La literatura como refugio, como herramienta para imaginar mundos posibles, como mecanismo para apaciguar el espíritu. En estas cinco regiones la lectura es mucho más que un hábito.
Festival de Arte y Lectura de Saravena – Saravena, Arauca
La región del río Sarare, y el piedemonte llanero en general es muy rica en cultura y en tradición, cuenta Tatiana Muñoz, fundadora del festival.
“Su patrimonio cultural es enorme, tiene elementos como los cantos de vaquería y el trabajo llanero. Es una región que fue colonizada por campesinos que llegaron de Boyacá y de los Santanderes, y eso de alguna manera significó la consolidación de un espíritu cosmopolita: la gente va y viene, y trae y lleva consigo cosas que enriquecen mucho la cultura”, asegura Tatiana.
Por eso, cuenta ella, es tan grave que en el municipio no haya teatros, librerías, salas de cine y espacios de consumo cultural en general.
Así, en el 2018, con la ayuda de dos compañeros y el apoyo del Ministerio de Cultura, montó la primera versión del Festival de Arte y Lectura de Saravena.
Además de querer generar espacios para el consumo de las manifestaciones culturales locales, el festival también hace énfasis en la promoción de la lectura a través del cine, la música y el teatro, entre otras disciplinas, apelando a lo local.
Así, por ejemplo, han contado con la presencia de artistas como Edson Velandia y escritores como Víctor Correa Lugo e Ignacio Piedrahita, quien acompañó la más reciente versión del festival, cuyo hilo conductor fue el río Sarare, elemento fundamental en la configuración social y política de la región.
“Ignacio, que es geólogo pero también escritor, hizo un ensayo para la Comisión de la Verdad que se llama ‘La verdad de los Ríos‘, en el que reflexiona acerca de estos como sujetos vivos, ontológicos, en la historia del conflicto armado. Entonces a partir de ese tema hicimos una serie de talleres de narración de nuestro río, así como de escritura creativa a su alrededor”, dice Tatiana.
Y es que, según ella, en una región con una situación social y política tan compleja como lo es el departamento de Arauca, “el arte, la cultura, y la lectura, alimentan el espíritu y de alguna manera lo apaciguan y calman la zozobra que se vive en la región. Son herramientas que nos permiten comprender la situación en la que estamos y pensar en cuáles son los posibles caminos de creación que tenemos a la vista. Estamos convencidos de que necesitamos del arte y de la literatura para sobrevivir y sobrellevar el peso existencial que implica vivir en esta región”.
Año tras año, han luchado por mantener vivo el festival, pues aunque contaron con apoyo institucional en su primera edición, en otras han tenido que autogestionar los recursos y pedir apoyo de la comunidad.
En 2022 realizarán la quinta edición del evento que también busca cambiar la percepción de las personas acerca de la región y hacer entender que “Saravena y el piedemonte llanero es una región maravillosa, con una riqueza cultural natural enorme. Queremos que nos visiten, que conozcan lo que se hace acá también”.
Feria del Libro Déjame Leer en Paz – Barrancabermeja, Santander
Darwin Oliveros es docente de español del Colegio el Castillo en la ciudad de Barrancabermeja. Como profesor, ha creído siempre en la lectura como refugio y herramienta de exploración del mundo exterior y del interior.
“Vivimos en unos tiempos llenos de soledad y de miedo, y refugiarse en los libros es una gran oportunidad para contrarrestar eso, para aprender, explorar, interactuar y relacionarse con uno, con los personajes y con las otras personas”, explica Darwin.
Por eso, cuando sus estudiantes le propusieron crear una feria de lectura para conmemorar los cincuenta años del colegio, fue directo a proponérselo al rector, quien también apoyó la idea.
El propósito fundamental del evento es visibilizar las experiencias de promoción de lectura que se dan en la ciudad, así como enriquecerlas llevando otras que suceden a nivel nacional. Además, también pretende demostrar que Barrancabermeja puede tener espacios culturales y artísticos, y, dice Darwin, que estos no son un monopolio exclusivo de las grandes capitales.
