Con estas nueve estrategias se busca mitigar el cambio climático en Antioquia

En 2020 Antioquia se convirtió en el primer departamento en Colombia en decretar emergencia climática. Desde entonces, todos los esfuerzos se han centrado en articular estrategias para mitigar los impactos del cambio climático en la región.

Aunque antes de declarar la emergencia climática Antioquia ya contaba con un Plan Integral de Cambio Climático, adoptado en 2018, según Carlos Uribe, actual secretario de Medioambiente y Sostenibilidad de la Gobernación de Antioquia, “su divulgación y la apropiación dentro de la Gobernación no era suficiente”.  

“Lo que hace la administración actual es permeabilizar el Plan de Desarrollo con el Plan Integral de Cambio Climático para definir las líneas de acción con enfoque en emergencia climática. Es ahí cuando el Gobernador, Aníbal Gaviria, propone 100 acciones adicionales alineadas a impactar una de las líneas del Plan Integral de Cambio Climático (PICC)”, comenta el secretario.  

La declaratoria se hizo en el momento de discusión del Plan de Desarrollo Departamental que hoy cuenta con el reconocimiento del Ministerio de Ambiente, el Departamento Nacional de Planeación (DNP) y del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) como una iniciativa en la lucha contra el cambio climático.  

Estas son las nueve estrategias que adelanta el departamento para lograr avances en la mitigación del cambio climático a través de tres líneas centrales: agricultura resiliente y regenerativa; competitividad y nuevas economías, y biodiversidad, ecosistemas y servicios.  

1. Pago por Servicios Ambientales: ingresos verdes a cambio de conservar los recursos de un predio 

Miembros vinculados al programa Pago por Servicios Ambientales en Mutatá, Antioquia. / FOTO: tomado de @Ambiente_Ant

Esta estrategia está desplegada en 95 municipios de Antioquia y la integran familias campesinas, comunidades indígenas y afrodescendientes. Son alrededor de 8.000 familias que están recibiendo ingresos verdes por trabajar en la conservación de bosques y fuentes hídricas del oriente antioqueño dentro de sus propios predios, que se encuentran ubicados en áreas estratégicas según lo determina la Gobernación. 

Con el Pago por Servicios Ambientales también se ofrece un acompañamiento con asesorías en planes de inversión para que, de esos recursos recibidos, el 70 % esté destinado a un plan para mejorar su unidad productiva y su estrategia de conservación.

2. Programas silvopastoriles: convertir los suelos de ganadería en suelos de bosque 

El lema es ´Cuidar el planeta es cuidar la vida´. / FOTO: cortesía.

Pese a tener una excelente matriz hídrica y a ser uno de los departamentos que más alimentos aporta a nivel nacional, varios municipios, como Necoclí, presentan altos problemas de desabastecimiento de agua.  

Es por eso que, a través de la Secretaría de Agricultura, la Reforestadora Integral de Antioquia y la Secretaría de Ambiente, se vienen adelantando estos programas silvopastoriles que Carlos Uribe explica como “corredores ecológicos de conectividad para la reconversión del suelo de ganadería en suelo de bosque”.  

Lo primero que se hace es identificar las fuentes hídricas en las fincas, luego se habla con los propietarios para llegar a acuerdos de conservación donde la Gobernación implementa el proceso silvopastoril (que incluye mantenimiento, encerramiento y demás) y ellos, a cambio, se comprometen a conservar las fuentes hídricas.  

Funciona a través de un esquema 80/20, es decir, del 100 % que representa la actividad ganadera en una zona, ahora se debe destinar un 20 % del suelo para la conservación.  

Es una estrategia basada en la agricultura resiliente y regenerativa que, proyectan, empezará a producir circuitos de seguridad alimentaria y abastecimiento.

3. Programa de reforestación: sembrar árboles en zonas afectadas  

Antioquia planea sembrar 40 millones de árboles en el departamento. /FOTO: cortesía.

