En el marco de la VIII Expedición Colombiana a la Antártida, 18 investigadores recorrerán este continente para analizar fenómenos de impacto global. El país sueña con tener su propia base de operaciones en el continente.
En enero comenzó la VIII Expedición Científica a la Antártida, de la cual hacen parte 18 científicos colombianos. 16 investigadores nacionales ya están en el continente blanco y 2 están en proceso de tránsito. Juntos recorrerán parte de esta región con el fin de aportar desde la ciencia a problemas globales.
Esta expedición hace parte del Programa Antártico de Colombia, de la Comisión Colombiana del Océano. En este programa, más de 50 instituciones, entre universidades, centros de investigación, organizaciones de la sociedad civil y entidades estatales, crean proyectos de investigación para enfrentar retos ambientales y contribuir al desarrollo tecnológico de Colombia y el mundo.
“Esta es la octava expedición que hemos hecho desde que el Programa Antártico nació en 2014. Es un esfuerzo sostenido que hacemos y las puertas están abiertas para todas las personas e instituciones que quieran hacer parte del equipo de colombianos que investigan sobre la Antártida”, señala el capitán Juan Camilo Forero, director del Programa Antártico Colombiano.
Con esta expedición, Colombia continúa posicionándose en el escenario científico internacional. Según cuenta el capitán Forero, “aunque el interés de Colombia por estudiar la Antártida nace en los años ochenta, no teníamos la capacidad de hacer expediciones en ese entonces».
La razón era que «nos valíamos de las buenas relaciones internacionales y era un proceso intermitente. Hoy científicos de España, Argentina, por decir algunos, reconocen el trabajo de las y los científicos de nuestro país en temas antárticos. Cada vez más somos reconocidos como un país serio y preocupado por la conservación y la investigación en el continente blanco”.
¿Por qué a Colombia le debería interesar la Antártida?
La Antártida es un continente en el que ningún estado del mundo posee soberanía sobre el territorio. Desde 1961, año en el que entró en vigor el Tratado Antártico, varias naciones declararon que las actividades desarrolladas en el territorio serían exclusivamente de interés científico.
“La investigación en la Antártida es un tema de interés mundial. El continente blanco es un regulador global del clima, muchas de las corrientes marinas vienen desde la Antártida y varias cadenas alimenticias dependen de la estabilidad ambiental del territorio. Un país como Colombia, con dos océanos, tiene oportunidades y riesgos que vienen de la conservación o el deterioro de la Antártida. Todo lo que pase allá va a tener un impacto en nuestro país”, dice el capitán Forero.
Un ejemplo de esto es la llamada ‘Corriente de Humboldt’, que nace desde dicho continente. De ella dependen gran parte de los recursos pesqueros del Pacífico, que sostienen a muchas de familias de la región.
“La Antártida es un lugar inhóspito y al mismo tiempo muy frágil, que guarda la historia del planeta bajo sus enormes capas de hielo. Pero no solo nos importa estudiar el continente por lo que podemos descubrir sobre el pasado, sino por su importancia en el futuro», dice Santiago Vélez Salamanca, investigador de la VIII Expedición Antártida de Colombia.
Y agrega que «la fragilidad de la Antártida está reflejada en el descongelamiento, que inicialmente afectará a las ciudades costeras, pero luego nos afectará a todos”.
La investigación colombiana
Actualmente, hay 11 proyectos de investigación que se adelantan en la VIII Expedición a la Antártica por parte de científicos colombianos. Algunos de ellos hacen seguimiento de mamíferos como ballenas, focas y leones marinos y estudian el comportamiento de estas poblaciones. Otros proyectos se enfocan en ciencia planetaria o en el estudio de minerales que, aunque se encuentran en la Antártida, ayudan a entender fenómenos del territorio colombiano.
El capitán Forero cuenta que “en Colombia aún no tenemos una base en la Antártida. Uno de los sueños que tenemos es poderla construir en un futuro. Por ahora, los investigadores se encuentran o llegarán a bases de Argentina, Chile, España, Estados Unidos, Italia y Corea del Sur”.
Y aunque la mayoría de los investigadores en la Antártida vienen de campos de la ciencia, otras disciplinas le han apostado a investigar este territorio. En la base King Sejong de Corea del Sur, por ejemplo, se encuentra Santiago Vélez Salamanca, artista plástico de Medellín y doctor en Estudios Avanzados en producciones artísticas de la Universidad de Barcelona.
“Generalmente, muchos artistas nos interesamos por la ciencia porque nos abre muchas posibilidades de creación y de investigación. Yo investigo sobre ‘geopolíticas del agua’ en la que establezco una relación entre individuos, sociedades, territorios y el agua”, cuenta el artista e investigador.
El proyecto de Santiago, titulado Crónica de un Deshielo Anunciado, se centra en el deshielo que está viviendo el planeta, pero particularmente la Antártida.
“La mayor capa de agua dulce en el planeta, más o menos el 75 %, está aquí en la Antártida en forma de glaciares. En mi obra me acerco al estado sólido del agua, en el que se encuentra contenida por miles de años. Desde la reflexión estética y desde la plástica pretendo generar aproximaciones al problema del derretimiento del hielo”, continúa Santiago.
Ciencia para el futuro
A pesar de la importancia de estudiar el continente blanco, aún son relativamente pocos los científicos del país que se centran en este tema.
“Solemos creer que la Antártida es un territorio lejano, que poco tiene que ver con nosotros. A mí me ha impresionado ver cómo, por ejemplo, adelantar estudios de astrobiología allá nos ayudan a entender sitios tan importantes como el Nevado del Ruiz en Colombia. Queremos que más personas se sumen a esta tarea de estudiar este territorio”, cuenta el capitán Forero.
El director del Programa Antártico Colombiano concluye que: “además del reconocimiento de la comunidad internacional a nuestros esfuerzos científicos, la infraestructura del programa cada vez se hace más fuerte. Actualmente, la empresa Cotecmar (constructora naval supervisada por el Ministerio de Defensa) se encuentra construyendo un buque con capacidades especiales para este tipo de entornos. Con este, no solo seremos capaces de ir a investigar en un buque colombiano, también podremos ofrecer cooperación al resto de la comunidad”.
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