En su primera versión, en el 2018, y por el paro de maestros que sucedió ese año, solo pudieron hacer las actividades entre la comunidad estudiantil del colegio.
Ya para el 2019, y en alianza con la Escuela Normal Superior y el Colegio el Rosario, consiguieron el apoyo de Ecopetrol e hicieron un evento de cinco días, en cinco lugares distintos y al que llegaron alrededor de 30 mil personas. Contaron con el acompañamiento de editoriales como Norma, Planeta, Panamericana; escritores como Alekos y Silvia Valencia, y librerías locales como Monachito y Leer y algo más.
Además, comenzaron con el programa Caravana Literaria, en donde visitaron La Fortuna, el Llanito y el Centro, tres corregimientos del municipio a donde llevaron libros y actividades de teatro y artísticas para promover la lectura.
Sin embargo, después de ese gran éxito, en 2020 y 2021 tuvieron que suspender el evento por la pandemia.
Para este año, en el que se conmemora el centenario de la ciudad, le presentaron la idea a la Secretaría de Educación, quien se comprometió a apoyar la iniciativa en el marco del cumpleaños de Barrancabermeja.
Con eso, esperan comenzar el camino hacia la institucionalización de la Feria y llegar a más personas. Este año, de paso, tienen contemplado ampliar la caravana al doble de corregimientos que en el 2019.
Festival de la palabra y los saberes tradicionales de Lengupá – Miraflores, Boyacá
Desde el programa de Maestría en Literatura de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC) y en asocio con la Fundación Región Museo, que se dedica a resaltar la cultura de la provincia de Lengupá, surgió el Festival de la palabra y los saberes tradicionales.
Cuenta Adrián Freja, docente del pregrado y de la Maestría en Literatura de la UPTC, que la región está “llena de una riqueza literaria y oral enorme, hay un acervo de leyendas, cuentos tradicionales, y coplas, que además se juntan con la cultura del llano, pues es la región donde finaliza la cordillera y comienza la llanura, entonces se mezcla el joropo con la carranga y las coplas”.
El año pasado realizaron la primera versión del festival, con el propósito de fomentar la literatura tradicional campesina de la región.
En palabras de Adrián, es un evento dedicado a “la lectura, la escritura, la oralidad y los saberes tradicionales”. Para él, la literatura no es solo la palabra que está escrita, sino es la que está hecha arte, y en ese sentido la tradición oral es también tradición literaria.
“Desde que estamos en el vientre estamos escuchando historias, y hay que rescatar eso, porque en Colombia hay mucha riqueza de ese tipo, sobre todo el en campo, que no se tiene en cuenta y no se fomenta porque no están en libros”, asegura.
Así, el festival busca promover la lectura, pero también a tender una luz sobre la literatura que habita en el campesino que no sabe leer o escribir, pero sí conoce una enorme cantidad de historias hechas décimas, coplas y romances, que tienen siglos de antigüedad y permanecen como patrimonios vivos del territorio.
En su primera edición, que se realizó en el 2021, contó con el apoyo del maestro carranguero Jorge Velosa, quien, aunque no pudo asistir por la pandemia, se encargó de difundirlo e incluso compuso algunas coplas que interpretaron músicos de la región.
Asimismo, y con el apoyo de la UPTC, se realizaron talleres y conversatorios alrededor del tema, así como caminatas por el territorio para hablar de leyendas como La viga de oro, y versiones boyacenses del Mohan y la Llorona, entre otras.
Festival de Bibliotecas Itinerantes – Cáqueza, Cundinamarca
En el 2020, durante la pandemia, y a causa de la reducción de personal que se vivió por el coronavirus, Ana María Barbosa comenzó a trabajar como ludotecaria y bibliotecaria en la Casa de la Cultura de Cáqueza.
