"De esta orilla abogo para que en la impredecible recta final hacia la primera y segunda vuelta se incluya en los debates, asista o no el líder de los sondeos, a los pequeños y medianos municipios".
Recojo una sensata idea del alcalde Sogamoso, Boyacá, para hablar de política, tan intensa en estos últimos días pero a la vez muy limitada.
Decía con razón el alcalde y a quien conocí esta semana en un desayuno en Caracol Radio en Bogotá, que ninguno de los candidatos a la presidencia, sin excepción, se ha sentado con alguna parte de ellos.
Lo entiendo, son más de mil, para saber cómo van los municipios en qué o no avanzan y cómo será su futuro bien sea el uno o el otro que llegue a reemplazar, por fortuna, a Duque. Nada. No han hecho o dicho nada. Y añado: ninguno de los analistas que haya visto o leído los ha cuestionado con respecto a la importancia de las regiones y sus municipios, su actualidad y lo que le espera a este país en los próximos cuatro años.
Todos son temas muy generales, de moda, sí, de impacto, sí, cargados de lugares comunes, también y de conveniencia para ganar votos y audiencia al valor que sea. Los municipios no hacen parte de la agenda ni de periodistas ni de candidatos y lo lamento por ambos.
Trabajé 12 años en la Revista Semana bajo el inteligente mando de Alejandro Santos y un gran y brillante combo que lo acompañaba, incluyendo a Pardo, Duzan, Calderón, Vlado, Coronel y Samper, entre otros, hoy todos muy lejos de esa casa editorial.
Y hablo de Semana no por vanidad, era un soldado, no un general, sino porque logramos en una década publicar más de 90 revistas y realizar cientos de foros muy lejos de las ciudades capitales, sobre todo de Bogotá. Allí se mostró la otra Colombia, que no existe, insisto, en las agendas de las discusiones de hoy entre analistas y candidatos. No hay interés de parte y parte, no hay tiempo dirán unos, no hay seguridad dirán otros, o no hay garantías, palabra de moda por estos días y oportunamente motivada por los resultados en las encuestas.
Mal. Muy mal. Desolador si dramatizo un poco.
Pero de esta orilla abogo para que en la impredecible recta final hacia la primera y segunda vuelta se incluya en los debates, asista o no el líder de los sondeos, a los pequeños y medianos municipios.
No es mucho pedir. Es incluir y visibilizar los territorios, de conocerlos genuinamente y no desde una tarima a cambio de votos y agendas tan básicas como populistas.
No todo tiene que ser entre las multitudes. Y en ese sentido, el reclamo del alcalde de Sogamoso es válido porque representa el de más de mil mandatarios que mueven sin protagonismos y sin descanso a este país. Pero eso no interesa. No ayer, no hoy, tal vez nunca.
Colombia a diferencia de Chile, Uruguay y Argentina, por nombrar algunos países , tiene un potencial muy marcado en ciudades intermedias y pequeños municipios que si se les apoya y se les escucha más y mejor representan un potencial único de contribución al desarrollo de un país que es de regiones.
Pero ya veremos. O lo estamos viendo. Nada por aquí ni por allá. Qué lástima, porque el dinámico y muy capaz alcalde de Sogamoso tiene toda la razón cuando reclama que no los invitan a dialogar o a conocer sus necesidades.
No. No, señor alcalde. Aquí ni hay ‘prime time’ para ustedes ni espacio en las campañas. Ni lo sueñe. Aquí lo que realmente existe es otra pelea de ciegos por el poder y donde hoy el tuerto es rey.