Se trata de los trenes del Café, Verde, a Urabá y del Río: cuatro proyectos ferroviarios con los que Antioquia busca ampliar sus conexiones viales, económicas y comerciales tanto internas como con otros departamentos.
Antioquia es un departamento con una larga historia con los ferrocarriles. Inauguró el primero en 1929, cuando la primera locomotora atravesó el Túnel de la Quiebra, ubicado entre Santo Domingo y Cisneros. En ese túnel se retomaron operaciones en diciembre del año pasado, al inaugurarse las vías de cuarta generación (4G) que comunicarán al departamento con el Magdalena Medio. Así como con ese corredor, en otros puntos del departamento también se vienen adelantando proyectos ferroviarios para que los trenes sean complementos del transporte de carga y pasajeros.
En ese sentido, se trabaja en el diseño y aprobación de varios tramos que ayuden a posicionar al departamento como uno de los más estratégicos para el desarrollo económico, comercial y vial del país. Así lo manifiesta Juan Pablo López, secretario sectorial de Desarrollo Territorial Sostenible y Regenerativo de Antioquia quien, además, precisa que «en la visión de Antioquia, parte de una conexión eficiente entre el Oriente Antioqueño y Urabá es un proyecto férreo que funcione como una ‘médula’ para el departamento».
Cada tramo recibe su propio nombre y ruta. El diseño depende tanto de las condiciones topográficas como de las dinámicas económicas y culturales de cada territorio que recorrerá:
Tren del Café (187 kilómetros de recorrido): conectará el Suroeste Antioqueño con el Eje Cafetero. Se planea que cuente con 12 trenes de carga, 3 locomotoras, 80 viaductos/puentes y 11 túneles. Facilitará la conexión con el Puerto de Buenaventura.
Una de las entidades encargadas de desarrollar esta tarea es la Promotora del Ferrocarril de Antioquia, la cual nace en 2016 con el objetivo de planificar y sacar adelante los proyectos ferroviarios del departamento.
Para Gustavo Ruíz, gerente de esa organización, este tren será uno de los más importantes pues permitirá “que el departamento se comunique con el Pacífico, donde hay muchas zonas desprovistas, pero con un gran potencial económico”. Y, además, que establezca un contacto más directo con el Puerto de Buenaventura, por donde sale un gran porcentaje de las exportaciones de café, por ejemplo, producto altamente cultivado en el departamento.
Tren del Río (63 kilómetros de recorrido): conectará a los 10 municipios del Valle de Aburrá. Este segmento también incluye la construcción de un cable aéreo turístico entre el Cerro Nutibara y Parques del Río, en Medellín. Hará parte del Sistema Integrado de transporte del área metropolitana.
Tren Verde (127 kilómetros de recorrido): se construirá entre Barbosa y Puerto Berrío, con vocación de carga. Según Gustavo Ruíz, se beneficiarán más de 4 millones de antioqueños.
Tren a Urabá (366 kilómetros de recorrido): se utilizará para el transporte de mercancía entre Medellín y el Urabá Antioqueño.
Cada tren contará con su propio nodo logístico, es decir, unos centros de distribución de carga en los que, posteriormente, se determinará qué tipo de mercancía es más factible transportarla por vía férrea y cuál es la ruta más adecuada para su distribución.
Adicional a los cuatro trenes, también se desarrollarán algunas conexiones adicionales: el Sistema Masivo de Oriente, que va a conectar con la región del altiplano de oriente y la ciudad de Medellín, y el Sistema Masivo de Urabá, que conectará los 9 municipios del Eje bananero. Estos, según Ruíz, ayudarán a mejorar una de las problemáticas más notables del departamento: la congestión vehicular. “Estos sistemas masivos ayudan a descongestionar las carreteras porque todos los años crece el número de vehículos que circula, pero no la red vehicular”, comenta.
Además, otro de los proyectos que destaca dentro del plan de la administración actual es el tren de velocidad alta que conecte a Medellín con Bogotá y que aparece en Agenda Antioquia 2040.
Gustavo Ruíz explica que no es lo mismo un tren de alta velocidad que un tren de velocidad alta: “El tren de velocidad alta puede alcanzar los 200 kilómetros por hora, el de alta velocidad los 250 kilómetros. Se planeó de la primera forma porque la distancia es corta y, dada las condiciones tipográficas, conectar dos zonas con uno de velocidad alta era más factible”, explica.
Aunque cada proyecto avanza de manera independiente de acuerdo a su nivel de maduración y las posibilidades financieras, el secretario Juan Pablo López explica que actualmente se encuentran en estudios de prefactibilidad.
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“Eso da cuenta de la evolución tecnológica del departamento, pues conectarnos con el mar es un sueño de 300 años donde hemos transitado por caminos prehispánicos, coloniales, carreteras tradicionales de principios de siglo, atravesando montañas con poca tecnología ingenieril», haciendo referencia a los trenes con los que se busca que Antioquia extienda sus conexiones hacia otros departamentos cercanos a importantes fuentes hídricas.
Estos proyectos ferroviarios han evolucionado mucho con el paso del tiempo. Gustavo Ruíz menciona que la Promotora se creó para gestionar el desarrollo de poco más de 70 kilómetros de líneas férreas, pero que ahora, viendo los impactos que este medio de transporte trae para el departamento, se ha ampliado la cobertura a más de 1.800 kilómetros.
Desde la administración coinciden en que uno de los avances más significativos de estos proyectos será, además, la posibilidad de vincular a la sociedad civil con el sector empresarial, las entidades del Estado y la academia pues, proyectos como el tramo Medellín – Urabá, han estado durante largo tiempo en los anaqueles. Sin embargo, ahora, gracias a la priorización de estos proyectos férreos, se puede hablar de una etapa de materialización a mediano plazo.
Actualmente, según comentan desde la gerencia de la empresa Promotora del Ferrocarril de Antioquia, se espera que el próximo año pueda estarse iniciando la etapa 1 del primer tren, y que el plazo de ejecución sea de 5 años, es decir, hasta 2028.