Con el fin de que las nuevas generaciones aprendan awapit, lengua ancestral de esta región del país, surgió una aplicación llamada ‘ɨnkal Awá Su’.
Desde el Pacífico nariñense, abarcando la amazonia del Putumayo, hasta el norte de Ecuador, habita el pueblo Awá, una nación indígena que aún preserva sus saberes a través de su lengua: el awapit, o ‘awabit’, como lo pronuncian sus hablantes.
Según el Censo Nacional de Población y Vivienda de 2018 del Dane, la población de Awá en Colombia suma 44.516 personas que habitan sobre todo en los departamentos de Nariño y Putumayo. Sin embargo, no todos ellos hablan awapit, pues su número de hablantes ha venido disminuyendo considerablemente.
“Hay resguardos en donde entre el 100 y el 80 por ciento de la población habla awapit. Sin embargo, sabemos de otros donde nos cuentan que con las muertes recientes de los últimos mayores, la lengua desapareció”, señala Dayana Bisbicus, abogada y consejera de Educación de la Unidad Indígena Del Pueblo Awá UNIPA.
Dayana, nació en el resguardo del Gran Sábalo en Barbacoas, Nariño, pero debió desplazarse junto con su familia por la violencia que ha azotado el territorio. Afortunadamente, señala Dayana, en su casa su madre y padre hablaban awapit, así que tuvo la oportunidad de tener contacto con su lengua materna lejos de casa, aunque no ella señala que no domina el idioma en su totalidad.
Fue precisamente esa historia de vida, y su amor por los saberes de su pueblo, que la llevaron a ser consejera de Educación de la UNIPA, un cargo en el que ha aportado a la creación de la primera aplicación digital para aprender awapit: ‘ɨnkal Awá Su’.
Hoy, la aplicación es de libre descarga para cualquier persona que quiera aprender sobre la lengua de los awá y cada vez obtiene más descargas por fuera de Nariño así como en Ecuador y en varios resguardos del Putumayo.
Luchando contra el olvido
Una de las razones por las que el pueblo Awá del resguardo Gran Sábalo creó la aplicación, además del resto de trabajo que han realizado a través de la Unidad Indígena Del Pueblo Awá UNIPA, es obtener mayor reconocimiento.
“Hace 32 años nos llamaban cuaiqueres, como anteriormente denominaban a los indigenas que habitan Awá. Fue hasta hace apenas 32 años que se nos reconoce como pueblo, gracias al trabajo de nuestros mayores en ese entonces. Fue allí cuando nació UNIPA, en 1990, para velar por nuestros intereses y la pervivencia del pueblo”, cuenta Dayana.
Una de los principales enfoques de su trabajo es el fortalecimiento de la educación autóctona, entre ellas la enseñanza de su lengua, pues sus saberes son parte fundamental de la identidad ancestral.
Sin embargo, la violencia que desde los años 90 ha azotado al pueblo y la discriminación que han vivido por hablar su idioma, ha tenido un impacto negativo en sus procesos de etnoeducación.
“En las ciudades se aprovechaban cuando una persona no sabía leer ni escribir en castellano. Además, cuando las comunidades sacaban productos para vender en los centros urbanos, no eran bien vistos y había mucha discriminación. Todo eso llevó a que mucha gente no quisiera enseñar ni aprender el idioma”, señala Dayana.
En respuesta a este contexto, la UNIPA creó material pedagógico propio en el que había un diccionario awapit-castellano, entre otros textos para aprender a leer, escribir y cantar la lengua. Este lo han llevado a veredas y resguardos donde habitan comunidades awá, aunque las grandes distancias, la topografía y las carreteras en mal estado dificultaban la tarea.
“Con todo lo que ha pasado con las nuevas tecnologías vimos la necesidad que todo lo que hemos construido en físico, haga parte de plataformas virtuales. Así que, a través de videos y ritmos de músicas comenzamos a enseñar la lengua que mantiene fuertes las raíces de nuestra herencia ancestral”, dice Dayana.
Hecha por todos y para todos
Cuando en 2018 la UNIPA (Unidad Indígena Del Pueblo Awá) decidió crear una aplicación móvil para enseñar awapit, buscó que fuera una iniciativa comunitaria. Trabajaron con jóvenes, autoridades indígenas, docentes y miembros de la guardia indígena, buscando que aquello plasmado en la pantalla fuera representativo de las comunidades awá del Gran Sábalo.
En una primera versión de la aplicación, junto con el apoyo de la Organización Internacional para las Migraciones de la Naciones Unidad, se reunieron con la comunidad de Aguaclara del Gran Sábalo y, entre todos, crearon dibujos, grabaron videos, rondas infantiles, piezas radiales y otras tantas actividades que hoy hacen parte del contenido de la aplicación.
Hoy, en su segunda versión en la que también están incluidas otras comunidades del resguardo, esta aplicación contiene contenido para aprender sobre la vida cotidiana de los awá: sus actividades, espacios sagrados, cómo se refieren al camino, el cómo les llaman a los animales, a las plantas y aquello que hay en su territorio.
Además, todo en las voces de las mismas personas awá, desde los más jóvenes hasta los más viejos. “La alegría que se transmite con las grabaciones con los cantos, ayuda a que perdamos el miedo en los territorios y que el pueblo se de cuenta que hablar el idioma es maravilloso y así se valora más la cultura y que no es algo para sentir vergüenza«, señala Dayana.
Y es que no solo las voces de las grabaciones representan al pueblo Awá, también el contenido visual de la aplicación, pues las ilustraciones y dibujos son de autoría de niños y jóvenes del Gran Sábalo. A través de los talleres, utilizaron fibra de caña para recrear animales, plantas y figuras que sirven de apoyo para que otros aprendan a hablar awapit.
“Afortunadamente, nosotros conservamos nuestra lengua materna, algo fundamental para conservar nuestra identidad, el territorio y la forma de vivir del pueblo. Esperamos que reforzar el aprendizaje y rescatar la lengua en algunos casos, sea nuestro legado”, concluye Dayana.