Antioquia ocupa el quinto lugar de Colombia en tasa de deforestación. La minería ilegal, la expansión de la frontera agrícola y ganadera, los cultivos ilícitos y el comercio irregular de madera son las causas más comunes.  

Según Carlos Uribe, por ejemplo, entre el año 2017 y 2018 la deforestación estaba por encima de 20.000 hectáreas. “Hoy disminuimos a 12.600”, comenta.  

Una de las zonas priorizadas en la intervención es el Bajo Cauca, que incluye las 845.000 hectáreas de seis municipios: Cáceres, Tarrasa, Caucasia, Nechí, El Bagre y Zaragoza. De ellas, 72.000 tienen una condición de degradación, es decir, el 8,5 % del territorio tiene una condición medioambiental degradada.  

En esa región, de la mano con la Reforestadora Integral de Antioquia y del SENA, la Gobernación ha conformado una red de viveros donde se capacita a la comunidad en la siembra de árboles y, además, se le garantiza la compra del material vegetal que se produzca en los mismos. 

“Los operadores deben comprar como mínimo el 70 % del material a esa red de viveros que están integrados mayoritariamente por mujeres cabeza de familia”, explica Uribe. 

También en zonas como Turbo, Necoclí, San Juan de Urabá y Arboletes, la Gobernación viene trabajando con las corporaciones autónomas regionales, como Corpourabá, para implementar programas silvopastoriles en esos lugares costeros donde se necesita sembrar manglares, un amortiguador natural que impide inundaciones. 

4. Erradicación de Vehículos de Tracción Animal  

Vehículos motocargueros entregados en Currulao, Turbo. /FOTO: tomado de @Ambiente_Ant.

La primera erradicación se realizó en 2021 en el corregimiento de Currulao, en el municipio de Turbo, donde se sustituyeron 42 caballos por motocargueros. El proyecto, a su vez, va acompañado por una campaña de adopción donde los caballos son trasladados a fincas de la región.

5. Programa de guardabosques: vigilar para alertar 

En este momento la Gobernación de Antioquia cuenta con 300 guardabosques que monitorean alrededor de 400.000 hectáreas en todo el departamento. /FOTO: cortesía.

Es una estrategia departamental que busca movilizar a las instituciones, las corporaciones ambientales y a la fuerza pública alrededor de la conservación medioambiental como eje transversal dentro de los modelos de gestión y control a la hora de supervisar los bosques.   

“Se logró gracias al apoyo de las corporaciones ambientales como Corpourabá y Corantioquia”, comenta Uribe quien, además, explica que es la primera vez que se incorporan estas figuras dentro de los planes de conservación y protección de los ecosistemas en el departamento. 

“Ahora, con la presencia de los guardabosques, se generan alertas tempranas con las que podemos intervenir más rápido y también movilizar programas de educación como Escuelas de Guardabosques que nos permitan vincular a más personas”, menciona.

6. Negocios verdes: impulsar el emprendimiento sostenible  

La Feria BIOEXPO en el Jardín Botánico de Medellín registró 5 mil millones de pesos en negocios proyectados y 400 millones en ventas al detal. / FOTO: @Ambiente_Ant.

La Secretaría de Ambiente y Sostenibilidad trabaja de la mano con la Secretaría de Productividad y Competitividad y las corporaciones ambientales para impulsar y dinamizar los negocios verdes.  

En 2021, por ejemplo, se desarrolló en el Jardín Botánico de Medellín Bioexpo, la feria más importante de negocios verdes de Latinoamérica (organizada por el Ministerio de Ambiente) en la que se registraron más de 12.000 visitantes.  

Desde la Gobernación se impulsó la participación y exposición de emprendimientos sostenibles destacados en el departamento. “Lanzamos convocatorias para apalancar y movilizar esos negocios y promover y mejorar sus capacidades”, agrega el secretario. 

