Valiente fue rescatado de entre los estragos generados por la emergencia invernal en Dabeiba, Antioquia, hace dos años. Encontró una nueva vida en el hogar de Daniela Mejía, médico veterinaria del grupo fauna del Área Metropolitana del Valle de Aburrá.
La tormenta de la noche del 13 de noviembre de 2020 en Dabeiba, causó una de las peores emergencias antioqueñas en los últimos años y dejó cerca de 700 damnificados y seis fallecidos.
Esta crisis ambiental no solo impactó a la ciudadanía. El balance también dejó unos 400 animales afectados. Entre ellos, Valiente, un perro que se convirtió en un símbolo de la tragedia.
Ante la magnitud de la emergencia, distintas entidades gubernamentales decidieron prestar su apoyo a las autoridades de Dabeiba para ayudar a los damnificados de aquel invierno. Una de ellas fue el Área Metropolitana del Valle de Aburrá que, por el liderazgo de su director, Juan David Palacio, envió a un equipo de profesionales para apoyar en el rescate de animales domésticos.
Entre el equipo estaba Daniela Mejía, una médico veterinaria que hace parte del grupo fauna del Área Metropolitana del Valle de Aburrá. Recuerda que ella fue la primera en atender a Valiente, que entonces no se llamaba así. Y fue también Daniela la que, ya en Medellín, decidió abrir las puertas de su casa, como hogar de paso, para el perro.
El rescate
Es difícil saber a ciencia cierta cómo ocurrió, pues no hay testigos. Sin embargo, durante la avalancha, Valiente se hirió en una de sus patas, el miembro anterior izquierdo. Un grupo de personas lo auxilió, lo vendó y luego lo llevó al refugio habilitado para la atención de los animales.
No obstante, ese cuidado fue insuficiente. Al atenderlo, Daniela se dio cuenta de que tenía el tejido de la pata completamente necrosado. “Se le estaba pudriendo el tejido, se le ‘murió’”, explica. “Le destapé ese vendaje y vimos que esa patica ya no tenía sensibilidad. Incluso, estaba oliendo muy fuerte. La decisión que se tomó fue mandarlo a Medellín”. Allí fue atendido por el equipo de la Facultad de Veterinaria de la Universidad CES, con la que el Área Metropolitana del Valle de Aburrá tiene un convenio.
El equipo del Área, luego de estar en Dabeiba, se trasladaría a Urrao. “El secretario de Ambiente de la Gobernación de Antioquia de esa época estaba allí y llegó en helicóptero. Yo le pedí el favor de si podía transportarlo, pues allí no había dónde hacer el procedimiento de la amputación. Él nos dijo que sí y el perrito fue llevado a Medellín en helicóptero”, cuenta.
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Y agrega: “En el momento de la primera atención se le hizo un proceso de herida general, se le volvió a vendar, se aplicaron medicamentos analgésicos y antibióticos. Y cuando llegó al CES, fue valorado por un ortopedista, se tomaron radiografías, se le hicieron todos los exámenes clínicos y médicos que necesitaba. Y la decisión del equipo médico fue que sí, que lo mejor era amputar”.
Un símbolo de valentía
Tras la intervención quirúrgica y la posterior hospitalización, Valiente (cuyo nombre fue idea de uno de los compañeros de Daniela en el grupo fauna del Área Metropolitana) fue trasladado a un albergue en Caldas. “Pero no se adaptó muy bien”, dice Daniela. Cuando estaba aprendiendo a caminar de nuevo, los demás perros en el albergue “jugaban muy brusco”, lo que ponía en riesgo su recuperación.
“Yo tengo mucha compasión por los animales, por eso estudié veterinaria. Pero el caso de Valiente me tocó el corazón, porque yo fui la primera persona que lo atendió. Es de esas cosas que llegan al alma”, reflexiona al hablar de su decisión de ofrecerse para que Valiente fuera a su casa mientras encontraba un hogar definitivo. Una decisión que tomó hace ya un año.
Cuenta que la adaptación ha sido larga, pero exitosa. Por supuesto, Valiente tiene limitaciones físicas. Por ejemplo, se cansa mucho más que un perro que tiene sus cuatro patas, pero tiene muy buena movilidad: “Brinca, corre, salta, le encanta salir, se lleva bien con otros perros”.
Y, riéndose, Daniela asegura que “él es todo ‘parchao’, se sienta en un mueble, no se altera por nada, aunque le emociona salir”.
Además, se ha convertido en un asiduo visitante del Área Metropolitana del Valle de Aburrá. Por ejemplo, estuvo en la rendición de cuentas de 2021, liderada por el director Juan David Palacio, y en otros espacios como en el programa Área Sostenible, que se transmite por Telemedellín. Pero, más allá de la anécdota de la ‘transformación’ de Valiente, Daniela cree que su impacto es mayor.
“Valiente se ha convertido en un símbolo frente a lo que se hace en el Área Metropolitana del Valle de Aburrá por los animales. Finalmente, todo el proceso de Valiente no se hubiera logrado si no es por la voluntad del director y de los empleados de la entidad. Valiente es un símbolo de resiliencia”.