Migró del país en el 2018 pero no en busca de un sueño americano sino de su propio sueño, uno que está persiguiendo desde que jugaba con muñecas y supo que quería ser diseñadora de moda. Hoy trabaja con marcas como Coach y Supreme.
El 20 de enero de 2021 Kamala Harris hizo historia convirtiéndose en la primera vicepresidenta de los Estados Unidos, vestida con un traje diseñado por un afroamericano y confeccionado por una empresa latina en Nueva York.
“Sabíamos que teníamos que confeccionar algo grande pero no sabíamos para quién. Nos llegaron algunas piezas junto con unos patronistas que trabajaron con nosotros todo el tiempo. Nunca estuvimos con Kamala pero había un maniquí con sus medidas. Yo me encargué en gran parte del patrón de la chaqueta, que terminamos en una semana, y cada que le hacíamos algún nuevo ajuste la teníamos que enviar a Los Ángeles”. cuenta Jessica Zuluaga, diseñadora y directora de la casa de moda Storytellers Creators.
En marzo de 2018, esta colombiana decidió probar suerte en la capital mundial de la moda: Nueva York. Llegó a vivir en un cuarto con uno de sus mejores amigos y, al mes de haberse instalado, comenzó a trabajar como asistente de una estilista. “En mi primer trabajo no me pagaban nada así que viví por un tiempo de mis ahorros. Me tocaba correr por toda la ciudad con prendas, bolsas y cajas, la temporada más difícil fue en verano. Siempre fui muy persistente y sabía que si quería entrar a trabajar con los grandes de la moda tenía que empezar por algo”, cuenta.
Todos los días, desde que llegó a Nueva York, enviaba correos a los estilistas más reconocidos de la ciudad y aplicaba a solicitudes de empleo de las casas más importantes de moda y diseño del mundo. Al poco tiempo empezó a trabajar con la estilista argentina Marci Arcucci siendo asistente, durante dos años, hasta que llegó la pandemia: su primer trabajo remunerado en esta ciudad.
“Vivía con dos roommates y ambos, estadounidenses, regresaron a sus lugares de origen cuando cerraron la ciudad. Pensábamos que era temporal pero nunca volvieron. Estuve sola varios meses durante la época de covid-19, sin embargo, cuando las restricciones empezaron a calmarse un poco, me reuní con unos amigos que vivían cerca y me contaron que estaban trabajando en una fábrica que confecciona batas desechables para los médicos de la ciudad, ya que por la gran demanda estaban usando hasta bolsas de basura”.
Fue así como comenzó a vincularse con Storytellers Creators, la casa de moda que durante la pandemia se sostuvo diseñando las batas que protegían al personal de salud de la ciudad. “Trabajé ahí durante tres meses y el CEO, Arturo Castañeda, me dijo que me tomara dos semanas de vacaciones y volviera pero para trabajar en moda. Cuando regresé ya había vuelto a ser Storytellers Creators, la casa de moda que comenzó en 2018, y ya no teníamos que coser batas, ya podíamos trabajar con diseños y marcas”. asegura.
Desde hace siete meses es directora de la marca. En este proceso contó con todo su equipo de trabajo, la mayoría latinoamericanos, y de los que cada día, asegura, ha ido aprendiendo sobre cómo funciona la industria en Estados Unidos.
Antes, en Colombia, fue asistente de producción en Revista Fucsia y colaboró con fotógrafos como Juan Moore y modelos como Andrés Yepes. Sin embargo, su primer trabajo fue ayudar a sus papás, oriundos de El Santuario, Antioquia, en su bodega de estuches de joyería en San Andresito en Bogotá.
Hoy, ya ha estado involucrada con marcas como Supreme, Who decides War, Conspiracy, Madewell y Coach. “Hicimos una edición limitada de jeans y shorts a base de prendas de colecciones pasadas de Coach. Vendimos 15 unidades de cada uno en la tienda de la Quinta Avenida y en la tienda de SoHo, se vendieron muy rápido», cuenta.
También ha trabajado con personalidades como Willy Chavarria, Mary J Blige y el cantante Arcangel, uno de sus artistas favoritos de reggaeton de adolescencia y a quien tuvo la oportunidad de vestir para los Latin Grammy y algunos conciertos en Puerto Rico.
Dice que las semanas de la moda son su momento más emocionante y estresante del año. «A veces estoy tan inmersa en el trabajo que olvido por momentos que estoy haciendo cosas para marcas o eventos muy grandes, algo que va a ver todo el mundo. Los pantalones de Coach, por ejemplo, cuando vi los pantalones Coach en la tienda de SoHo entendí la trascendencia de lo que estaba haciendo, cumpliendo un sueño, esto ya era real’”. concluye.