7. Educación ambiental

Jornada de limpieza con los miembros del grupo. / FOTO: cortesía entrevistado.

Esta estrategia le apuesta al desarrollo de jornadas de educación ambiental como movilizadoras del compromiso ciudadano y del sentido de pertenencia de la comunidad hacia sus entornos.  

Los asistentes reciben capacitaciones de expertos para aprender a recuperar y limpiar los ecosistemas aledaños a sus lugares de residencia.

8. Restauración de suelos

Vivero del predio Santa Lucía, en El Bagre. / FOTO: tomada de @Ambiente_Ant.

La Gobernación de Antioquia, las corporaciones ambientales, el Alto Comisionado para la Paz y las administraciones de varias alcaldías (junto con el apoyo de la cooperación internacional como USAID y de empresas del sector minero en representación del sector privado), trabajan de la mano para impulsar la recuperación de 10.000 hectáreas de suelos degradados.  

“Son suelos contaminados por mercurio sin ninguna capacidad orgánica. Restaurar 10.000 hectáreas es una meta departamental que esta administración espera alcanzar al finalizar su periodo de gobierno”, explica Uribe. 

Al momento ya se terminaron de restaurar las primeras 500 hectáreas, se están ejecutando otras 900 y, al tiempo, se adelantan diálogos con el ministerio para conseguir otras 1.000 hectáreas a intervenir.  

La idea es lograr que estos suelos contaminados vuelvan a ser productivos para que allí mismo comiencen a ejecutarse proyectos de agricultura sostenible. 

9. Implementación de un Comité Científico 

Desde que se anunció la emergencia climática, uno de los objetivos principales fue construir un comité que, desde una perspectiva científica y a través de diferentes disciplinas, asesorara y multiplicara los ángulos de abordaje de los temas que la administración departamental considerase relevantes para hacerle frente al cambio climático.  

Actualmente, se reúne cada cinco semanas y está conformado por expertos en biotecnología, salud, bioeconomía, planificación territorial y paz, entre otros. 

Carlos Cadavid, rector de la Agenda Antioquia 2040 y mimbro del Comité Científico en el que participa desde su experiencia vinculada al sector productivo, economía circular y consumo y producción sostenible, explica que la función del comité es “dar recomendaciones sobre el proceder de las estrategias más adecuadas a seguir de cara a la emergencia climática, para así dar cumplimiento a lo planteado en la Agenda Antioquia 2040”.  

Según menciona Cadavid, uno de los temas más importantes que han tenido que abordar desde el Comité es el cómo debe ser el nuevo sistema de ordenamiento territorial de Antioquia, que no solo se concentre en el Valle de Aburrá para así “desinflar la burbuja metropolitana”, como lo llama el experto. 

“Se han hecho propuestas sobre conseguir polos de desarrollo en las regiones aledañas para evitar que, por ejemplo, los campesinos tengan que desplazarse hasta la urbe por una cita médica. Es decir, que los habitantes no tengan que salir de sus zonas en búsqueda de servicios que la administración pueda suplir”, explica Cadavid. 

Para él, este comité representa una oportunidad de beneficio mutuo entre ambos actores: “La institucionalidad se beneficia en términos de conocimiento y la academia, a su vez, es escuchada; su producción científica adquiere validez y aplicación”. 

La idea de la Gobernación es que este comité logre asesorar con mayor calidad y enfoque cuáles son las estrategias más oportunas para lograr la gran meta que trazó el departamento para el 2050: la carbono neutralidad. 

Todas estas iniciativas hacen parte de la preparación de Antioquia para los próximos 20 años. La Agenda Antioquia 2040 es un documento estratégico territorial que, a partir de cinco pilares para la deliberación, busca establecer un modelo de desarrollo, una visión, una agenda programática y un sistema de seguimiento y evaluación para las siguientes décadas. Estas estrategias para mitigar el cambio climático no solo hacen parte de la Agenda, sino que también está alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU.