En el Museo del río Magdalena, en Honda, Tolima, crearon un calendario-recetario que, cada mes, destaca un plato típico de la gastronomía de sus riberas.
Desde la Laguna de la Magdalena, en el Cauca, donde nace, hasta Puerto Colombia, en Atlántico, donde desemboca, el rio Magdalena se presenta como un mundo por sí mismo.
Oficios y saberes conviven a su alrededor en una armonía que ha sido la salacuna de una enorme tradición cultural manifestada, entre otras cosas, en una amplia oferta gastronómica.
Con el objetivo de exaltar esa rica y vasta tradición culinaria, el Museo del Río Magdalena, ubicado en Honda, Tolima, lanzó este año un calendario-recetario en el que compila 12 recetas típicas del alto, medio y bajo Magdalena.
CalendaRecetario
El museo produce calendarios con elementos alusivos y pedagógicos del río desde el 2017: los han hecho de las especies de peces que habitan en él, de los oficios a su alrededor, de las leyendas que ha inspirado, así como una versión conmemorativa de Honda y el río como patrimonio.
Este año, cuenta Paola Castillo, coordinadora de proyectos del museo, “decidimos traer recetas representativas del universo culinario que hay alrededor del río. Son sencillas para que la gente se anime a hacerlas cada mes”.
Así, para el mes de enero, por ejemplo, rescatan un plato típico del alto Magdalena: el fiambre.
“Se prepara una base de arroz y aparte huevos duros, pernil de pollo, carne al humo, papa salada, yuca y guacamole. En hojas de bijao suasadas se van poniendo al ladito del arroz, todo juntito y que se vaya recién hechecito y bien envuelto”, dice la primera página del calendario.
Además, y dado que la gastronomía es una tradición que suele ser transmitida de manera oral, atribuyen cada una de las recetas a la persona que se las contó. La del fiambre, por ejemplo, la contó Dally Valdés, habitante de San Agustín.
En el mes de julio está la receta del jugo de corozo, “una bebida refrescante que combina el ácido y el dulce siendo la bebida de las tierras bajas del Magdalena y el Caribe».
De la misma manera se presentan otros platos representativos del río como el mote de queso, el consomé de cabezas de bagre y el arroz de lisa. “Son formas distintas de viajar por el río”, comenta Paola.
El Museo del Río Magdalena
Se fundó hace 20 años, pero desde hace seis tiene una narrativa enfocada en contar un relato amplio y complejo de lo que ha sido el río en la historia de Colombia y, de esa manera dar cuenta de todas las capas que tiene.
El museo tiene con dos salas de exposiciones permanentes. Una, donde está representado gráficamente el caudal del río y los municipios por donde pasa. En paralelo se cuentan las tradiciones que hay en cada uno de ellos.
La otra está dedicada a la historia de la navegación y simula un barco de vapor.
Asimismo, cuenta con una sala de exposiciones temporales, donde profundizan en un tema en particular. También cuenta con una biblioteca y un centro de investigación con publicaciones y libros especializados en el río.
Por su parte, el calendario, además de una herramienta pedagógica, es también un mecanismo para contribuir al sostenimiento del museo.
“Atado a esto está algo que se llama el programa Amigos del Museo, entonces junto con el calendario se crean cuatro categorías de ‘amigos’ y a partir de eso, se realizan donaciones recurrentes. A cambio reciben invitaciones a los eventos y obtienen agradecimientos públicos dentro del calendario”.
Si quiere adquirir el calendario, puede escribirle al museo a través de su página de Instagram o su página de Facebook.
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