Desde allí, y con los restantes profesores de la institución, comenzaron a pensar en cómo llegarle a las personas durante el encierro para apaciguar la ansiedad que este podía significar.
Así, iniciaron con la idea de crear ‘canticuentos’ itinerantes: A bordo de una camabaja se paseaban por los barrios de la ciudad presentando adaptaciones teatrales y musicales de cuentos infantiles. “Y la gente nos miraba desde sus ventanas y sus balcones y se entretenían durante los días del encierro”, explica Ana María.
Al año siguiente adquirieron un vehículo que adaptaron a una biblioteca móvil y, con las restricciones de movilidad apaciguadas, comenzaron a recorrer con más libertad las calles de los barrios y las veredas del municipio. Ya las personas no los miraban desde sus ventanas, sino que salían a participar de las actividades que ofrecían.
Con el proyecto de biblioteca consolidado, comenzaron a darse cuenta de que en municipios vecinos también surgían iniciativas itinerantes de ese estilo. Fue en ese momento que tomaron la decisión de invitarlos a formar parte del primer Festival de Bibliotecas Itinerantes del municipio de Cáqueza, que se llevó a cabo, por primera vez, el 26 de octubre del 2021, en el marco de la semana de la cultura.
Además de las bibliotecas de los municipios vecinos, al festival también asistió el bibliocarrito, y tuvieron como invitado especial a José Gutiérrez, antiguo reciclador de Bogotá que por décadas ha recogido libros de la basura y los ha donado a alrededor 400 librerías por todo el país.
Allí, por una tarde, la comunidad de Cáqueza se reunió en la plaza del municipio donde hubo lectura de textos, presentaciones musicales, exposiciones artísticas, y actividades lúdicas para interesar a los niños y a las personas en general, en los libros.
Festival Cauca Cuenta – Mercaderes, Cauca
A muchos territorios del Cauca, cuenta Pablo Delgado, fundador del festival, no llega una oferta cultural. Cuando llega, está asociada a la fiesta y la música popular, pero poco hacia las artes, el teatro, la lectura y la escritura.
En ese sentido, Cauca Cuenta nace como un proyecto incluyente e integral y que satisfaga las necesidades culturales de niños, jóvenes, adultos, mujeres, adultos mayores, indígenas y campesinos.
Comenzó en el 2015 y es de carácter itinerante. Por lo general, lo realizan entre octubre y noviembre y durante 30 días recorren el territorio visitando comunidades y promoviendo la lectura y la escritura a través de la narración oral.
“La narración es una herramienta muy practica en el momento de enamorar a los niños del cuento y la novela. Desde ahí y a través de dinámicas distintas que usan la narración oral como la música y el juego, se inculca el amor por los libros, la lectura y la escritura”, indica Pablo.
Eso, también, teniendo en cuenta que “los profesores muchas veces no tienen la capacidad o las herramientas para interesar a los jóvenes de la lectura”. Entonces, cuando llega el festival con obras de teatro, títeres, conciertos, talleres y otras actividades, la comunidad en general se reúne alrededor del festival con el ánimo de aprender y “leer y escribir se vuelven una aventura”, dice el fundador del evento.
En este se realizan talleres de escritura, en los que invitan a la comunidad a escribir su memorias colectiva, con el fin de recuperar y preservar la historia de los pueblos y sus tradiciones. Por ello, Cauca Cuenta ha tenido gran acogida en la comunidad. Tanto así, que llevan siete años realizándolo.
En cada una de sus versiones han vinculado a nuevos actores y han logrado formar una red de promoción de lectura y de la cultura, en la que están involucradas bibliotecas, instituciones educativas y dinamizadores en territorios indígenas, entre otros actores.
Asimismo, y aunque el festival nació en Mercaderes, Cauca, ha llegado a otros doce municipios entre los que están el Plateado, el Tambo, y Argelia.