Cinco rutas religiosas para recorrer Cundinamarca esta Semana Santa

Estos recorridos están diseñados para visitar 20 municipios del departamento que cobran especial relevancia durante la semana mayor. Una alternativa para conectar con la historia, la cultura, la arquitectura y la espiritualidad local.

Con el objetivo de fortalecer la oferta de turismo religioso en el departamento, la Gobernación de Cundinamarca y el Instituto Distrital de Turismo de Bogotá lanzaron cinco recorridos para que residentes y visitantes disfruten de la riqueza arquitectónica, cultural y espiritual del territorio.

Para 2025, la oferta de planes y actividades aumentó teniendo en cuenta que es el Año del Jubileo de la Esperanza, que se celebra cada cuarto de siglo. Por ejemplo, habrá más jornadas de viacrucis en Monserrate y La Candelaria; también se realizará el VII Festival Internacional de Música Clásica, del 16 al 19 de abril bajo el lema ‘Bogotá es América’ en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo.

De acuerdo con Andrés Santamaría, director del Instituto Distrital de Turismo (IDT), se espera que la capital reciba cerca de 1.3 millones de turistas en abril, lo que equivale a un crecimiento del 4.3 % con respecto al mismo mes de 2024. 

A diferencia de otros años, esta vez la oferta se expandió a 20 municipios de Cundinamarca. Estas son las rutas oficiales diseñadas para disfrutar de la semana mayor el departamento:

Ruta 1: Por el Centro de Bogotá

  • Parroquia Nuestra Señora de Las Aguas
  • Iglesia Nuestra Señora de las Nieves
  • Iglesia de San Francisco

  • Parroquia De La Veracruz
  • Catedral Primada de Colombia
  • Iglesia de San Ignacio

  • Iglesia de San Agustín
  • Santuario Nuestra Señora del Carmen
  • Iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria

El primer recorrido invita a recorrer el centro histórico de Bogotá a través de sus iglesias más emblemáticas, muchas de ellas declaradas bienes de interés cultural. Este circuito permite vivir la espiritualidad de la Semana Santa y redescubrir la riqueza arquitectónica de templos construidos entre los siglos XVII y XX, en los que se mezclan estilos coloniales, barrocos y neogóticos.

Entre algunos datos curiosos compartidos por las entidades se destaca que la Iglesia de San Francisco es el templo más antiguo de Bogotá, construido en 1557; que el Santuario Nuestra Señora del Carmen, con su llamativa fachada a rayas, fue inspirado en el arte mudéjar y que la Catedral Primada, ubicada en la Plaza de Bolívar, ha sido testigo de momentos clave en la historia republicana del país, lo que hace que todos estos puntos sean claves para conocer la historia de la ciudad y su arquitectura.

Ruta 2: Chapinero y la Modernidad

  • Basílica Menor Nuestra Señora de Lourdes
  • Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles – La Porciúncula
  • Parroquia Nuestra Señora del Pilar

  • Iglesia Cervantes
  • Parroquia Santa Mónica – Capilla Santa María de los Ángeles
  • Parroquia Inmaculada Concepción

Esta ruta es una alternativa para conocer cómo las prácticas y templos religiosos se adaptaron al crecimiento urbano y poblacional de Bogotá, conservando espacios de espiritualidad en medio de una de las localidades más emblemáticas.

La Basílica Menor de Nuestra Señora de Lourdes, de estilo neogótico, es uno de los íconos religiosos de la capital colombiana. Por su parte, la Iglesia La Porciúncula, ubicada sobre la calle 72, fue construida en piedra traída desde Boyacá mientras que la Iglesia Cervantes guarda una estrecha relación con la comunidad educativa española desde sus inicios. Su visita permite conocer tanto el pasado religioso como la historia de la arquitectura de la ciudad.

Ruta 3: Jubileo de la Esperanza por Cundinamarca

  • Parroquia Nuestra Señora del Carmen (Sibaté)
  • Catedral Jesucristo Nuestra Paz (Soacha)
  • Parroquia San Bernardino (Soacha)
  • Templo Parroquial de San Francisco de Paula (Madrid)

  • Templo Parroquial de Santiago Apóstol (Funza)
  • Parroquia San Pedro Apóstol (Cota)
  • Iglesia Parroquial Santa Lucia (Chía)
  • Iglesia Parroquial Inmaculada Concepción (Cajicá)

  • Templo Parroquial de San Miguel Arcángel (Subachoque)
  • Basílica Menor San Jacinto (Guasca)
  • Iglesia Parroquial Nuestra Señora del Rosario (Junín)
  • Iglesia Parroquial San Miguel Arcángel (Gachetá)

La tercera ruta busca impulsar el turismo religioso en todo Cundinamarca como una apuesta para descentralizar la oferta y visibilizar municipios que, aunque menos conocidos, albergan un valioso patrimonio espiritual, cultural e histórico.

Templos como la Parroquia San Miguel Arcángel en Gachetá, la de Nuestra Señora del Rosario en Junín o la de San Pedro Apóstol en Cota, son ejemplos de espacios que pueden convertirse en puntos de encuentro para el turismo de fe y en motores de desarrollo local.

Ruta 4: Historia y Arte

  • Iglesia Divino Salvador y Casa Cural (Sopó)
  • Catedral de la Santísima Trinidad y San Antonio de Padua (Zipaquirá)
  • Basílica Menor de Santo Cristo (Ubaté)
  • Catedral Inmaculada Concepción (Cáqueza)

Esta ruta no es solo una travesía religiosa, sino un viaje por el arte, la memoria y las raíces de Cundinamarca. La esencia de este recorrido es celebrar la espiritualidad, pero también el legado artístico que habita en cada piedra y escultura que resguardan estos lugares.

Es el caso de la Iglesia Divino Salvador en Sopó, fundada en 1612, que destaca por albergar una de las colecciones de arte sacro más importantes del país: los doce lienzos barrocos conocidos como “Los Arcángeles de Sopó”, obras coloniales de alto valor patrimonial; o el de Zipaquirá, donde la Catedral de la Santísima Trinidad y San Antonio de Padua, diseñada por Fray Domingo de Petrés, es un ícono del neoclásico colombiano y parte del sector histórico declarado Monumento Nacional. 

Ruta 5: Cundinamarca, Fe y Tradición

  • Santuario Nuestra Señora de la Salud (Bojacá)
  • Basílica Menor de San Jacinto (Guasca)
  • Iglesia Caballeros de la Virgen Nuestra Señora de Fátima (Tocancipá)
  • Iglesia Parroquial Nuestra Señora de la Salud (Chocontá)
  • Santuario San Ignacio de Loyola (Supatá)

Estas iglesias refuerzan la importancia de una ruta religiosa que conecte y visibilice el patrimonio de todos sus municipios. 

El santuario de Bojacá, por ejemplo, con su imagen milagrosa traída desde España en el siglo XVII, es uno de los centros de peregrinación más importantes del departamento. A su vez, el Santuario San Ignacio de Loyola en Supatá, levantado gracias al esfuerzo colectivo tras conflictos civiles, reflejan la profunda conexión entre fe, resistencia y comunidad, un sentimiento que se espera pueda revivir en la Semana Santa para contagiar a la población local el resto del año. 

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