Cinco usos de plantas tradicionales dentro de la comunidad Arhuaca

Curar la fiebre, la gripa y hacer limpiezas espirituales son algunos de los usos que tienen estas plantas dentro de la cultura arhuaca, de la Sierra Nevada de Santa Marta.

Las cosas no suceden porque sí. Son pocas, por no decir que nulas, las coincidencias. Eso dice Lucelly Torres, líder indígena de la comunidad Arhuaca y representante legal de la Fundación Wirakoku, que trabaja con mujeres de ese pueblo indígena en el rescate de sus tradiciones y su identidad. 

Dentro del pensamiento Arhuaco, y del pensamiento indígena en general, cuenta Lucelly, el mundo funciona en perfecto balance, cada acción tiene sus respectivas consecuencias, y la naturaleza, a la que los indígenas conciben como madre protectora y proveedora, es perfecto ejemplo de ello. 

“Los mayores siempre insisten en que, así como la naturaleza nos trae enfermedades, así también están las curas. En nuestra cultura todo ha estado desde un principio en ese equilibrio”, dice Lucelly. 

De la parte alta de la Sierra, agrega, se extraen las plantas que usan para tratar males respiratorios y de la cabeza, más abajo se dan aquellas que curan enfermedades en el estómago, y así con el resto de la montaña y del cuerpo. En su cosmogonía, separar a la humanidad del mundo en el que habita, como lo hemos hecho nosotros los occidentales, es inconcebible. 

Para los arhuacos, en la naturaleza están tanto las enfermedades como las curas. Todo, aseguran, está en balance. / FOTO: Fundación Atelopus

De a poco, sin embargo, la tradición, así como el balance inherente con que funciona el universo, o por lo menos la idea de ello, se ha ido perdiendo. Ya no son muchas las personas que acuden, por ejemplo, a la medicina tradicional, y los masajes y baños curativos a base de plantas ocurren con poca frecuencia. 

Son los mayores los que guardan ese conocimiento, pero dada una creciente desconexión entre generaciones que impide el traspaso oral de esos saberes, muchos usos y significados de las plantas de la Sierra Nevada de Santa Marta han ido desapareciendo. 

Es por ello que Lucelly y las mujeres de Wirakoku, con apoyo de la Fundación Atelopus, que trabaja en la conservación de las ranas Atelopus en la Sierra Nevada junto con los arhuacos, publicaron el libro ‘Usos y significados de las plantas en la cultura arhuaca’. 

Estas son cinco de las 20 plantas que reseñaron, con sus usos particulares. 

Frailejón

Las hojas del frailejón se utilizan en la medicina tradicional de distintas comunidades que habitan en los páramos. / FOTO: Shutterstock
El frailejón se usa para tratar males respiratorios y dolores de cabeza. / FOTO: FOTO: Shutterstock

Es una planta que se da en la parte alta de la montaña, por lo que tradicionalmente es usada para tratar males en la cabeza y las vías respiratorias. “Se cocina y se hacen baños con ella, así como vaporizaciones para despejar las vías respiratorias”, asegura Lucelly. 

De la misma manera, se trata de una planta ceremonial y con relevancia espiritual, que se usa con frecuencia en ceremonias como bautizos y matrimonios. 

Coca

La coca es una planta sagrada y tiene diversos usos medicinales. Uno de ellos es el tratamiento del insomnio. / FOTO: Clara Delgado

Al igual que el anterior, se trata de una planta de profunda relevancia espiritual. Por ello, así como la anterior, solo quienes están ‘autorizados’, saben y pueden manipularlos, por lo general los manos, líderes espirituales de la comunidad. 

“En la comunidad, quien prepara las plantas no es todo el mundo, sino las personas que han sido formadas para ello. Es como si lo comparáramos con un médico, solo una persona con una verdadera credencial puede atender a un enfermo, espiritualmente es lo mismo”, asegura Lucelly. 

Y agrega: “Hay personas que fueron formadas o que nacieron con esa misión”. 

La coca, entonces, tiene distintos usos. Esta planta tiene una particularidad y es que se produce tanto en tierras frías y en aquellas calientes. Se usa, por un lado, para tratar problemas estomacales e intestinales, intoxicaciones y demás. De la misma manera, la coca se usa para tratar el insomnio y el estrés. 

Es, también, una planta sagrada que se usa en ceremonias como bautismos y nacimientos.  

Sábila

La sábila se usa frecuentemente para tratar quemaduras. / FOTO: Shutterstock

La sábila, cuenta Lucelly, es una planta de uso muy común, tanto entre los arhuacos como entre la sociedad occidental, y tienen los mismos usos: es muy frecuente para primeros auxilios en accidente de quemaduras. 

Dado su uso común, así como por su recurrente presencia en huertas caseras, a diferencia de la coca y el frailejón, esta planta no debe ser manipulada o preparada particularmente por un mamo líder espiritual.  

Borraja

La borraja es usada para tratar hemorragias en trabajos de parto. / FOTO: Shutterstock

La borraja es también una planta de uso común, muy tradicional para tratar quemaduras, así como para tratar hemorragias en mujeres que están en procesos de parto. En esa última ocasión, sin embargo, sí debe ser manipulada por un mamo.+

Jengibre

Los arhuacos usan el jengibre para tratar problemas estomacales, entre oras cosas. / FOTO: Shutterstock

Esta última también es muy común dentro y fuera de la Sierra Nevada, así como su uso. Suele consumirse en infusión para tratar problemas gastrointestinales y respiratorios, y, últimamente, cuenta Lucelly, las comunidades la han introducido en la gastronomía tradicional. 

Un libro para preservar la tradición oral

Muchas plantas se cocinan para producir té o ungüentos que se beben o se usan para baños medicinales. / FOTO: Fundación Atelopus

El libro, que escribieron tanto en español como en lengua arhuaca, se hizo con dos propósitos: el primero y más importante, es preservar el conocimiento tradicional de la comunidad y con ello la identidad indígena en un contexto de profunda occidentalización de la juventud y con ello de pérdida de la cultural autóctona. Eso, de una manera muy práctica: escribiendo lo que previamente se encontraba únicamente en la memoria de las personas mayores. 

El libro lo han distribuido en las escuelas con el objetivo de dar a conocer el material entre los jóvenes y niños, y aunque en un principio la comunidad no se interesó mucho por la idea, una vez comenzaron las entrevistas con los mayores y los mamos, las personas comenzaron a apropiarse del proceso, que terminó siendo muy popular, no solo entre los arhuacos, sino entre los no indígenas. 

“Nos hemos dado cuenta de que a las personas les llama la atención, entonces tenemos pensado hacer una versión más amplia y profunda del libro para darle valor comercial y con esos recursos financiar e impulsar la creación de más huertas familiares para que todos cuenten con estas plantas” concluye Lucelly. 

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