Priorizar la vacunación, el turismo sostenible y la reconstrucción de la infraestructura en San Andrés y Providencia, luego del huracán Iota, han sido tres de las principales apuestas de la administración actual.
San Andrés fue la primera isla de Colombia en la que el sector aeronáutico reactivó sus servicios luego de la pandemia. También fue el primer lugar de Colombia en completar el esquema de vacunación de su población en las dos dosis, según Everth Hawkins, actual gobernador del Archipiélago.
Toda la economía de las islas gira alrededor del turismo, pues es uno de los principales destinos para viajeros nacionales e internacionales debido a toda la oferta de turismo marítimo que manejan, desde el Acuario Rose Cay, ideal para los amantes del snorkeling o careteo y quienes deseen ‘caminar sobre el agua’, gracias a la cantidad de formación rocosa alrededor del lugar que se extiende desde la playa hasta mar adentro.
En 2019, San Andrés registró un estimado de un millón cuarenta mil turistas, que representó un recaudo económico de $107 mil millones. Sin embargo, nueve meses después de la reactivación, la isla recibió un millón ochenta mil turistas, un incremento notable que la reafirma como uno de los destinos más apetecidos para visitar, junto con Cartagena y Medellín. .
Gracias a esas estrategias el sector salud recibió el mismo alivio. En ese sector, dos de las infraestructuras priorizadas para su intervención fueron el Cementerio Harmony Hall Hill, donde se hizo un mejoramiento y ampliación de las bóvedas, y el Hospital Departamental de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, en el que se intervino la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
“Adaptamos una bodega que se encontraba en la parte de abajo del hospital para la construcción de una UCI. Fue con recursos del departamento, pero el gobierno nacional estuvo haciendo seguimiento constante, apoyando con aviones de la fuerza aérea, donando ventiladores mecánicos”, comenta Hawkins.
Ese mejoramiento en el hospital fue una de las variables que hizo que las cifras de mortalidad no se dispararan en el Archipiélago como preveían las estadísticas, pues pasaron de una proyección de 33.700 muertos a registrar 152 fallecidos, según el gobernador.
Además, mientras la isla aún se recuperaba de las restricciones impuestas por el gobierno nacional a causa de la pandemia, el huracán Iota categoría 5 irrumpió la vida y los planes de los isleños. Ante ello, una de las respuestas del gobierno departamental fue trasladar el 20 % de los ingresos propios de San Andrés a Providencia, donde también instalaron carpas, donaron alimentos e iniciaron la logística para la reconstrucción.
Hawkins comenta que aún falta terminar el hospital, la estación de policía, algunas posadas, viviendas y ciertas instalaciones de la alcaldía, pero que “se ha hecho una tarea importante junto con la Unidad de Riesgo para agilizar la vivienda de los provincianos”, comenta el gobernador quien, pese a no tener la cifra exacta, estima que actualmente se puede hablar de una recuperación en infraestructura del 85 %.
Ser la primera isla biosegura de Colombia impulsó la reactivación económica del Arpichiélago
En la Semana Santa de 2021, San Andrés fue uno de los pioneros en recibir vuelos nacionales después de la pandemia, debido al exitoso plan piloto de vacunación que se puso en marcha en la isla meses atrás.
Las cifras del Departamento de Administración Nacional de Estadística (DANE), San Andrés registra 75 mil habitantes. “Nos acercamos al gobierno nacional y le dijimos que San Andrés podía ser un modelo de vacunación, por nuestro número de habitantes. En una sola jornada, por ejemplo, se vacunaron 22 mil personas”, explica el gobernador, quien también menciona que las vacunaciones diarias en los barrios le permitieron llegar a ser la primera isla biosegura del Caribe colombiano.
Turismo sostenible: los aprendizajes después de la pandemia
Al igual que en muchas partes del mundo, Hawkins comenta que las playas del Archipiélago reflejaron el descanso recibido luego de la disminución del flujo de turistas. También menciona que, desde la reactivación, comenzaron a “ponerle la lupa más de cerca” a los temas medioambientales.
En cuanto a las medidas implementadas, la que más se destaca actualmente es la instalación de una gerencia en el Paseo peatonal Spratt Way desde hace 5 meses, la cual sirve para consolidar el compromiso y la presencia institucional a esta zona en la que solo se puede ingresar caminando.
“Esa persona coordina con la policía y demás instituciones el seguimiento de temas como vendedores ambulantes, control ruido, separación de residuos y demás, todo en el Paseo peatonal”, agrega Everth Hawkins. En esa zona de la isla se estima que se congregan alrededor de 12 mil turistas diariamente.
Otros proyectos en marcha son campañas para difusión de información en medios; allí se centran, principalmente, en motivar a la población a disminuir el uso de bolsas plásticas y de vidros.
De hecho, la Corporación Ambiental de la isla prohibió el uso de globos para las festividades que se desarrollen cerca de las playas, pues notaron que buena parte de esos cauchos caía al mar.
En San Andrés la preservación de la riqueza marítima ha sido un tema transversal, tanto que en estas últimas semanas llegó el vehículo que acompañará las operaciones que realizan los funcionaron del albergue de perros y gatos sin hogar con el que dispone la isla. Eso, para Hawkins, es otro logro en los esfuerzos por convertir al territorio en un ejemplo de destinos con responsabilidad social y ambiental.
“El PIB de San Andrés antes de pandemia estaba en 1 billón 80 mil millones de pesos. El año pasado cerramos con 1 billón 160 mil millones, gracias, en muy buena parte, al turismo”, concluye Everth Hawkins.
La administración sigue apostando por mejorar la infraestructura y demás ámbitos importantes para el disfrute tanto del local como de los visitantes que llegan a disfrutar Del Mar de 7 colores.