Desde 2007, la Fundación 5ta con 5ta crew trabaja con niños y niñas de Norte de Santander utilizando el arte como medio para transmitir sus pilares fundamentales: verdad, paz, reconciliación y memoria histórica.
Lo que comenzó como un ‘parche’ de amigos que se reunían para hablar de hip hop e intercambiar rimas en ‘freestyle’ (estilo libre) en la Calle 5 de la Avenida 5 del barrio Motilones, en Cúcuta (Norte de Santander), terminó siendo una fundación con un amplio despliegue de trabajo comunitario, inclusive en otros departamentos.
Hoy lleva el nombre de 5ta con 5ta crew, en honor a esa dirección donde se congregaban desde desde 2007 un grupo de jóvenes que hicieron del hip hop la banda sonora de todas sus actividades sociales: batallas de break dance, talleres audiovisuales, conversatorios sobre reconciliación y jornadas de graffiteo, entre otras.
La fundación, consolidadadesde 2014, se ha convertido en una ruta de escape para esos niños, niñas y jóvenes que sienten muy de cerca el conflicto y la violencia.
Laura Rangel es la actual coordinadora de proyectos en Norte de Santander, un departamento que, además de presenciar la disputa territorial de los grupos armados ilegales en la frontera colombo-venezolana, recibió (a principios del presente año) alertas por parte de la Defensoría del Pueblo sobre el aumento de amenazas de reclutamiento forzado de menores de edad.
Ella cuenta que, actualmente, son 250 niños los que llegan a los talleres que organiza 5ta con 5ta crew, repartidos en 12 grupos distintos de siete municipios.
“Para nosotros quienes coordinamos la fundación, el arte ha sido como una medicina entre tanto conflicto. Nosotros queremos que estos niños y niñas también la tomen. Creemos fielmente que las expresiones artísticas permiten que, a través de la estética, se llegue a los conceptos”, comenta Laura.
La verdad como concepto y herramienta de transformación
Uno de los conceptos principales ha sido el de la verdad. La estrategia ‘El arte de la Verdad’ la lanzaron para que los asistentes pudiesen “reconocer y apropiarse de su realidad para así transformarla”.
Según comenta Laura, uno de los retos que más se han encontrado al trabajar con comunidades que viven tan de cerca el conflicto armado es que lo ven como algo cotidiano; una circunstancia más del día a día. Sin embargo, un fragmento de esa realidad cambia cuando la fundación aparece en los territorios con sus actividades itinerantes.
“Llegamos con talleres sobre liderazgo juvenil, graffiteo, muralismo, realización audiovisual, tejido, canto... Hay una sección especial para que cada niño escoja el campo donde siente que se desarrolla mejor”, explica Laura, quien además comenta que una de las actividades que ha tenido bastante acogida son las batallas de freestlyle y las de break dance.
Según ella, en la fundación todos desearían que estas fuesen las únicas batallas que tuviesen lugar en el departamento.
De hecho, desde hace un tiempo trabajan de la mano con la Comisión de la Verdad, una entidad que los ha ayudado a generar reflexiones más profundas en torno a cuál es realmente la verdad, sobre todo en estos procesos de diálogo con las comunidades infantiles, como es este caso, las posturas y percepciones de lo que ocurrió en el conflicto armado son diferentes.
“Con la Comisión de la Verdad hemos aprendido a escuchar y saber que hay verdades de muchos colores pero que no necesariamente existe una verdad general”, explica Laura.
La coordinadora menciona que uno de los hechos que más recuerda se dio en una jornada de escucha en la que estaban aplicando una ‘metodología que moviera sentimientos’, es decir, que los chicos contaran una historia que al final terminara siendo liberadora. De repente, la vigilante que se encontraba en el espacio preguntó si podía hacer parte del círculo. “Fue desgarrador. Nos sorprendió mucho pensar cómo alguien tan amable había pasado por todos esos hechos victimizantes sin que ninguno de nosotros pudiese llegar a imaginárselo antes”, menciona.
Para la fundación el diálogo, al igual que el arte, es un catalizador de emociones.
Más allá de las fronteras nortesantandereanas
Pero 5ta con 5ta crew no solo realiza sus trabajos comunitarios en Norte de Santander. Con el paso del tiempo han establecido alianzas con procesos organizativos de otros departamentos como Atlántico, La Guajira, Magdalena Medio y Arauca. En La Guajira, por ejemplo, han trabajado de la mano con Unicef Colombia compartiendo los principios humanitarios de Rendición de Cuentas y Prevención de Explotación Sexual.
Su gira durante un año por 34 municipios del país recibió el nombre de Fiesta por la Verdad y se dio gracias a la convocatoria que ganaron en 2020 con el Fondo Multidonante de las Naciones Unidas para el Sostenimiento de la Paz en Colombia. A través de él llevaban un mensaje de construcción de paz y promoción del derecho a la verdad a todos esos territorios.
«También hace poco lanzamos una canción llamada ‘Río pa Sanar’. En ella trabajamos con casi 70 artistas de todo el país para unir las voces de todas las regiones en torno a un actor que ha sido clave, tanto para bien como para mal, en el conflicto armado: los ríos», Concluye Laura.