Boom Alakrán, un ejemplo de cómo autogestionarse en la industria de la música

Así es uno de los cinco proyectos musicales colombianos participantes de MAPAS 2022, mercado iberoamericano de teatro y música de las Islas Canarias.

Sergio Parsons era parte de una orquesta de 10 músicos que se fue quedando sin espacios para tocar en Medellín. Según él, porque “un muchacho con una pista y un computador cobraba lo mismo que nosotros”. Pero también había sido timbalero de Ñejo y Dálmata, los reconocidos reguetoneros intérpretes de ‘Pasarela’. 

Con lo que había aprendido de ese medio, Sergio decidió estudiar producción de sonido, armonía y canto popular. Todo porque en 2018 se dio cuenta de que solamente sabía cómo se movían las presentaciones en los bares de Medellín, pero desconocía temas de derechos de autor, sincronización y visibilidad de un proyecto

Con ayuda de algunos colegas y programas impulsores del emprendimiento creativo y cultural de Medellín, Sergio investigó las diferentes dinámicas de la música urbana, sus plataformas, tendencias y artistas representativos, para fundar Boom Alakrán

Malhechor, Villano y Forajido es como se hacen llamar sus tres miembros: Sergio Parsons, publicista y experto en ritmos cubanos; Juan Carlos González, inventor de un instrumento híbrido entre el tiple colombiano y el cuatro cubano, quien difunde músicas del mundo desde hace 10 años en su emisora virtual Jammk.com; y Luis Felipe Zapata, trompetista de bandas como Siguarajazz Orquesta, Okocán y Sonora 8. 

“Queríamos algo sonoro y picoso, como el alacrán, por eso construimos personajes que se denotan como los perseguidos, pues nos han satanizado por llevar la contraria”, afirma Sergio, mientras cuenta que Luis Felipe es un forajido del metal, el cual se gana la vida tocando música tropical, un mundo donde no podía expresar enteramente sus gustos estéticos.

Sergio dice llevar la contraria, pues Boom Alakrán es una banda musical independiente, autogestionada. Esto quiere decir que se produce a sí misma: con sus conocimientos del sector y lo técnico, Sergio, Juan Carlos y Luis Felipe graban y mezclan sus propias canciones, construyeron su propio estudio y gestionan su circulación, por escenarios de la ciudad, Latinoamérica y el mundo. 

“En la música todos los artistas sueñan con conseguir un equipo para tu proyecto, tener un manager, un publicista, un DJ. Es difícil hacer negocios cuando estás empezando y ni siquiera tienes tu primer trabajo publicado”, describe Sergio. “Por eso la mejor idea que puede existir es ‘hágalo usted mismo’”.

Tan mezclados como Latinoamérica

Boom Alakrán es un proyecto musical difícil de encasillar: se vale de las notas de la salsa clásica, la música urbana, el blues, el rock, el rap o la electrónica, resaltando en vivo instrumentos característicos del entorno caribeño. 

Además, sus miembros pertenecen a tres generaciones distintas de músicos que conciben su puesta en escena de diferentes maneras: un joven trompetista en sus 30 años, un experimentado músico de 58 y un compositor atravesando sus 44.

Como el estallido social de 2019, esta banda tuvo un auge en acogida en los barrios de Medellín por sus curiosos seudónimos y el espíritu contestatario de sus letras. Eso hizo que ese año se presentaran más de 70 veces en la ciudad y pudieran producir cuatro sencillos, uno de los cuales, ‘El Código’, fue seleccionado en las playlist de Spotify Latam de Viernes Colombia y Nuevo Macondo. 

En 2020, lanzaron ‘Asintomático’ y ‘Mucho indio’, esta última canción también incluida en la playlist de Claro Music Salsa Nueva, y gracias a su participación en mercados locales como Circulart, sus letras se popularizaron en 2021 en países como México, donde sonaron en estaciones de radio independientes, participaron de una gira por la península de Yucatán y fueron invitados junto con otros seis grupos latinoamericanos a Ibermúsicas, un programa multilateral de cooperación internacional para músicos

En los MAPAS

Una de las razones por las que Boom Alakrán decidió ser una banda de música independiente es porque, en la cadena de la música, los derechos patrimoniales de un fonograma, es decir, las regalías que genera una canción, quedan en gran porcentaje en el intermediario productor y no en el artista. 

Al no tener el equipo completo que tiene toda banda comercial, Sergio usa sus habilidades de publicista para gestionar las participaciones del grupo en diferentes escenarios y ahora sueña con hacer negocios en Iberoamérica.

A principios de este año, la propuesta de Boom Alakrán llamó la atención en la quinta edición del mercado profesional de artes performativas del Atlántico Sur, MAPAS, uno de los más importantes para músicos de Europa, África y América Latina.  

Este julio de 2022, en una rueda de negocios en Islas Canarias, la agrupación espera encontrarse con otros artistas que además hacen circo, practican danza contemporánea o llevan el teatro a las salas del mundo. 

Para eso, también autogestionan una Vaki que les permita presentarse como una alternativa musical que invita a «las sonoridades del mundo a amalgamarse en una propuesta innovadora musical arriesgada, que cale tanto
en anteriores como nuevas generaciones
«.
 

Otros artistas colombianos que expondrán su propuesta musical en MAPAS son Ácido Pantera, La Pacífican Power, LaTenaz y Nicolás Ospina. 

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