabajo de las personas”, explica Andrea Pinto, asesora de la organización.

Cómo es el turismo

Serraniagua
13 familias, que conforman un grupo de 30 personas en total, participan en las actividades turísticas de la organización. / FOTO: Serraniagua

Para evitar que cambien las dinámicas, señala Andrea, las visitas son esporádicas y se han reducido por cuenta de la pandemia por covid-19.

Sin embargo, explica que en el municipio de El Cairo “tenemos dos reservas naturales en fincas asociadas a la organización y dos reservas comunitarias, donde también se reciben visitas de grupos de investigación. Ahí está vinculada una familia campesina que apoya los servicios de alimentación”.

Ángela María Montenegro, representante legal de Serraniagua, puntualiza que hay dos tipos de “intercambios de experiencia” durante las visitas. El primero es un intercambio académico en el que grupos de investigación de pregrado, postgrado y organizaciones de ciencias biológicas acuden a las reservas para realizar estudios.

El segundo tes para las personas que quieren “conocer las diferentes actividades productivas del municipio”. Por ejemplo, tres de las familias que hacen parte de la asociación se dedican a la molienda de panela artesanal; los turistas pueden conocer esta actividad, que, como dice Ángela María, “reúne a los vecinos en torno al calor y el vapor”.

Otras actividades que ofrecen son la cosecha de miel de abeja y la recolección, cultivo y procesamiento de plantas medicinales. También “tienen la oportunidad de conocer el proceso de lo que involucra tener un pocillo de café colombiano en la mesa”.

Pero, más allá de esas actividades, continúa Ángela María, la idea es sensibilizar al viajero “a través de la diversificación de las actividades campesinas para mitigar el impacto del cambio climático”.

Trabajo participativo

Serraniagua
Los jóvenes de El Cairo cumplen la tarea de guías en la Serranía de los Paraguas. / FOTO: Serraniagua

Ángela María señala que la corporación tiene como fin “integrar todas las visiones del territorio, las distintas culturas, los saberes ancestrales, la tradición oral, las prácticas productivas tradicionales y el patrimonio arqueológico y arquitectónico”.

En ese sentido, Andrea agrega que “es importante que haya esta inclusión, porque las comunidades han tenido pocos espacios de participación y decisión. Se trata de que haya procesos de concertación sobre lo que se hará”.

Ese diálogo, añade Andrea, incluye reuniones para definir cómo se prestará el servicio y de capacitaciones para mitigar el impacto de los turistas. Esos continuos diálogos han llevado a que, por ejemplo, los guías en temas de aves y plantas sean jóvenes habitantes de El Cairo que, aunque no tienen formación como guías, hacen parte de los procesos.

“El trabajo de Serraniagua es un proceso que siempre está en mejora, pero que aporta en todos los niveles económicos, sociales y participativos de la región”. Por último, Ángela María señala que “todas estas experiencias están encaminadas a promover prácticas para la soberanía alimentaria. También tenemos espacios de formación para jóvenes del municipio relacionados con la fauna y la flora de la región”.

Lea también:

Los habitantes de Islas del Rosario fortalecen su oferta turísticia propia

En Nuquí se cuenta la tradición de los pueblos afrodescendientes a través de un proyecto turístico